Se entiende, que todo empresario-emprendedor y valga la redundancia no va a arriesgar su capital para perderlo. Y tampoco eso funcionaría. Porque se caería en lo mismo que se está combatiendo. Si se emprende un proyecto se persigue una recuperación de la inversión y una ganancia razonable que permita reproducir ese capital y sustentar a la familia. La finalidad de todo esto consiste en que tanto empresarios como clase trabajadora aprovechen las bondades del proceso productivo para que el beneficio sea para todos y llegue a todos los ciudadanos de este país. No que una gran tajada del beneficio se quede en manos de un solo grupo social que por poseer los medios de producción se de el derecho y la potestad de que todo lo que se produce les pertenece; mientras que una inmensa masa de ciudadanos no percibe las bondades de ese proceso productivo.
Lo que se está presenciando en este país consiste en que la economía nacional se enrumba y debe mantenerse por nuevos caminos. Caminos de expansión y de una mayor productividad con la finalidad de producir los bienes y servicios que necesita la sociedad venezolana, en primer lugar. Luego, esta economía debe conseguir su propia sustentación para hacerse soberana. Y después, independiente. Para ese entonces, se irá construyendo lo que el presidente de la República Hugo Chávez ha denominado una potencia económica y social.
De mantenerse el gobierno revolucionario en el poder y mediante la utilización del Estado como mecanismo de integración económica y social del pueblo, Venezuela se encontraría vislumbrando el camino hacia el socialismo. Y de allí hacia el comunismo, una sociedad sin clases y explotados. Esta trayectoria la perfila la historia y la realidad cotidiana mundial. Por esta razón y visión económica y social, el inversionista debe percatarse que las inversiones del estado como instrumento y promotor económico, proporciona un campo fértil para nuevos proyectos en las áreas administrativas, que mejoren sus procesos y trámites burocráticos. Y que se le presentan alternativas para mejorar sus procesos tecnológicos de producción que le permitirán avanzar hacia mejores niveles de producción y productividad. De esta manera, podrá expandir sus empresas y sus negocios de manera casi ilimitada. Porque podrá expandir sus procesos operativos y productivos sin riesgo de perder, incorporando nuevos instrumentos de trabajo que le llevarán la producción hacia niveles superiores tanto en rendimiento como en productividad. Observarán que sus esfuerzos al arriesgar sus capitales se compensarían. Y t odo se traduciría en nuevas empresas y en un incremento sustancial de la formación de capital. además, de un incremento del empleo productivo y sustentable en el tiempo.
Se deduce, pues, que esta nueva Ley del trabajo, como un granito de arena en este proceso de construcción de la nueva sociedad, conllevará a mejorar las relaciones laborales-empresariales en donde cada uno tendrá un papel protagónico en el sustento de la población. Los trabajadores, las trabajadoras y los empresarios de este país, mediante la puesta en ejecución de esta norma, reciben un motivo especial para mejorar sus niveles de producción, productividad y de vida plena en lo económico, en lo social, en lo político y en su relación con la naturaleza. Hasta otro ENFOQUE.