Otros planteamos que desde el mismo momento que comienza una revolución estamos en la construcción del socialismo (aun antes de tener el poder, pues es la construcción de la dualidad, que permite crear las condiciones subjetivas de la misma revolución).
El socialismo es la transición hacia la sociedad de los iguales y la abolición del estado, es decir la sociedad comunista, que en la primera fase el proletariado y los sectores explotados se imponen en la profundización de la lucha de clases, en la nueva cultura social(nuevas relaciones de producción, nuevas relaciones de poder, nuevas relaciones de vida o sociales), a esta fase el viejo alemán la llamó dictadura del proletariado, ya que la misma democracia burguesa no es mas que una dictadura del capital contra el trabajo; este debate es muy pertinente, aunque para algunos burócratas e intelectuales no tiene la importancia debida para los explotados si la tiene, ya que de la claridad que tengamos sobre ella van a depender las acciones políticas que impulsemos y por lo tanto la sociedad que nos planteamos construir.
Las leyes dentro del estado burgués forman parte de la súper estructura, este estado por su naturaleza separa al hombre de su control, hay una separación que lleva a una enajenación política, hace ver que todos somos iguales y parte de ese estado, pero este por el contrario es un aparato de opresión y dominación, que no permite ser democrático ni controlable por la inmensa mayoría, ya que perdería su esencia.
En el estado proletario,(socialista, revolucionario como se le quiera decir) las leyes como instrumento del proletariado y sectores explotados son herramientas que permiten el control social del proceso político, no son abstracciones, no parten del derecho si no del hecho como forma o mecanismo que permite desde la praxis la construcción real de la nueva sociedad, ya que el sujeto en el estado revolucionario no se separa del él, muy al contrario, este estado se democratiza dentro de toda organización social para poder ser destruido en la medida en que el ser social controle todo los quehaceres políticos de la sociedad, rompiendo con la división social del trabajo como génesis de la burocracia.
Partiendo de esta primicia podemos decir que la nueva ley del trabajo, aprobada en este proceso parte de la concepción burguesa del derecho como fetichismo de igualdad (negando en si la lucha de clase) esta ley al igual que la vieja media la relación obrero patrón, por tal reconoce el derecho de explotar del patrón al trabajador, es un marco que permite legitimar la venta del trabajo (explotación).
Ahora bien, si partiéramos de que esta ley como dicen algunos compañeros, es una ley para la transición, entonces ella debería estar enmarcada para dicho fin, o sea, deberían plantearse un cúmulo de políticas que permitan avanzar realmente al socialismo, por tal, debería enfrentar las relaciones burguesas de producción, pero no es así.
Si la LOTTT estuviera enmarcada para la “transición” entonces comenzaría reclamando o planteando el papel de la clase en dicha transición, pecharía la explotación del trabajo, plantearía la nueva organización del trabajo y el trabajo mismo como sentido real para la sociedad (no se devela la perdida del sentido del trabajo, que en la últimas décadas hemos perdido, producto de la precarización y flexibilidad del trabajo, dentro de la política neoliberal).
Si fuera socialista negaría de plano la explotación del trabajo, la propiedad privada, reivindicaría el papel del trabajo concreto como el valor de uso, como parte de la realización humana de la sociedad.
Veamos según lo expuesto, cuales son los problemas fundaméntales que adolece la LOTTT:
1) Si bien plantea en términos muy generales que la riqueza es producto del trabajo, no se discute ni pecha (como política transitoria en una revolución pacifica) la explotación del trabajo, lo que sigue mediando es la relación obrero patronal, garantizando al patrón o mas bien legitimando el derecho y la libertad de explotar al trabajador (relación burguesa, en el socialismo la explotación del trabajo es un delito).
2) En la ley no se aprecia ni un párrafo sobre el trabajo concreto y trabajo abstracto, no se discute ni se plantea el producto del trabajo, su relación con la sociedad, elemento en la construcción dl socialismo.
