No puede ser exitoso un procedimiento que tardó días en ejecutar un desalojo, que paralizó a la ciudad capital, que hace huir de sus hogares a miles de residentes, cuyas viviendas sufrieron impactos de proyectiles de guerra; que permite el asesinato de transeúntes inocentes, que dejó 9 presos asesinados y carbonizados, que accedió a la salida sin requisa de los detenidos, quienes llevaron consigo armas, drogas y dinero; que necesitó de un acuerdo con las mafias de los penales y que requirió como negociador al Presidente de la República. ¡Vergonzoso!
La Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y el Financiamiento del Terrorismo, de clara inspiración fondomonetarista, fue el resultado de los recientes acuerdos en seguridad de Venezuela y Colombia, asistidos por la Casa Blanca, razón por la cual se logró la total unanimidad de la Asamblea Nacional para su aprobación. ¿Son diferentes?
En el segundo gobierno de Caldera, un grupo de compatriotas nos opusimos a que el Gobierno venezolano se involucrara en la guerra de décadas existente en Colombia. Declaramos que nuestro ejército no podía servir de yunque en esa confrontación, como lo exigía el gobierno de Bogotá. Denunciamos, incluso, el uso de nuestro territorio por el ejército colombiano en acciones de rodeo y ataque a posiciones guerrilleras colombianas. Hoy, mantenemos la misma posición ante un conflicto que no es ni debe ser nuestro.
Me parece bien para la salud de los europeos, las diferencias surgidas entre Francia y Alemania sobre el manejo de la crisis financiera actual, a raíz de la salida de Sarkozy de la Presidencia francesa. La hegemonía mantenida hasta ahora por el gobierno de Ángela Merkel, como toda hegemonía, no acepta sino una posición, la suya, y ha sido dirigida en favorecer los intereses financieros, sin atender las necesidades de la gente. Ya sólo el hecho de que haya alguien que le discuta y objete sus ideas y planteamientos es positivo.
Fueron infelices las declaraciones de Capriles Radonski a la prensa colombiana sobre la delimitación de aguas marinas y submarinas al norte del Golfo de Venezuela. Sin duda sus asesores en materia internacional son ignorantes o negligentes. Trató de defenderse como pudo de unos periodistas sagaces, conocedores del tema y defensores de las intenciones expansionistas de siempre de nuestro “hermano” vecino.
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