Con más y mejor trabajo vamos a homenajear a quienes hace ya más de un siglo, un 1° de Mayo de 1886, en Chicago, el día elegido por núcleos laborales de Estados Unidos para elevar una misma voz de reclamos: ocho horas diarias de trabajo. Las fábricas, las minas, el ferrocarril, los comercios..., prácticamente no había excepción: los obreros debían cumplir jornadas de labor que llegaban hasta las l2 y l4 horas de duración.
La virulencia del momento, se exteriorizó en una dura represión, en detenciones, en posteriores penas capitales, pero se proyectó hacia el mundo como la primavera ya afirmada en el hemisferio norte, dejo de ser el día de fiestas campestres y adquirió una significación de reivindicación y de protesta.
Y así, el planeta completo desde 1930 reafirmó la dignidad del trabajador y celebra su fiesta el primero de Mayo de todos los años.
En Venezuela, hay que festejar, porque sucesivas políticas pasadas menospreciaron el valor del trabajo y le robaron al país esta fiesta. Y le dieron a cambio desocupación, precarización, exclusión y por sobre todo retrocedimos en el tiempo y los logros alcanzados fueron desvalorizados o eliminados, las garantías laborales fueron bajadas de un plumazo para dar paso a un trabajador convertido en esclavo, sin prestaciones, sin aumentos de salarios, sin logros sociales y sobre todo apartados o empujados a ghettos, cerros o barrios a merced de lo poco que podía llenar su despensa diaria.
Desde hace 13 años comenzamos a desandar aquel camino de abandono y desilusión. Y lo hicimos todos juntos. Con el esfuerzo de todos. El trabajo de todos. De los casi 30 millones de venezolanos que hoy somos.
Lo hicimos y lo hacemos con la creación de dos millones de nuevos empleos. Y la recuperación de las prestaciones. Con el Salario Mínimo justo. Y programas de capacitación para jóvenes y adultos. Con la lucha de reivindicaciones a favor del trabajo informal y las nuevas reformas del SSO.
Lo hicimos y lo hacemos ocupándonos de quienes trabajaron toda una vida. Los olvidados, los abandonados, esos adultos mayores, con quienes se hizo justicia igualando su pensión con el salario mínimo. Con una Ley de inamovilidad laboral que ya alcanza los ocho años. Y también, cuidando el futuro de los trabajadores se construye una nueva ley del trabajo con beneficios para todo el pueblo y donde se incluyen los beneficios que los gobiernos anteriores habían derogado.
Lo hicimos y lo hacemos protegiendo al empleo cuando en muchos lugares del mundo escasea, y la economía esta tocando fondo.
Lo hicimos y lo hacemos sabiendo que hace falta más. Y que todos lo vamos a seguir haciendo. Que venimos de un infierno, como decía ese gran líder Néstor Kirchner.
Desde este año el 1º de Mayo vuelve a ser un homenaje y un festejo. La nueva Ley Del Trabajo así lo dispuso y nunca más esa ley será a favor de los poderosos, porque contempla las transformaciones que eran necesarias para dignificar al trabajador.
Y lo más importante la recuperación de PDVSA, la estabilidad de los precios del crudo y los nuevos puestos de trabajo creado en revolución.
Por Venezuela, por su continuo crecimiento, los venezolanos debemos trabajar todos los días.
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