BCV aceleró ajustes cambiarios previendo situaciones sobrevenidas como la especulación con el dólar tras los anuncios de las sanciones petroleras
En el último año, el precio del dólar en Venezuela aumentó en 115,99 %, según la tasa que publica el Banco Central de Venezuela (BCV). Este incremento es similar al aumento de la liquidez monetaria (M2) que reporta el ente monetario hasta febrero de 2025, con añadido de 122,59 %. Desde octubre de 2024, la estrategia del BCV cambió, para quitar el anclaje al precio del dólar y permitir minidevaluaciones de manera sostenida. De esta manera, el banco central se preparó para situaciones sobrevenidas, como el reciente repunte del dólar paralelo y la ampliación de la brecha cambiaria.
Hasta los primeros días de abril, el dólar experimentaba en lo que iba de 2025 un aumento de 36 %. En la última semana, se produjo un salto a 50,62 %. El BCV trata de llevar el precio del dólar que se negocia en los bancos privados a una tasa cercana del dólar paralelo para cerrar la brecha cambiaria y evitar distorsiones en la economía, respecto al abastecimiento de bienes y servicios.
Después de los anuncios de la Casa Blanca, relacionados con la suspensión de las licencias petroleras para diversas empresas transnacionales, el miedo se instaló de nuevo. Se produjo una subida fuerte del dólar paralelo, en la especulación de que se pondría fin a las operaciones petroleras que han sido fuente de divisas para las transacciones con dólares a la tasa que reporta oficialmente el BCV. Como es sabido, las petroleras, en esta operación, liquidan divisas en los bancos venezolanos, para cubrir sus costos operativos en Venezuela, al realizar pagos en bolívares.
Debido a la diatriba política y a la desconfianza de sectores productivos e inversores, el dólar paralelo escaló sobre los 100 bolívares y se detuvo en esa zona. Mientras tanto, el BCV acelera para cerrar la brecha y mantener un equilibrio.
En principio hubo algunos brotes de pánico, pero aparentemente la volatilidad cesó un poco. Aquellos días de los rebrotes explosivos del precio del dólar parece que quedaron atrás, aunque para algunos sectores el reciente evento trajo amargos recuerdos.
La liquidez monetaria es uno de los combustibles del alza de precios y del dólar, debido a que es quizá la única herramienta financiera con la que cuentan el BCV y el gobierno. Al revisar los incrementos de la M2 en último año, se consigue que el promedio mensual es de alrededor 13,3 % y es en esa proporción en que el dólar está aumentando mes a mes. Durante la semana en que se produjo la reciente subida del dólar, que escaló más de 20 % en un día, y se detuvo en la zona de precios mencionada, no pudo avanzar más, debido a que también la disponibilidad de bolívares es limitada. Esto ralentiza la subida del precio de la divisa norteamericana nuevamente, hasta que haya un equilibrio otra vez.
Vale la pena recordar que la tasa de interés se encuentra en 59,39 % y que se ajusta según la variación del precio del dólar. Es decir, si el dólar sube, los intereses también, por lo que dejó de ser un "negocio" solicitar préstamos en bolívares, en la banca, para comprar dólares y esto evita que existan aumentos muchos más pronunciados como ocurrió antes de 2018.
Por ahora, se está lejos de una hiperinflación, pero también de un estancamiento o caída profunda. Si bien el precio del dólar aumenta, el de los bienes y servicios se ajusta igual, lo que evita que los inventarios se reduzcan de manera significativa. Y si bien los salarios son bajos, y los ingresos que recibe la mayor masa laboral, la del sector público, no son lo suficientemente amplios para dar cobertura al consumo mínimo de un hogar, el mecanismo de ajuste también se refleja en incrementos en bolívares de los pagos que reciben de manera indexada al incremento del precio de las divisas.
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