¡El Canciller de Colombia habla como una "suegra chismosa"!

Distinto, una suegra de veras es una madre a la vez para tu mujer y para ti, yo sé de los desvelos de una suegra insigne y lindísima, de ahí mi parecer.

La mujer, en sentido lato, es la piedra angular de la vida humana y en consecuencia un alto pedestal para ella es lo mínimo que uno puede ofrecerle humildemente.

Mas, la regla más rupestre puede tener un disloque, una anormalidad, y he ahí que haya anormalmente, reitero, una suegra que le dé a la "sinhueso" a lo loco y esa es precisamente una suegra chismosa, lo más parecido a una gotera continua en tiempos de invierno, ¡fastidiosa!

Discúlpenme los prolegómenos. Ahora vayamos raudos al hueso del asunto que nos ocupa, el Canciller Luís Gilberto Murillo, Canciller de Colombia y Procónsul gringo ahí en la hermana Colombia más parece un Presidente de facto que un Canciller; mientras, Petro u ocupa un papel segundón o quiere hacerse el loco con respecto a Venezuela, que es lo mismo.

Murillo se la pasa hablando necedades de Venezuela, pero ¡quién le dio ese "derecho"? ¿Petro, o el gringo?, ¿quién?, ¿por qué Murillo se la pasa cual suegra chismosa en franca camorra contra Venezuela, que mal o lo contrario le hemos hecho nosotros a la hermana Colombia sino darle cobijo a millones de dignos colombianos que escapando de la guerra allá buscaron refugio aquí y se lo dimos? Y eso es mal o bien?

Cuando Petro ganó la Presidencia de Colombia yo discurrí al respecto —en "Vicepresidente de Colombia Francia Márquez más bonita que Shakira", y que está en red, por lo que puede escarbarse— y dejé ver mi parecer acerca de la conducta de Petro, y no me equivoqué, Petro no le dio tribuna a la Vice Márquez que precisamente aportó los votos para que Petro fuese Presidente, así de ladino es ese Petro, cobardón y ladino, muy ladino; y aunque Maduro suele hablar de Petro con respeto y gran consideración, nosotros los pata en el suelo no comemos coba diplomática: Petro es tan embustero y taimado como Murillo.

Mas, al pueblo colombiano, nuestra hermandad para siempre y ojalá que algún día se quiten la bota gringa de encima.

Por ahora lo pertinente es que esa "suegra chismosa" —el Canciller Murillo —, nos respete, que cierre la boca con respecto a Venezuela, que esa maléfica suegra revise bien los rincones de su casa antes de inmiscuirse en lo que no le compete de la ajena.

Ojalá esa "chismosa suegra" —"madre arrastrada" (vientre prestado) de la inquina contra Venezuela— (la verdadera madre del vil engendro está al norte extra frontera de Mejico lindo y querido) instruya y le dé permiso a Petro (Presidente de Colombia según el verbo ique*) para que éste opine.

Lo que diferencia a una idea de otra, respecto a una misma realidad, es la diferencia de percepción de cada cual; mientras algunos inmorales tienen las manos aliñadas, untadas de coima, y son capaces de vender a su madre patria, inclusive; en cambio, otros preferimos morir de pie antes que vivir arrastrados, de rodillas.

Addenda:

Dizque*; y lo de verbo es sal y pimienta.

En el mundo existe una sola "suegra chismosa" y el/la que la encuentre aprópiesela.

Vicepresidenta por Vicepresidente.



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Guillermo Guzmán


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