Américo Silva, una llama encendida en Cantaura

El miércoles 28 de marzo, se realizó un emotivo acto en "Los Changurriales del Morocho Evans"; el fogón se encendió nuevamente en las afueras de la ciudad de Cantaura, en el sitio exacto donde el 4 de Octubre de 1982, la columna de humo pudo servir de guía a los pilotos de los aviones Bronco y Camberra para afinar el objetivo del sangriento operativo de exterminio  que dejó como balance los cuerpos sin vida de 23 jóvenes activistas y simpatizantes de la izquierda radical cruelmente masacrados. Se atiza la llama, mientras poco a poco el campamento guerrillero va tomando un ambiente de festejo campestre, entre hermanos, amigos y camaradas quienes en el trascurrir del día paulatinamente se incorporaron en tareas específicas previamente pautadas para la fecha. Es así como toldos, sillas, pancartas, banderas y hasta el mínimo detalle considerado en la planeación, con el transcurrir del día fueron apareciendo en la escena, digna del merecido homenaje que los militantes, amigos y simpatizantes del desmovilizado Frente Américo Silva, ofrecieron ante los restos del legendario guerrillero venezolano Américo Silva, cuyos restos exhumados esa misma mañana en San Félix, en su transito hacia la eterna morada al lado de su esposa en el cementerio de La Guairita, harían una parada en Los Changurriales,  ahí donde esos 23 jóvenes que profesaban su nombre como bandera de lucha y ejemplo de valentía ofrecieron su sangre para regar los campos fértiles de las luchas del pueblo por la construcción del socialismo en Venezuela. Con inmenso respeto, como en un santuario, ante la presencia imponente de los viejos arboles que aun muestran sus heridas de metrallas y bombas, los sobrevivientes de aquella masacre se paseaban por el campamento, ajustando detalles y declarando a los medios de comunicación. 

Mientras tanto, el fogón como símbolo de vida, demuestra que la llama sigue encendida, que el sentir revolucionario vive en la gente con el ejemplo de los mártires y héroes populares quienes solo nos convocan al combate, a la pelea y acrisolan la convicción por objetivos cada día superiores en esta lucha de siempre.

Pasadas las siete de la noche, llego el cortejo al campamento, se hizo un callejón humano; quienes vestían uniforme militar, hicieron dos columnas que sirvieron de guía para que el resto de los presentes las continuaran, como sendero de esperanza, hasta la entrada del campamento en la orilla de la carretera que conduce a El Tigre, justo en el paradero que el Gobierno de Tarek construyera allí para homenajear a los caídos en Cantaura. Los restos llegaron en una urna cubierta con la bandera de Venezuela y encima un manto de pétalos de rosas que la gente lanzaba desde sus posiciones en las columnas, mientras pasaba frente a ellos a lo largo del túnel. El Comandante “Lázaro” o Efraín Salazar,  llevo la voz cantante en los honores militares; el único Comandante sobreviviente de Cantaura “El Camarita” o Alejandro Velásquez, Víctor Chacín guerrillero sobreviviente de Cantaura,  Asdrúbal Guzmán hermano de la caída Comandante “Chepa” o Emperatriz Guzmán Cordero, venían cargando el ataúd junto con otros no menos destacados combatientes.

Fue emocionante, el despliegue de los fuegos artificiales como bombazos estruendosos y el misterio de los arboles ahí de pie testigos y guardianes del secreto de la tragedia humana. Ahora nadie corrió a apagar la candela. “Chabela” prestó su voz a Alí Primera quien se hizo presente cantando "Los que mueren por la vida"; el Gloria al Bravo Pueblo, la Internacional Socialista y el Himno del Guerrillero. Y las lagrimas por todas partes, y las consignas, los abrazos, los afectos y la solidaridad a flor de piel. Luego los discursos apasionados del “El Catire” Alcides Rondón, de Irán Aguilera en nombre del Consejo Legislativo Regional, la presencia de Rafael Vega Secretario General de Gobierno del Estado Anzoátegui, y de la orquesta sinfónica del estado, entre otras personalidades, colmaban la escena junto a los camarógrafos y fotógrafos pertenecientes a la Red Nacional de Medios Públicos, entre ellos los muchachos de VIVE TV. Mientras tanto, la parada militar, con los hermanos José Zacarías y Joel Zacarías honrando la estirpe campesina amerindia, como robles en la vigilia, cuidando el sueño del heroico comandante guerrillero Américo Silva.

