Bueno que tal si los socialistas bolivarianos anuncian que la jornada laboral debe ser de 360 minutos diarios y que por esta razón la nueva Ley del Trabajo debe incorporar éste cambio sustantivo como una reivindicación de los intereses de los trabajadores y trabajadoras en contra del Capital en la Venezuela Bolivariana.
¿No estamos en una Revolución pues?, ¿No es este un tiempo histórico en el que el poder debe favorecer los intereses de la clase a la cual representa (los explotados, los excluidos, las mayorías, etc.)?, ¿Acaso la burguesía ha dudado cuando le ha correspondido favorecer los intereses de la clase a la cual representa?, ¿Por qué nadie ha hablado de un asunto de tan fundamental importancia para la clase trabajadora en estos momentos?.
Tiene que ser Chávez el que plantee nuevamente el asunto de la reducción de la jornada laboral. ¿Nadie más en nuestra Revolución tiene la audacia de siquiera asomar el asunto?
No pretendemos desconocer las implicaciones que tiene para el Estado venezolano y especialmente para el Gobierno la reducción de la jornada laboral, teniendo ésta medida un impacto significativo en la nómina a cargo del Estado; no obstante, los postulados del socialismo imponen a quienes apoyamos dicha concepción asumirla hasta sus últimas consecuencias.
No estamos hablando de estatizar la banca pública, de eliminar la propiedad privada; pero si de avanzar en medidas que favorezcan de manera sustantiva los intereses de la clase trabajadora, sólo así nos enrumbaremos al Socialismo Bolivariano que desde 2006 ha propuesto el Comandante Chávez.
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