ASÍ SE INFLAN LAS BURBUJAS FINANCIERAS
La codicia de los banqueros de Wall Street fue uno de los factores que produjo la crisis de 2008. Ésta se montó sobre una gigantesca operación usando el crédito o la deuda, en mercados desregulados y con la implementación de instrumentos financieros llamados derivados (CDO), creados por los banqueros, financiados por los mercados, calificados como inversiones seguras que generaron groseras ganancias gracias a la burbuja creada.
Cuando el furor llegó al máximo, los aseguradores crearon otros derivados (CDS), que los banqueros usaron para apostar contra los mismos instrumentos que crearon al principio, derrumbando precios, quebrando a pequeños inversores y bancos gigantes (Lehman Brothers), ejecutando hipotecas, en fin, la perversa burbuja de crédito en EEUU produjo más de 30 millones de desempleados por todo el mundo, se trasladó a los presupuestos de gobiernos en ese mismo país y en Europa, que por rescatar a los bancos ampliaron sus déficits cayendo en una nueva crisis de deuda soberana, hay que recordar la rebaja de los bonos del Tesoro de EEUU y en el viejo continente, ello conllevó rebaja de sueldos, reducción de puestos de trabajo, recorte de pensiones, ampliación de edad para jubilaciones, y muchos otros daños colaterales. Gracias al endeudamiento irresponsable.
Es un ejemplo que en Venezuela se debe tener presente. Las últimas noticias sobre la creación de un fondo de ahorro para pagar deudas a los trabajadores públicos con otros bonos de deuda, es un asunto de cuidado y valga la comparación, porque a final de cuentas, las deudas si no son bien gestionadas terminan siendo una perversidad que desatan crisis.
La creación del bono Petrorinoco, con respaldo de una empresa petrolera, en principio es una propuesta que permitiría al Estado apalancar su deuda con el sector laboral, allí es cuando empiezan los problemas, porque se plantea pagar una deuda real con otra deuda, que sería producto de instrumentos financieros, papeles. El alza de los precios del petróleo sería un fundamento para la creación de estos instrumentos, además de que los mismos podrán ser transados en mercados de permutas (Sitme) para obtener divisas, por lo que al principio, estos bonos no tendrían mayores problemas de liquidez.
El esquema es dar dos años muertos, de modo que el trabajador que reciba el bono no podrá liquidarlo en ese lapso y evitar que una excesiva oferta de estos instrumentos provoque una caída de su precio y la deuda que el Estado tenía con el trabajador, en vez de beneficiar justamente a este último, termine más bien generando ganancias en este caso a la banca y a grandes inversores que son los que tienen músculo financiero para comprarlos masivamente y aguantarlos hasta su vencimiento. Acá el Estado echa mano del mercado.
Pero al cabo de estos dos años ocurrirá de igual manera, los bonos saldrán al mercado, la banca e inversores con alta liquidez podrán comprarlos, pero no al precio nominal sino según la oferta, calificación del bono y otros aspectos que determinarían su precio. Es muy difícil decir en dos años cuánto costaría un barril petrolero.
La salida masiva de estos bonos por parte de los trabajadores en busca de liquidez, tumbará su precio de inmediato y el beneficiario vería mermada entre 30% y 50% el valor de su acreencia, sumando a ello la inflación acumulada por años, por el tiempo en que perdió al no poderla cobrar, desde que se generó la deuda, sumando los dos años muertos.
Tendría el gobierno que calcular pagos extraordinarios o reconocer altos intereses al trabajador, que den cobertura a todo el costo con que cargaría este, desde que se origina su acreencia hasta su liquidación real, pero ello sería aumentar la oferta de dichos bonos y por supuesto una mayor caída del valor.
Así como los trabajadores en EEUU y Europa perdieron sus fondos de inversiones, millones quedaron desempleados, millones perdieron sus hogares, por una burbuja, una apuesta como la planteada por el Estado para pagar deuda laboral, será amortizada no sólo por los trabajadores que verán su acreencia reducida en valor, sino que la necesidad de liquidez para financiar esta gigantesca operación de pago, obligará al ente monetario venezolano a seguir con la expansión de la liquidez, si la situación de producción interna no se corrige, la inflación será un componente para que no sólo el mercado pague a los trabajadores la deuda del Estado, sino todos los venezolanos, con más alto costo de la vida. Así pasa ahora en el llamado Primer Mundo gracias a la codicia e irresponsabilidad de los banqueros de Wall Street. El precio del crudo, en este caso no debería caer por mucho tiempo, que es una garantía de flujo de efectivo para financiar tal operación, de lo contrario, si baja la marea, se verá quienes están desnudos.
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CNP 16478
13-04-2012