“La felicidad es estar en paz con Dios, creas en Él o no, con el prójimo y con uno mismo”.
La Real Academia Española, define la felicidad como: “Estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien; satisfacción, gusto, contento; Suerte feliz”. La felicidad, según Wikipedia, “es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría”.
El pasado 02 de abril, en la Conferencia de la Felicidad de las Naciones Unidas, se declaró que el mundo se ha hecho más feliz con el tiempo y que “en promedio, el mundo se ha vuelto un poco más feliz en los últimos 30 años (0,14 veces de aumento)”.
Aunque no haya un índice de felicidad o una categoría que nos indique quién es feliz, estudios alrededor del mundo, tratan de descubrir quienes son más felices y cuáles factores determinan este estado de ánimo. El “Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia”, EEUU, publicó su “Reporte de la Felicidad del Mundo” (World Happiness Report), realizado a través de encuestas en más de 150 países, donde responde esas interrogantes.
Según el estudio, a nivel personal, la felicidad tiene que ver con la buena salud, mental y física; la estabilidad laboral y el bienestar familiar. El bienestar de una nación, incluso, más importante que la riqueza, se reflejan en la libertad política; los fuertes nexos sociales y la ausencia de corrupción.
Los países más felices del mundo, según este reporte, son los del norte de Europa, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Países Bajos. El puntaje promedio de evaluación de vida es de 7.6 en una escala del 0 al 10. Por el contrario, los menos felices son los países pobres en el África subsahariana, Togo, Benín, República Centroafricana, Sierra Leona, con promedio de vida de las puntuaciones de evaluación de 3,4.
En Suramérica, Venezuela, es el país más feliz y el número 19 del mundo. Es demasiado feliz, por: el fortalecimiento de la democracia; reducción de la pobreza; reducción de la desigualdad; reducción de la desnutrición; incremento del gasto social; mayor acceso al agua potable; reducción del desempleo y aumento del salario mínimo; reducción de la discriminación; igualdad de género; aumento en los servicios de salud y pensionados; erradicación del analfabetismo; mayor acceso a la educación y a la vivienda; mayor acceso a la tecnología; reducción de concentración de medios; aumento de la cooperación entre los pueblos…
Venezuela, es demasiada feliz, a pesar de: el paro petrolero; la huelga sindical y empresarial; el golpe de Estado; la violación de la Embajada Cubana; las bombas a oficinas diplomáticas de España y Colombia y del edificio donde se reunían Gobierno, oposición, la OEA y organismos internacionales; el intento de magnicidio por paramilitares colombianos y oposición; el referendo revocatorio; la muerte con explosivos del fiscal Anderson y dirigentes campesinos; el constante complot mediático nacional e internacional; el saboteo eléctrico; la agresión a trabajadores de los medios públicos; la guerra sucia y psicológica de los medios privados; los apátridas oposicionistas y tarifados por el decadente imperio gringo…
Se es “feliz” cuando logramos “objetivos” y nos “superamos” en la vida. De lo contrario, se produce la “frustración” que lleva a la” infelicidad”. Demasiado feliz, a pesar de…