¡Es tarea de todos!

La lucha por el Socialismo

El Socialismo es la única doctrina
política que incluye el amor
y la justicia social como precepto.

El más significativo aporte que ha dado la propuesta socialista es el recordatorio, ante la atorrante barbarie capitalista, de que somos humanos; que mas allá del referente político, económico, filosófico y sociológico del socialismo, lo mas apreciado es la convicción sobre la preeminencia del ser humano y la universalidad de sus necesidades. De allí que en nuestra opinión, la humanidad en su sano juicio, apostó y apuesta por el socialismo más por la fuerza del amor contenida en ella, que por el peso de las argumentaciones estadísticas y financieras; mas por la necesidad de salvarse, que por la imposición de un capricho individual o colectivo: evidentemente la humanidad como un solo cuerpo, consciente de la barbarie capitalista, juega a sobrevivir.

En la referencia al Socialismo descansa, como piedra angular de la civilización, el convencimiento de las limitaciones del capitalismo para resolver los problemas fundamentales del género humano, así como la innegable constatación de cómo éste y su última modalidad, el neo-liberalismo, es la mas perfecta maquinaria de destrucción que haya conocido el planeta tierra; instrumento cuya esencia es agresión contra la vida actual en todas sus manifestaciones, así como imposición e irrespeto hacia los sueños, aspiraciones y deseos de generaciones de mujeres y hombres que llegarán.

Reivindicar el socialismo es militar en la lucha contra la globalización del hambre, la desidia y la muerte, y por la generalización de la justicia, la alegría y la vida. Es la propuesta de transitar los caminos mediante los cuales el capitalismo se ha garantizado el acceso para la explotación de pueblos y convertirlos en caminatas, rieles, rutas de esperanza de una vida mejor para la gente desasistida en África, América, Oceanía o Asia. Así el socialismo es el ejercicio de la humanidad en la reconquista de sus valores, de donde se desprende que solo un gran egoísmo e ignorancia, puede conducirnos a revindicar un socialismo a la venezolana, basado en las riquezas naturales y limitado a las fronteras del país.

En ese combate por la internacionalización de la esperanza, los sueños, la solidaridad y la vida digna, así como enfrentamos la injerencia yanqui y la provocación Colombiana, tenemos también que ser milicianos y expertos combatientes contra la miseria colectiva e individual (véase la corrupción, el clientelismo, la ineficacia y las recientes elecciones primarias en el MVR). Combatir en los escenarios internacionales las malformaciones del neo-liberalismo, sin la pertinente revisión de nuestra actitud y compromiso revolucionario en el suelo patrio, es engaño a futuro; es pretender recoger buena cosecha de una nefasta siembra.

La construcción del socialismo del siglo XXI, así como la defensa y profundización de la revolución bolivariana no descansa en la cantidad de viajes a la hermana isla de Cuba, eso puede ser turismo revolucionario; tampoco en la intensidad del grito “Uh, Ah, Chávez no se va”, allí se puede estar constatando la existencia de unos buenos pulmones; tampoco en la participación en congresos, encuentros o reuniones solidarias con la revolución bolivariana, ya que muchos casos existen donde la propia familia le organiza la agenda al compatriota para que no fastidien en su casa; menos en la colección de fotos con el Presidente Chávez y con Fidel, pues eso pudiera ser una muestra de buenas relaciones públicas, y menos aún por la facilidad de cargos en el entorno gubernamental, ello es lo mas parecido al oportunismo y clientelismo de la cuarta república. No hermano, la noble construcción del Socialismo exige un cierto estado de animo, disposición de espíritu y sobre todo voluntad política-ideológica para la asunción de una ética comprensible y practicante del credo revolucionario como un apostolado de transparencia, compromiso con los mas humildes, desprendimiento y sacrificio. Apostolado que también incluye el desprecio hacia el enriquecimiento a costilla de las necesidades de los más olvidados o del erario público, la vida sencilla, la eficiencia revolucionaria y la férrea disposición a ser indetenibles en la defensa de nuestros principios y en el combate del enemigo en cualquiera de sus modalidades.

Solo seremos victoriosos en esa lucha si hoy extraemos del “kit patriota” lo superficial y propio de la sociedad que combatimos; si junto al menosprecio por el lucro, revindicamos la eficiencia en el servicio hacia los más desasistidos entre los desamparados de nuestra población, logrando así, que nuestro mismo desenvolvimiento en la cotidianidad sea el mejor argumento para que las masas abandonadas comprendan que nuestra disposición de compromiso es sincero y no una mascarada similar o peor que la de la cuarta república, logrando que millares de postergados en sus derechos humanos fundamentales compartan entusiastamente el transito hacia el socialismo.

La lucha por una economía social, sistema productivo solidario, una mejor sociedad y una vida digna por venir, es hoy la siembra de sacrificio y aprendizaje por parte de los comprometidos con la revolución bolivariana. En tal sentido, y ante la inaudita prepotencia de algunos “lideres del proceso”, cabe preguntarse: ¿Qué tal anda ese nivel de auto-exigencia en dirigentes de los partidos que apoyan el proceso y en otros tantos ministros, presidentes y directores de instituciones públicas? ¿Cómo anda esa lectura del Che y el Hombre Nuevo? y, ¿Qué tal el esfuerzo por alcanzar la mirada hasta la gran cosecha de miseria, corrupción e ineficacia que continua como la mala hierva creciendo en esta Venezuela Bolivariana?. Cosecha neo-liberal y nada socialista, a pesar del innegable esfuerzo, confrontación y discurso del Presidente Chávez desde las entrañas mismas del Estado Burgués.

Fácil no será desatar las amarras del neo-liberalismo que nos atan, difícil también será descubrir y combatir efectivamente a los enemigos internos, pero una verdad es premonitoria: Los mejores pasos hacia el Socialismo en la Venezuela de hoy, esta en el férreo ejercicio de la Contraloría Social, en la denuncia y persecución de los corruptos e ineficaces, aún siendo nuestros mejores “amigos” o “camaradas”. La lucha por el Socialismo y su modo de vida exige desalojar de nuestra mente y práctica la “solidaria” alcahuetería con los hechos de corrupción, el individualismo y clientelismo, así como ir haciendo más nuestro el: ¡PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS!


SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO


Dirección electrónica: negrohereje@hotmail.com


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Luis Villafaña M13-PNA


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