3) Tal como aparece la definición de trabajo y producción en dicha ley permite q aparezca la relación obrero patronal como una relación natural, creándose un manto fetichista que permite afirmar que tanto el patrón privado como el estadal es un benefactor, escondiendo así las relaciones desiguales que se generan y para que se generan.
4) No se plantea la discusión del trabajo con sentido humano (trabajo concreto como valor de uso), visto este dentro de la pérdida del sentido del trabajo en la actual política neoliberal (lo cual sigue rigiendo las políticas del trabajo en el mundo laboral), esta política económica precarizó y flexibilizó al trabajo de tal manera que las viejas relaciones de explotación del estado benefactor aparecen como “progresistas” y hoy vemos muchos compañeros reivindicarla como revolucionaria. Sobre la pérdida del sentido del trabajo hay varios compañeros que han hecho investigaciones bien serias entre ellos Antúnez y Mesaro.
5) No se elimina la tercerizacion, la regula, esta se ve por lo que hace y no por su función, por tal motivo los trabajadores que son contratados por empresas “las contratas”(empresas que viven de la sobreexplotación del trabajo para reducir costos y fundamentalmente laboraban en el sector público y empresas del estado ya que son parte de la burguesía parasitaria, hoy también lo hacen en el sector privado, como parte del neoliberalismo laboral) para hacer trabajos permanentes o no, no se ven como tercerizados, este problema se plantea por ver a la tercerización fuera de la precariedad y flexibilidad del trabajo y la pérdida de la esencia misma del trabajo, por lo que continuamos con la relación de contratación de terceros con el disfraz de “contratas”, donde las mayoría de las veces los trabajadores no tiene ni beneficios ni derechos que permitan mejorar sus condiciones humanas, igual pasa con los trabajadores contratado por el estado, ONG, fundaciones etc.. Para justificar la tercerización disfrazada, nos hablan de trabajo conexo y no conexo, trampa ésta que los patronos tienen para desmejorar al trabajador, partiendo de la concepción tayloriana de la separación del trabajo y su especialización (parte de la división social del trabajo) y no que los procesos productivos son procesos integrales, que la producción depende de dicha integralidad, dejando a la gerencia técnica ( ingenieros industriales en su mayoría) definir la conexibilidad de dicho trabajo, sabiendo muy bien como estas gerencias y la burocracia sindical han permitido y justificado tal precariedad y la flexibilidad
6) La humanización del trabajo: se puede decir que hay otras leyes como la LOPCYMAT** , pero ninguna plantea la humanización como un hecho real en la construcción de nuevas relaciones de producción, ésta humanización está unida a una nueva organización del trabajo, donde la lucha fundamental es contra la división social del trabajo para que no exista la separación de lo que se produce como hecho real y el trabajo del trabajador como productor de riqueza, para que ésta cumpla su fin social.
7) La reducción de la jornada laboral debe verse como una importante lucha contra la explotación del trabajo, ya que el tiempo es fundamental para los patronos y su producción, mientras que para el patrón el tiempo esta ligado a la productividad a la generación de plusvalor; para el trabajador la reducción esta ligada al tiempo libre y esparcimiento para la clase. No podemos construir una sociedad de iguales sin que esto no esté resuelto, la explotación del trabajo es el corazón de la sociedad burguesa, unida a la división social de trabajo, y el producto de dicho trabajo o sea el valor que se le dé en la sociedad será valor de cambio (mercancía) o valor de uso (satisfacción de necesidades). Ahora bien esta ley que para algunos aparece como socialista para la transición para otros no cumple con ninguna de las dos, es decir, ni es socialista ni sirve para la transición, porque es una ley que refuerza y regula la venta del trabajo. Para la reducción de la jornada laboral, de 48 a 40 horas, los que la elaboraron no partieron de un análisis que genere por ejemplo que muchas empresas ya laboran 40 horas semanales y que la reducción a 32 horas o menos debería plantearse para las empresas altamente contaminantes que por su proceso productivo genera enfermos laborales, habla entonces en termino generales de 40 para todo, lo cual no hace una diferencia a las condiciones de trabajo, grueso error, esto también debe apuntar para la jubilación. No es lo mismo laborar en condiciones seguras, que en empresas altamente contaminantes, por lo tanto, la reducción debe estar ligada al que hacer y contexto del trabajador y sus condiciones, más que a generalizaciones, y siempre debe tener como objetivo su diminución, entendiendo que debemos avanzar en el trabajo útil, que permite la planificación social para que el trabajo resuelva los problemas sociales y cumpla con la mayor felicidad posible.
