Esa es una pregunta que los venezolanos nos estamos haciendo desde hace unos meses, cuando se hizo reiterativo en los más altos funcionarios norteamericanos declarar su preocupación por Venezuela. Mientras tuvieron posibilidad de salir de Chávez, apoyaron los varios intentos habidos: el golpe de abril, el paro de días y el referendo revocatorio. Y descartada la posibilidad de derrotarlo en las elecciones de 2006, parecen desesperados buscando otras vías con apoyo de América Latina.
¿Qué es lo que tanto les preocupa? Por supuesto, no puede ser que casi millón y medio de venezolanos hubiesen aprendido a leer y escribir. ¿Qué les importa que tantos pobres tengan acceso a la salud en la misión Barrio Adentro? ¿O que puedan comprar lo indispensable a los bajos precios de Mercal? Nada de lo que ocurre aquí, ni siquiera que el apoyo a la gestión de Chávez esté ahora en 70% y que la oposición se encuentre en su peor momento, nada de eso es hoy verdadero motivo de preocupación en la Casa Blanca.
La respuesta podría estar en algo que hace más de un año, mientras desayunábamos, me dijo el Dr. Ramón J. Velásquez:
que a los Estados Unidos le preocupa más la influencia que puede ejercer Chávez en el exterior, que lo que hace aquí en Venezuela.
Muchos años antes, Roger Maris, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, opinó: “Nadie supo ver que Henry Kissinger) consideraba a Allende como una amenaza mucho máspeligrosa que Castro.
Si Latinoamérica tomaba conciencia alguna vez, no sería por Fidel Castro. Allende era el vivo ejemplo de reforma social y democracia en América del Sur. Ocurrían en ese momento hechos desastrosos en el mundo, pero sólo Chile asustaba a Kissinger”.
Nohay que hacer mayor esfuerzo para cambiar escenarios y personajes, y seguramente Bush y sus colaboradores llegarán a conclusiones similares a las de 1973.
En el Salón Oval de la Casa Blanca alguna vez debió escucharse una alarmante relación de hechos. “Los presidentes de Centroamérica se declararon en alerta debido las crecientes protestas en Nicaragua exigiendo la renuncia del mandatario”, reveló la AP. Mas de un millón de mexicanos obligaron al presidente Fox a dar un paso atrás y abrirle camino a López Obrador para ser candidato; todo hace suponer que será el próximo presidente. En Ecuador obligan a salir al presidente Gutiérrez, que tan alineado estaba con las posiciones de EEUU. El futuro es incierto. Muy cerca, en Perú, la “popularidad” de Toledo llegó a 6% . La situación en Bolivia no puede ser más angustiante si, como se piensa, Evo Morales es electo. Los izquierdistas ganan las elecciones presidenciales y parlamentarias de Uruguay, después de más de un siglo.
Los acuerdos de Brasil, Argentina y Venezuela en petróleo y otras materias van más allá de lo previsible. (Hay que alimentar las divergencias entre Brasil y Argentina por el puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU). El Alca anda palo abajo.
El balance no termina todavía. Nadie se imaginaba hace un año que se crearía la Comunidad Suramericana de Naciones, y menos que se pudiesen reunir con los 22 países árabes. ¿Ustedes leyeron la declaración final? Cada párrafo condenaba políticas norteamericanas: mundo unipolar, hegemonismo, medidas unilaterales, concepción de terrorismo. Pero lo peor es lo que ocurrió en la OEA. Se anotaron con el salvadoreño y poquito después vieron que no servía; apoyaron al mexicano y la OEA se dividió en dos toletes de a 17 cada uno, y al borde de una segura derrota, debieron abandonar a México, y pegarse al chileno.
Así aparentaban un poco. (Años antes, había sido derrotado el candidato de EEUU a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por primera vez en la historia de la OEA, pese al lobby de Colin Powell; lo peor es que les ganó un venezolano). Luigi Einaudi (EEUU) no ocultó su malestar ante un grupo de periodistas por la influencia de Venezuela en los países angloparlantes, ( “les vende petróleo barato” ) y que sus proposiciones contaran con tantos votos como los de EEUU. Lula estuvo en Venezuela para firmar una “alianza estratégica”.
¿Qué hacer? Enviaron importantes emisarios.
Hasta un diario de extrema derecha como The Washington Times editorializó sobre el fallido viaje de Condoleezza Rice y Donald Rumsfeld, titulares del Exterior y Defensa, respectivamente, quienes buscaban como condenar a Venezuela en la OEA. En todos lados salieron con las tablas en sus cabezas. Las posiciones del presidente Lagos son de acercamiento a Venezuela.
Lo de los colombianos es el colmo, se les ocurre “pasar la página de la controversia por la compra de armas”, una bandera que Bush y sus colaboradores sacan en todas partes.
Naturalmente, coincidieron en que Chávez era el culpable de todo. En esa línea, seguirán cometiendo errores en su política interamericana. Sencillamente no se dan cuenta que los cambios que están ocurriendo en América Latina tienen sus motivaciones en cada país y en toda la región, seguramente estimulados por las noticias de lo que pasa en Venezuela. Pero si algún día escucharan a Violeta Parra, Rubén Blades y Alí Primera comprenderían mejor lo que está pasando.
Esta semana debe reactivarse el casoManuitt en la Asamblea Nacional, donde han coincidido la oposición y sectores del oficialismo. No sé cómo concluirá, supongo que quienes tienen en sus manos las decisiones correspondientes deben valorar la declaración de 10 gobernadores y de Podemos, PPT, UPV, MEP y Gente Emergente. Piden que la investigación se haga “con la transparencia necesaria, a través de una comisión especial imparcial que pueda garantizar la confiabilidad de sus resultados y el respeto unánime a estos”. El reconocimiento del PPT del error que significó el contenido de publicaciones suyas y las conversaciones bilaterales, les ayudarán a andar el camino de la reconciliación. Aunque esa investigación transparente e imparcial continúe su recorrido.
Aviso Salgo de vacaciones. Esta página se va conmigo y regresa para estar con ustedes el domingo 5 de junio.