Chávez más que un líder es nuestro amor hecho revolución. Chávez vino a romper esquemas, a explosionar lo establecido, a redimensionar la historia.
No es casual que nuestro Chávez haya conquistado a millones de mujeres y hombres que encendieron la llama de la emancipación contra grandes poderes económicos que tenían maltratado a nuestro pueblo.
Siendo apenas un joven soldado nuestro Chávez pario toda una juventud rebelde que más nunca durmió tranquila mientras se aniquilara al compañero de al lado, encaminados al logro de la justicia social, esa juventud ya no volvió a pensar en su espacio local de bienestar sino el de los hermanos del mundo y comprendió que nadie se salva solo, que la trasformación real solo es posible si las condiciones de todos mejoraban en colectivo.
En Venezuela antes de la llegada de la revolución chavista teníamos un país lleno de petróleo, un país rico paradójicamente habitado por pobres, un país del silencio, donde teníamos que bajar la cabeza al amo, al patrón, a los miserables que tantas veces humillaron a nuestros niños y niñas violando sus derechos a una vida digna y a un proceso de formación integral, cuya única política era el vaso de leche escolar, donde se tenían que hacer inmensas colas por un par de zapatos de caucho y unas camisitas que se desasían en las manos. Una realidad indignante sin lugar a dudas.
Teníamos unas fuerzas armadas domesticadas que eran utilizadas para masacrar al pueblo como ocurrió durante el Caracazo, afortunadamente se fueron macerando un conjunto de condiciones que permitieron el despertar de los niveles de conciencia de nuestros soldados patriotas y del poder popular, al tiempo que renació el ideal bolivariano.
Como proceso de construcción colectiva fue alcanzando cada vez mayores niveles de organización, lo que se inicio quizás como una rebelión fue incorporando la idea de la participación obrera, del pueblo trabajador en la calle, que rompiera con los esquemas idiotizados de la IV República, así se fue convirtiendo en un movimiento popular.
En medio de este transe Chávez fue blanco de fuertes ataque mediáticos por parte de los grandes sectores de poder que le empezaron a tener miedo, sin embargo al tiempo que recibía estos ataques, el amor del pueblo lo fue consolidando.
Se acercaban las elecciones presidenciales de 1998 en Venezuela y todas las encuestas mediáticas daban como ganadora a Irene Sáez pero absurdamente a Chávez ni siquiera lo nombraban, lo tenían vetado en todos los medios y cuando aparecía solo era para ser el centro de burlas y mentiras que se cayeron con el tiempo pero que todos recordamos con claridad.
Recordemos que la canalla invento que Chávez mandaba a su mujer a que sirviera un segundo plato en la mesa para Bolívar, como el loco que comando una patrulla guerrillera que ataco un puesto militar en Apure, como un loco que se subordinaba a Fidel, como un loco que quería freír la cabeza de los miembros de partidos de oposición en aceite caliente, llegando al colmo de contratar hasta a un actor que imitaba la voz de Chávez para hacerlo pasar por loco.
Ahora, ante la Misión 7 de Octubre, ya venimos preparados, conocemos las estrategias macabras de la canalla, sabemos que le gusta degradar a las personas, ponerlas en burla, exponer su vida personar para que se haga añicos, así como lo han hecho con la situación de salud de Chávez, así actúa el capitalismo, un capitalismo que es inhumado, un capitalismo vergonzoso, pero nosotros y nosotras venimos armados y armadas con la bandera de la conciencia para darle la victoria a nuestro Chávez de amor profundo.
Socióloga
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