Salarios no son los bonos de control social, ni viceversa

El salario mínimo en Venezuela es de 130 bolívares, que a la fecha del 07/12/2024, por ejemplo, a la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV) equivale a 2,69 dólares estadounidenses (U.S. $) en donde, además, el salario real no ha aumentado desde mayo del 2022, fecha en la que, luego de engañar en un acto público y de burlarse de los trabajadores, la Oficina Nacional de Presupuesto del Sector Público (ONAPRE) puso en vigencia y de manera difusa y engañosa el Conocido Instrumento o "Instructivo ONAPRE", desde marzo del mismo año, en el que eliminó arbitrariamente beneficios contractuales de los trabajadores, redujo las primas de cargos y títulos obtenidos de los trabajadores y desapareció, por la vía del hecho, las relaciones contractuales y convenciones colectivas, en violación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y la Ley Orgánica del Trabajo, de las Trabajadoras y de los Trabajadores (LOTTT), aunque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) haya sentenciado impúdicamente (cuando es público, notorio y comunicacional dicho Instrumento), que el mismo no existe, aunque se sigue aplicando. Esto es un grave delito de "traición a la Patria, por parte del Presidente Nicolás Maduro, los miembros de la Asamblea Nacional (AN), el Fiscal General de la República (FGR), ministros de la cartera de trabajo, educación, salud, institutos autónomos y de todos los que tienen responsabilidad directa en lo laboral y salarial, que conforman el poder constituido. No por haber complicidad entre los miembros del poder constituido deja de ser un grave delito.

Por supuesto, que con la devaluación y la seguidilla cómplice, entre el Dólar oficial y el paralelo, en una macabra jugada del BCV, la banca (que desde el 2013 funciona como de segundo piso y ha ganado dividendos mil millonarios con este guiso) más los truhanes operadores que manejan las tasas cambiarias, han traído como consecuencia -esperada y calculada cínicamente- que los salarios en todas las escalas se han pulverizado y su valor tiende a ser nulo o simbólico, tanto de un profesional con título de quinto nivel (Doctor) y con más de 5 años de servicio, como de cualquier obrero no calificado con un mes de servicio.

Sumado a esta inequidad y violaciones laborales de rango constitucional, el presidente Nicolás Maduro ha incorporado y sistematizado la figura del "Bono" como control social y homologación de la pobreza entre profesionales y obreros, a quienes administra la pobreza, al lanzarnos un "Bono de alimentación" en bolívares, equivalente a 45$, más otro, denominado "Bono de Guerra Económica" equivalente a 90$ mensuales, y, así, a los que se doblegan a seguir el carnet de la Patria o manifiestan militancia político partidista, les va soltando miserables bonos, equivalentes a 2 y 5$, en promedio, mensualmente.

En esta bonificación de la vida laboral y bonificación de la vida social, de la manera más humillante contra la dignidad humana y más cruel contra los trabajadores venezolanos, impuesta por el presidente Nicolás Maduro, obliga a cada trabajador a buscar cómo sobrevivir y dedicar su vida, el día a día, a buscar mecanismos de sobrevivencia, mientras que le permite a Nicolás Maduro exhibir -cual espejismo- una falsa paz social, al mismo tiempo que las personas trabajadoras, la mayoría de las familias honestas y no corruptas, están cayendo en un proceso de empobrecimiento general, despatrimonialización y ruina, que cada día deterioran más sus vidas, sin contar la precariedad de la atención a la salud por parte del Estado y la caída en manos del otro sector, el laboral privado. Eso, además de crueldad y crimen de lesa humanidad, es traición a la Patria, es traición a la CRBV y sus leyes.

En este proceso de desmontaje del "Estado social de derecho y de justicia", que han adelantado Nicolás Maduro y sus cómplices, se inscriben solícitos los explotadores y espoliadores, mejor dicho, los ladrones usureros, ladrones dueños de medios de producción y empleadores del sector privado, los que han aprovechado esta nueva forma de relación laboral impuesta por Nicolás Maduro, para ellos, desde el sector privado y con la anuencia y complicidad del precitado presidente, aplicar las más bajas prácticas, tales como: contratar con sueldos menguados y depreciando el valor de la hora de trabajo de cualquier profesional, obrero calificado y no calificado, además de la sobrexplotación o "esclavización laboral", con horas de trabajo, entre nueve y doce horas diarias y sin más beneficios que el pago único y sin acumulación de prestaciones sociales, beneficios de HCM, ni de ninguna otra compensación o contraprestación, bajo la mirada cómplice del Ministerio Público, los tribunales laborales, civiles y penales, amén de las inspectorías del trabajo en cada estado del país. Y no podemos soslayar, cómo -con la complicidad del presidente Nicolás Maduro, grupos e individuos extranjeros han convertido a Venezuela, por regiones, en paraísos de explotación de esos grupos extranjeros cuyos capitales son de dudosa procedencia, a quienes se les han entregados los recursos, el suelo venezolano y todo cuanto podamos imaginar para su acumulación de riqueza, a costa del venezolano trabajador y de los recursos de la nación. Esta enumeración caótica es traición a la Patria, ya no solo del Nicolás Maduro y sus cómplices funcionarios de los cinco poderes constituidos, sin también, del llamado sector privado, y todas las siglas y asociaciones que los agrupan.

Imagino que, por ahora, caeremos presos o nos asesinarán, a quienes denunciamos estas graves afirmaciones, como las que manifiesto en este escrito. Más adelante, ellos, los corruptos criollos y extranjeros, le darán un barniz de legalidad a sus sucios capitales y serán esa gran burguesía respetada y temida, que están forjando con Nicolás Maduro y sus cómplices.

El presidente Nicolás Maduro y sus cómplices funcionarios lo tienen muy claro: los bonos de control social no son salario real; éstos buscan homologar la pobreza entre los trabajadores, aunque discursiva y cínicamente los maquillen con la denominación de "salario integral" por los jalabolas, aduladores de turno y explotadores.

Esto no es más que otra manifestación de cómo actúa un gobierno corrupto que, en nombre del Estado, desaparece todos los inmensos ingresos reales de la nación, para sus respectivas ambiciones. Esa madeja de corruptos ladrones que están desmontando la CRBV, las leyes de la República y abusan del poder político circunstancial para mantener en la pobreza limítrofe a los trabajadores como forma de control social, son los traidores a la Patria. Y, después del fraude cometido el pasado 28 de julio (28J) del 2024, existen menos razones para que Nicolás Maduro rectifique. Todo lo contrario. Agudizará estas contradicciones y formas infames de control social, por la vía del hambre y miseria administrada desde el gobierno y emulada por el sector privado, tradicionalmente, parasitario y espoliador. He allí, los traidores a la Patria. Bonos de control social no son salarios, ni viceversa.



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Luis Alexander Pino Araque


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