“…Es que a este gobierno lo que le interesa es mantener a la gente en la ignorancia”. Esa frase, escuchada hace algunos años en un salón de clases, aún hoy me despierta una sonrisa irónica, remanente de la sonora risa que entonces me generó. Recuerdo que entonces empleé apenas algunos argumentos de esos que puede esgrimir cualquier persona mínimamente informada, que no esté enceguecida por el odio o la ignorancia y dispuesta a mirar lo que está a simple vista: el aumento en la tasa de escolaridad, la erradicación del analfabetismo, las misiones educativas y culturales, la creación masiva de instituciones educativas en todos los niveles y seguramente muchos más, que hoy se podrían rematar con el proyecto Canaima Educativo de dotación de computadores portátiles a estudiantes de educación básica, el Sistema de Orquestas infantiles y juveniles, el fortalecimiento del sistema de museos nacionales, el justo reconocimiento y apoyo a los cultores populares, el reconocimiento de la UNESCO sobre el acelerado desarrollo cultural y educativo en Venezuela y muchas otras razones que si continúo coparían este breve espacio semanal.
Con la nueva edición de la VIII Feria Internacional del Libro FILVEN 2012 se continúa la política cultural que permite facilitar a todas y todos el acceso a las más diversas posturas ideológicas expuestas tanto por el sector público como por el comercial, permitiendo a cada quien construir con absoluta libertad su punto de vista. Allá lejos, en tiempos que no volverán, quedaron los años aciagos en los que el analfabetismo no sólo era aceptado sino hasta impulsado. ¿Exagerado? Sólo recuerdan que en la IV República los partidos del bipartidismo daban tarjeticas de colores para que votaran los electores no sabían leer ni escribir. ¿Preocuparse para que se alfabetizaran? Para qué, bastaba con que memorizaran el blanco y el verde… Tan triste como cierto.
Sigamos aplicando la fórmula de más lectura, más cultura y más amplitud y el resultado será menos comentarios como el que comenzó esta reflexión. “¡Qué falta de ignorancia!” diría Cantinflas. Da risa, pero es algo muy serio.
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