"Trump, al contrario, quiere un dólar débil, tasas bajas y una demanda constante de bonos del Tesoro."
Este miércoles, la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos hará el anuncio de las tasas de interés ligadas al dólar. En los mercados de futuros de fondos federales, 99 % apuesta a que la misma seguirá igual en 4,50 %, así que está descartado un recorte. El mercado apunta a dos reducciones este año, de 0,25 % cada uno, para junio y septiembre. El presidente, Donald Trump, mantiene una postura favorable a que la tasa de interés se reduzca, en el marco del vencimiento de al menos 9,2 billones de dólares de deuda. Para ir a una renegociación de deuda, la Casa Blanca quiere tasas bajas, para reducir costos. Esto ha sido la razón de llevar adelante una política hostil con los aranceles, que ha forzado una caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro.
Mientras la FED tiene la tasa en 4,50 %, los rendimientos de los bonos a 10 años están por debajo, en 4,30 % (Al momento de esta nota). Esa situación se conoce como la inversión de la curva de rendimientos. Lo anterior indica que los inversores están aceptando beneficios más bajos a largo plazo, que, a corto plazo, lo que es inusual debido al riesgo. Eso quiere decir que los inversionistas están anticipando una desaceleración económica en Estados Unidos en el corto plazo, por eso se refugian en los bonos de largo plazo, incluso por debajo de la tasa de la FED.
La Casa Blanca versus la FED
La FED mantiene las tasas altas, porque está luchando contra la inflación en Estados Unidos. Es decir, trata de fortalecer el dólar y al mismo tiempo debilitar el mercado laboral para llevar a la inflación a la meta de 2 %. Pero no lo ha conseguido, desde que comenzó a aumentar la tasa de interés desde febrero de 2022. Trump, al contrario, quiere un dólar débil, tasas bajas y una demanda constante de bonos del Tesoro. También ayuda a enfriar la economía, al recortar gastos y eliminar decenas de miles de puestos de trabajo. Además, con su política agresiva de los aranceles, logró frenar el aumento de los rendimientos de los bonos, en menos tiempo que la FED.
La Reserva Federal no podría aplicar nuevos recortes de tasas, hasta que tenga confirmada una desaceleración importante de la economía. Su criterio se basa en el mercado laboral, que mostró en el último reporte JOLTs, unos 7,74 millones de ofertas de empleo o puestos vacantes, que fueron más altos que las expectativas. Este reporte mide la cantidad de empleos en EE. UU., en los últimos 30 días, que se mantienen disponibles. Por otra parte, si la FED recorta los tipos, dará a los mercados incentivos para que la inflación rebrote, echando por tierra sus objetivos y al mismo tiempo al plan MAGA de Trump.
El plan MAGA se apoya en el mercado petrolero
El movimiento de Trump apunta a que los precios del petróleo caigan. El motivo es que, si al final se impone y logra al menos un recorte de 25 puntos básicos, al debilitar el dólar, el precio del petróleo aumentaría. Pero si tiene un mercado petrolero inundado, el impacto no sería fuerte en el precio del crudo y tampoco en la gasolina por la alta oferta y en un entorno de desaceleración económica. Es por eso que el presidente norteamericano dio un giro en lo geopolítico al buscar una negociación con Rusia para poner fin a la guerra de Ucrania.
Cabe señalar que Trump eliminó restricciones ambientales para acelerar la producción petrolera en Estados Unidos, pero desde que asumió su mandato, las plataformas de perforación activas, apenas aumentaron de 472 a 486, según los recientes datos de Baker Hughes. Es decir, apenas 2,9 %. Si hay estimaciones de una desaceleración económica y precios del petróleo más bajos, eso no va a incentivar a que exista una explosión de producción petrolera en suelo norteamericano. Así que toca mantener las operaciones en países con menos costos.
