Uno escucha a gente desempleada, adulto mayor, pensionados de IVSS, o Amor Mayor, decir: esos 130 bolívares, ese Bono de Guerra y esas otros Bonos del Carnet de La Patria, son migajas que da el gobierno para controlar y no alcanzan para nada.
Uno se encuentra a trabajadores activos de empresas del estado, ministerios, o instituciones decir, este salario es esclavo, salario de hambre, no alcanza.
En ambos casos, se obvia la condición de apremio y restricciones que confronta la economía y el aparato productivo nacional, debido al saboteo impuesto por los EE.UU. y sus socios Europeos contra Venezuela. Con el transcurrir del tiempo, el aparato comunicacional de ambos actores políticos ha centrado sus campañas, en la opinión de la población, unos para exacerbar los ánimos, convulsionar la paz social y confrontar al pueblo contra el gobierno; los otros denunciando la agresión y maniobrando para hacer funcionar el aparato del estado y sus políticas de asistencia social en condiciones de escasez y quiebra técnica. Entonces, la gente toma partido por una u otra posición, sobre todo cuando cada cual hace lo que sea necesario por endosar las culpas al adversario. En este largo lapso de calamidades y confrontación, se ha banalizado la política y no pocos sucumben, se obstinan y decepcionan, optando por desconocer argumentos y esfuerzos de protección del pueblo que ejecuta el gobierno con la administración y redistribución de los recursos en esos programas de asistencia social; es decir caen rendidos ante el poder comunicacional del aparato imperial.
MCM, y su marioneta, Don Edmundo, ofrece un salario básico por encima de USD 300 mensuales. También promete que todos los que se fueron, en esa diáspora que la confrontación provocó, regresaran al país a realizar sus proyectos de vida con una mirada hacia un futuro de progreso y contribuir con su crecimiento y desarrollo.
Promete MCM y su marioneta Don Edmundo, mejorar los servicios del sistema de salud, la educación, la economía, los servicios de agua potable, sistema eléctrico nacional, etc. Muy bien, pero también dicen ellos cómo lo pretenden hacer: PRIVATIZANDO TODO, ella, MCM está hablado clarito, no está mintiendo, no está engañando a nadie, y esa es una virtud que se le debe reconocer como líder político.
Esta bien, hay quienes están comprando la franqueza y la propuesta irreverente de MCM, y se disponen a dar un salto al vacío, como en una última apuesta desesperada, con la ilusión de <
Ahora, también uno se encuentra con trabajadores activos, por ejemplo, de PDVSA, que andan jugando al descontento, molestos y aspirando altos salarios, sin entender razones y listos para lanzarse al vacío. Lo más probable es que a estos los agarre el recorte de nómina, y seguro que ellos saben de probabilidades y estadísticas, y podrán proyectar sus escenarios personales. La promesa de MCM y su marioneta Don Edmundo, es privatizar la industria petrolera. Es decir, que estos aventureros desesperados y disociados, lo más probable le toque el sacrificio, el inmolarse, quedarse sin trabajo, y sin salario; es decir sin el chivo y sin el mecate. MCM, proyecta una reducción de personal drástica, sus asesores consideran que la industria puede funcionar eficientemente con 20 mil trabajadores, y descalifican técnicamente a los que hoy están. Quizá convoquen a muchos que se fueron con el paro petrolero del 2002. No tenemos maneras de saber cuántos trabajadores tiene PDVSA actualmente, digamos que rondan los 100 mil; lo que significa que con un recorte de personal de tal magnitud, no menos de 80 mil trabajadores pasarían a la condición de desempleados en un abrir y cerrar de ojos; ahí esta lo que fué la promesa de Milei en Argentina. Serían sólo con PDVSA, que unos 80 mil trabajadores irían a la calle, sin salario, sin prestaciones. Sumemos los de Corpoelec, Industrias básicas, Ministerios y otras instituciones.
Quiere decir que los desempleados de hoy que apoyan los aumentos salariales y se solidarizan con la clase trabajadora y sus luchas por salarios más justos, lo más probable es que sigan siendo desempleados, y sin bonos de apoyo o protección social, en un supuesto negado de un gobierno de MCM y su marioneta Don Edmundo.
Entonces, ¿que será lo que la gente que se dispone a votar por Don Edmundo no entiende?
En las condiciones de desastre y tensión social que se generarían ante medidas económicas radicales que `promete la extrema derecha: conflictos del ejecutivo con el resto de los poderes públicos, con el Poder Popular, con los trabajadores que saldrían a reclamar sus derechos; ¿cómo piensan que habrá condiciones de convivencia para que los que se fueron al extranjero puedan volver a la patria al reencuentro con la familia? Ese es un cuento caza pendejos, que sólo hurga en las emociones y promueve sentimientos de odio, rabia, envidia, e irracionalidad.
Así que MCM y su marioneta Don Edmundo está hablando clarito, eso tenemos que reconocerlo, la mujer está diciendo lo que quiere hacer con nosotros. Allá el que muerda ese peine, allá quienes estén dispuestos a saltar al vacío.
Saludos,