Han transcurrido 126 años del histórico Primero de Mayo, cuando obreros de Chicago (EEUU) dieron el primer grito organizado de rebelión contra la opresión capitalista.
Como esta es una historia tantas veces contada, sólo recordaremos que en 1.885 empezó a circular un “volante” entre los trabajadores llamando a la jornada del Primero de Mayo de 1886, el cual decía entre otras cosas: “Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día en que se comenzará a disfrutar de Ocho horas de trabajo, Ocho horas de descanso y Ocho horas para lo que nos de la gana”.
Ese Primero de Mayo de 1.886 los obreros de la empresa McCormick -fabricantes de maquinarias agrícolas- iniciaron las jornadas de protestas paralizando todas las actividades, dejó de salir el humo de las chimeneas. La respuesta policial del Estado burgués, en defensa de los intereses burgueses no se dejó esperar: muchos heridos, muchos atropellados y unos condenados a muerte por defender a los explotados, a sus hermanos de clase: de uno de ellos, George Engel, de origen alemán, citamos parte de su heroico , clasista y revolucionario discurso ante el Tribunal que lo mandaría a matar: “Es la primera vez que comparezco ante un tribunal norteamericano y en él se me acusa de asesino ¿Por qué razón estoy aquí? ¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que me hizo abandonar a Alemania: por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora.” Aquí también, en esta “República Libre”, en el país más rico de la Tierra, hay muchos obreros que no tienen lugar en el banquete de la vida y que como parias sociales arrastran una vida miserable”.
Bueno sería que nuestras organizaciones sindicales reprodujeran este discurso completo y lo hicieran circular entre los trabajadores como ejemplo de dignidad y consecuencia revolucionaria.
Para los obreros venezolanos, este Primero de Mayo es un día de fiesta porque estrenarán la nueva LOT que con todas las carencias atribuidas, es un paso decisivo hacia adelante. El camino aún es largo y difícil y son los trabajadores, la fuerza que produce y genera riquezas, la que debe elevar su nivel de conciencia, para poder asumir la responsabilidad fundamental en la construcción de la nueva sociedad, sin explotados ni explotadores; pero, esto no está a la vuelta de la esquina y en el músculo proletario, principalmente, es donde está el futuro. Este Primero de Mayo es de promesa para todo el pueblo venezolano.