Los hutíes entran en la escena
Vladímir Putin cumplió su parte del acuerdo y pudo convencer a la OPEP+ de que el mercado petrolero aumente su producción en 2,2 millones de barriles a pesar de los bajos precios del crudo. Pero en Europa, se decidieron enfrentar a Trump, a pesar de los aranceles que se están imponiendo a la Unión Europea. La reacción no se hizo esperar en Asia y en medio del pulso global, aparecen los hutíes atacando nuevamente barcos de comercio y petroleros en el Mar Rojo, una de las rutas más importantes del comercio global. Estos responden a Irán y a Rusia indirectamente y se entiende que es parte de la presión que hace Moscú para forzar a Europa a aceptar el rendimiento de Ucrania. La acción de los hutíes, al atacar barcos petroleros, impulsa los precios del crudo y eso va en dirección contraria al plan MAGA. Además, se incrementan los costos de transporte y seguros, ya que los viajes se hacen más largos por el sur de África. Al mismo tiempo, si los precios suben, la FED tendrá más limitaciones para hacer recortes de tasas.
En la última semana, y después de tocar mínimos de $66,31, el precio del barril WTI se ubica en $68,14 por encima del soporte clave de $67. Los futuros de la gasolina en el NYMEX (RBOB), estaban cayendo desde el pasado 12 de febrero, desde máximos de $2,37, alcanzó mínimo de $2,07 y el precio rebotó a $2,20 al momento de esta nota. En el marco de la crisis en el Mar Rojo, tras los bombardeos de Estados Unidos y la respuesta de las milicias hutíes.
Se abren más frentes al plan MAGA
China, a su vez, contraataca y va en sentido contrario a Trump. Mientras en Estados Unidos promueven austeridad, los chinos acaban de anunciar planes para oficializar el aumento del gasto, lo que genera más demanda de energía y, por supuesto, precios más altos.
Todo iba marchando bien para el plan MAGA, hasta que Europa se le enfrenta defendiendo a Ucrania y ahora se vuelve a encender el Medio Oriente. Mientras tanto, a Venezuela, siguen llegando los tanqueros petroleros desde Houston y cargando asfalto y petróleo en Amuay y el Terminal de Jose, en el marco de la Licencia LG41A, que sustituyó a la Licencia 41. A pesar de toda la campaña de medios desarrollada de que Chevron tendrá que salir de Venezuela el próximo 4 de abril.
El rol de Venezuela en este tablero
Tiene la palabra este miércoles Jerome Powell, presidente de la FED. Los operadores estarán pendientes de sus palabras en la rueda de prensa, buscando insinuaciones de posibles recortes de tasas en el futuro. Pero con la nueva situación en el Mar Rojo, que está impulsando los precios del petróleo y la gasolina al alza, a Trump no le sirve, en estos momentos, tales insinuaciones, pero eso no le lleva al dólar débil que requiere. En todo esto, el crudo venezolano, y al mismo tiempo el de Guyana, cobran relevancia, ya que sus rutas no tienen problemas de ataques de milicias y sus operaciones están a una semana en barco, de Estados Unidos. Lo que no cambia, es que Trump sigue necesitando el mayor flujo petrolero posible, mientras sigue la controversia de las operaciones de Chevron en Venezuela y el reclamo del Esequibo.
El plan MAGA de Trump parece haber encontrado sus primeros obstáculos. No son asuntos irrelevantes los que tiene que enfrentar. Es talla situación de desencuentro, que Trump necesita de la mayor oferta petrolera en el mundo y Europa apoya a Ucrania a atacar instalaciones petroleras rusas. Mientras el nuevo gobierno norteamericano apunta en una dirección, el banco central va en otra. En Europa, se incrementa la desconfianza hacia Trump y pierde a un aliado valioso. Putin mueve piezas en su tablero, con el objetivo de servir a los intereses del plan MAGA y poder asestar una derrota a los europeos. En Venezuela, el flujo petrolero se mantiene, a pesar de que quedan unos 15 días para que se cumpla con la liquidación de transacciones del comercio petrolero bajo la Licencia 41, que algunos sectores de oposición aseguran, es el fin de la operación de Chevron en el país sudamericano.
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