El homenaje incluyó la simbólica siembra de 25 robles en los predios del campamento, uno por cada guerrillero caído en Cantaura, uno por el comandante Américo Silva y otro por su esposa, la aguerrida militante revolucionaria Argelia de Silva.

El Jueves 29 a las 9:00 am, la caravana continuó su marcha e hizo una parada en el monumento de “La Bandera” en el Peaje de “Los Potocos” en la salida de Barcelona, en donde estuvo presente el Gobernador del estado Anzoátegui Tarek William Saab. Este mismo día los restos del Comandante Américo Silva, fueron recibidos, con honores similares en la plaza Bolívar de “El Guapo”, en las faldas del cerro “El Bachiller”, por combatientes de los frentes guerrilleros Ezequiel Zamora y Antonio José de Sucre. Fernando Soto Rojas, hoy diputado y ex presidente de la AN en el periodo legislativo anterior, reconocido ex comandante guerrillero del Frente Ezequiel Zamora, cofundador de la la OR y Secretario General de la Liga Socialista hasta su disolución en el proceso de fundación del PSUV, fue el orador de orden. El viernes a las 9:00 am la marcha continúo rumbo a Caracas hacia la Sede la Asamblea Nacional donde una multitud de guerrilleros llevando el ataúd en hombros ingresaría a las instalaciones, bajo la mirada vigilante de los efectivos militares y personal de seguridad de la AN. Ahí, frente a la fuente del patio interior del palacio legislativo, estaba la comisión de diputados encabezada por Diosdado Cabello, Presidente de la AN, Blanca Eekhout, Segunda Vice-Presidente de la AN, Marelis Pérez Marcano Diputada al Parlatino, Orangel López, miembro de la Comisión Permanente de Energía, entre otros, quienes recibieron el ataúd y en hombros lo condujeron junto a la muchedumbre guerrillera hasta el interior del salón del hemiciclo, donde se le rindieron honores en capilla ardiente por resolución de la Asamblea Nacional. Ahí, confundidos entre la gente, avistamos al embajador alterno de la Republica Bolivariana de Venezuela ante la ONU y excomandante guerrillero de la O.R., Julio Escalona en compañía del “El Amiguito”, Francisco Cedeño también del C.P.M. de la OR-Liga Socialista.

De Julio Escalona quien formó filas con Américo Silva en el Frente Guerrillero Antonio José de Sucre en las montañas de Oriente, tuve la suerte de capturar su atención y compartir mi relato previo a su publicación, logrando el siguiente testimonio: …“Muchas veces, en las noches guerrilleras, en las marchas y después de los combates, Américo y yo conversamos, sobre a quien le tocaría enterrar al otro, pues la muerte era una probabilidad muy cierta en aquellos tiempos. Tan natural que hablábamos de eso, sin temor alguno, como un episodio cotidiano. Quiso la providencia y la vida, que fuese a mi a quien le tocara el día 31 de marzo a las 9.30am, más o menos, meterle el hombro, pese a mis condiciones de salud, a la urna que transportaba los restos mortales de mi compañero Américo Silva e incorporarme a la caravana que lo acompañó hasta el cementerio del este, en La Guairita. A esa cita que Américo Silva y yo pactamos hace más de 40 años, yo no podía faltar y  por alguna razón se dio la "casualidad" que he estado en el país y no en Nueva York, cuando se dieron los hechos motivo del buen relato que tú, José Ángel has hecho”. 