8) La jubilación: para la mayoría de los trabajadores nomina diaria del sector privado y público( obreros sin especialización en los tabuladores), no gozan de jubilación tal como gozan las demás nominas (así es como nos diferencian por nomina y colores), mientras el obrero solo obtiene la pensión de vejez ,los empleados, técnicos y gerentes obtiene la de la empresa mas la pensión del estado, pero aun las nominas gerenciales salen con un salario de jubilación del 100%, mientras los otros trabajadores dependiendo de la nomina salen con menos porcentajes, la ley no corrige esta “injusticia” contra los que directamente producen.
9) El problema de la organización de la clase y los consejos de trabajadores: quienes venimos planteando desde la década de los 70 el control obrero bajo los consejos de trabajadores, planteamos esto como la organización de la clase para dirigir el nuevo estado , es la organización de la clase, es el nuevo estado, es la república de los consejos y el estado comunal, es la organización desde abajo, horizontal, donde el trabajador une el poder político, ejecutivo, legislativo y militar contra el viejo estado donde en su fetiche nos hacen creer que los poderes son independiente, apareciendo el estado sin clase. Los consejos de trabajadores van a ser reglamentados, pero si la LOTTT lo que hace es mediar la relación obrero patronal, deja saber que esta reglamentación va a subordinar a la clase y a los consejos al poder del viejo estado y no a su destrucción.
Dentro del Plan Guayana Socialista se establecen un grupo de propuestas que tienen que ver con esto problema neurálgico para la clase, entre ellas las siguientes:
1) La eliminación de las contratas y la construcción de empresas sociales de servicios y mantenimientos.
2) Creación de empresas de propiedad social para la alimentación, y así romper con los monopolios de la producción de comida en las empresas básicas.
3) La jubilación para todos los trabajadores por igual, con la consideración que los trabajadores expuestos a condiciones críticas deben salir con menos años de servicio.
4) La reducción a 32 horas para las aéreas criticas.
5) La eliminación de la precariedad y flexibilidad laboral.
6) La unión integral de los procesos productivos, las corporaciones del hierro y aluminio se deben unir por los procesos productivos y no las sumas de empresas separada como fue constituida por la CVG y que muchos burócratas tratan que las nuevas corporaciones sean imagen de la vieja y burguesa CVG.
7) El impulso aguas abajo del hierro, acero y aluminio para que estos cumplan un rol social y dejen de ser producción de materia prima para las transnacionales.
8) Se debatió tímidamente el problema de los contratos colectivos, en contratos únicos, entendiendo que toda la población debe tener los mismos beneficios y derechos reales, para poder romper con los privilegios en el sector laboral.
9) Proponemos una nueva forma de organización: los consejos de trabajadores, como organización del poder proletario para dirigir la sociedad. Recomendamos leer la propuesta del equipo 1 del plan Guayana Socialista
Plateamos
este debate con la intención de generar una constituyente de los
trabajadores, que permita avanzar en los objetivos estratégicos como
clase, nos negamos a asumir el debate tal como algunos plantean , los
cuales hacen una vulgar comparación de la nueva ley con la vieja, para
mostrar las “bondades” de la nueva, nos negamos ya que la vieja fue
hecha para reproducir el capital y la nueva debería de ser para
construir el socialismo, por lo tanto nuestro paradigma debe ser la
sociedad que queremos construir, de allí que nuestras leyes deben tener
como objetivo permitir dicha construcción orgánica.
Volveremos por todos los caminos
10 millones de votos militantes por el socialismo
10 millones de votos contra el capitalismo, la burocracia y la corrupción
¡Usted compañero presidente se queda, carajo! Porque el pueblo lo decide.
Hasta la victoria siempre
