La deplorable, deficiente en inteligencia i siempre derrotada, nefasta oposición política venezolana, además de seguir conspirando, traicionando a la patria por dinero en dólares i exhibiendo cada vez más la carencia de líderes, tuvo una oportunidad de difundir en el país i en el exterior, una serie de rumores alarmantes sobre la aparente “desaparición” del presidente Chávez, por la no asistencia a la concentración en protesta por el terrorismo i el caso de Posada Carriles, i en respaldo a PDVSA, el sábado, i la no presentación del programa ALÓ PRESIDENTE el día domingo. En la tarde de hoi lunes, por haber estado ocupado en exámenes de laboratorio i luego el inicio de un tratamiento, más la partida de un colega venido de Coro que llegó con su señora a mi casa, no pude enterarme de la explicación de esa ausencia por unas 48 horas del presidente, lo que hizo alrededor de las 6:30 p.m. más o menos; pero me había enterado de los rumores i de la reacción popular por mi mejor medio informativo que es APORREA. Sin embargo, en la noche, antes de escuchar al presidente en la formidable intervención que hizo sobre el caso i luego las explicaciones sobre el socialismo i las raíces que encontramos en Simón Bolívar en su discurso ante el Congreso de Angostura i muchas otras citas de autores, etc., por casualidad pasé por el canal donde hace su deplorable programa el falso hombre de izquierda Teodoro Petkoff, quien decía que la desaparición del presidente se debía, primero al hecho de haber anunciado ruptura de relaciones con los Estados Unidos i estar contra la pared, i por eso no tener nada que decir el domingo; i luego, (cuando cambié el canal porque no soporto verle la cara de estúpido que tiene, cuando sabe que está mintiendo) mientras hablaba de una metida de pata del presidente. Aunque un amigo mío como Rodrígo Cabeza, lo haya escuchado decir al referirse a Petkoff que es su amigo, yo creo que si hubiese sido amigo de ese Teodoro (a quien escuché hablar en el Hotel del Lago hace muchos años) cuando era candidato presidencial de la izquierda i no me convenció, en lo últimos años, conociendo su “accidentada” historia personal, sus ambiciones, su falsedad i su ambigüedad para estarse colando buscando figuración, cargos i dinero, hubiese renunciado a su amistad.
Puedo opinar con fundamento, pues por años fui profesor de Filosofía de la Historia i puedo darle clases de marxismo i socialismo a este mediocre personaje que “que tenía la ideología marxista en el tuétano de sus huesos”, cada vez que escucho hablar al presidente Hugo Chávez Frías, me convenzo más de ser un hombre excepcional, inteligente i además, más estudioso que la gran mayoría de los hombres de la oposición, refiriéndome a los que se autocalifican de intelectuales. Realmente cuando expone sus ideas es diáfano, se ve que ha estudiado de lo que habla, que sabe interpretar el pensamiento de los muchos autores que lee i que, sobre el Libertador, está más enterado i ducho que el 99% de los que figuran en la oposición. Realmente da tristeza que, un mediocre como Julio Borges (cuyo apellido debe estar a años luz del Jorge Luis Borges) sea el primero que salta al ruedo para ser candidato de la oposición. Si razona como el programa que tenía en televisión para burlarse de los problemas de los demás, i aportar cero ideas, creo que sería temerario decir que pueda llegar a un 2% de votos. Empero, volviendo a Teodoro, aquel hombre que ridiculicé en la Jornadas “Luis Hómez Martínez” en Maracaibo i le pronostiqué que había pronunciado un discurso capitalista digno de Reagan o de Bush i que andaba buscando un Ministerio, me confirmó la predicción por ser él i Pompeyo Márquez, otra ruina del tiempo i de la política falsa, en otros tiempos guerrilleros de jardín (aunque con ciertos pecados graves) ministros del gobierno de Rafael Caldera, el más reaccionario presidente que, se arrastró en un discurso, de oportunidad en el Congreso, después del 4 de febrero, para volver a la presidencia, cuando ya era menos que un elefante herido. Teodoro como Pompeyo, son cadáveres políticos i una vergüenza para los verdaderos hombres revolucionarios de izquierda. Lamento no haberle escuchado más “análisis políticos”, pero es que, al ver su imagen en pantalla, no puedo soportar el asco. ¡Cómo hombres de esta calaña, engañaron durante años a muchos jóvenes que hasta ofrendaron la vida por sus ideas! Ya que el presidente ha “reaparecido” con más vigor que nunca, lo que falta a Teodoro en su programa i a Pompeyo en sus apariciones ocasionales, es que con sus brillantes “análisis” se pongan a defender a Posada Carriles. Así se mantendrán “al día, con “imagen” en prensa i en televisión i hasta quizá no les suspendan las ayudas económicas de las instituciones extranjeras destinadas al “cuido de la democracia”.