Continua diciendo este hombre que hoy se destaca por su discurso en defensa de la naturaleza contra el militarismo imperialista y por la vida en el planeta, dice Julio,…“Ahí, en el momento de colocar la urna en la sepultura, me tocó por petición de los familiares, particularmente de los hijos de Américo, tomar la palabra. Entonces, literalmente me tocó "enterrar" con dolor, respeto y cariño por el caído en combate, a mi compañero de la comandancia del FGAJS y de tantas otras luchas. Yo era el único compañero de comandancia de Américo Silva, presente tanto en la Asamblea Nacional como en este póstumo acto.

Luego, precisamente, por mi relación histórica con Américo Silva, fui invitado a participar en un programa radial que tiene Ítalo Américo Silva.”

Mas adelante Julio Escalona, aprovecha el intercambio para hacerme la siguiente precisión respecto a mi nota. “El CPM no fue, formalmente, de la OR-Liga Socialista. La Liga Socialista fue una organización política, no político-militar, como sí lo fue la OR. Siempre nos hemos cuidado de dejar esto bien claro. Por muchas razones que no vienen ahora al caso. Es decir, públicamente siempre negamos esa relación de subordinación de la Liga Socialista a la OR. Las causas no han desaparecido, entonces, me parece conveniente que mantengamos esa diferenciación entre la OR y la Liga Socialista. La OR tuvo al CPM (Comité Político-Militar) como máximo dirigente y la Liga Socialista a un Comité Nacional”. Este ultimo comentario arrebatado a Julio Escalona, esta relacionado con mi reconocimiento expreso a los méritos militantes que según mi opinión aquilatan a su acompañante, el leal compañero y amigo Francisco Cedeño. Aunque he tenido la oportunidad de corregir esa apreciación mía, quizá imprudente, preferí dejarla en el texto para con ello también introducir la justa aclaratoria en honor a la memoria de quienes impulsaron y defendieron las líneas políticas de la Organización de Revolucionarios, OR, y de la Liga Socialista.

La convicción de Hugo Chávez el 4F, el misterio de su declaración de entonces: “Por Ahora,…”, ofreciendo una esperanza ante la derrota, es que Hugo Chávez no venia solo, venia acompañado de Américo Silva, Víctor Soto, José Manuel “Chema” Saher, Jorge Rodríguez, Guaicaipuro, Simón Bolívar, Manuela Sáenz, Josefa Camejo y tantos otros…Así, con esa conciencia, con esa claridad Blanca Eekhout, saludaba a la multitud que pleno el salón de la Asamblea Nacional.

La llama encendida está en la Asamblea Nacional, en el espíritu combativo de Blanca Eekhout, joven rebelde, ahora parlamentaria y guía del proceso bolivariano, en la determinación de Diosdado Cabello, en su ejemplo de lealtad al pueblo y convicciones de hombre bueno. José Vicente Rangel con su fortaleza inmutable, ayer y hoy, digno, respetuoso y respetado, quien en su mensaje va entregando el testimonio de vida a las nuevas generaciones de revolucionarios.

El sábado 31 de Marzo de 2012, al cumplirse 40 años de su caída en combate, los restos del Comandante Américo Silva, fueron trasladados hasta el cementerio de La Guairita, para ser sepultados por sus hijos, Ítalo, Víctor, de más familiares, amigos y combatientes por la vida, junto a su compañera la luchadora Argelia de Silva.

En Cantaura, 25 Robles, se levantaran y sustituirán a los heridos en combate a esos que aún hoy se niegan a morir, tercos, rebeldes, verticales contando su historia a quienes les visitan.

La llama de Cantaura levanta su humareda en el mapa nacional; mayores desafíos se ciernen sobre el libertario pueblo de Bolívar, seamos dignos herederos de nuestros héroes. Honor y Gloria a Américo Silva…

jamarcano@hotmail.com



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José Angel Marcano Ortiz


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