Quienes hoy amenazan a la Venezuela Bolivariana son los mismos que casi acabaron con los primeros pobladores de Norteamérica; robaron miles de territorios a México; dividieron a Centroamérica, robaron Panamá a Colombia e hicieron uso de la bomba atómica contra el pueblo japonés. Esos, a los que les preocupa Chávez y son acérrimos defensores de la “Libertad”, recibieron como botín, en la segunda guerra mundial, lo peor del espionaje y terrorismo alemán. Igual, practicaron la camaradería con la mafia italiana; con el criminal poder sionista y de cualquier otra escoria que con sus actos ofenda la especie humana (militares y ex-gobernantes corruptos suramericanos, gusanos cubanos, terroristas centroamericanos, entre otros). Son aquellos que sembraron hambre, dolor y miseria en buena parte del mundo, destrozando pueblos y naciones en búsqueda de oro, hierro, petróleo, estaño, cobre y, que continúan en esa onda.
Hablamos de la fuerza imperial mas bestial que civilización alguna haya conocido. Sujetos que masacraron mujeres, niños y ancianos en Viet-nam; gobierno que agrede a Afganistán e Irak, mientras amenazan a Siria, Corea del Norte, Irán, Cuba, Venezuela y llaman Vieja a Europa. Hablamos de la única “democracia” en el mundo que no tiene oposición porque los gérmenes de ésta los eliminó sistemáticamente en el período de post-guerra (los Kennedy, la resistencia negra, artistas, políticos, científicos e intelectuales críticos). Nos referimos ni mas ni menos que a ese neo-fascismo que rige hoy los destinos de EEUU; y que espera controlar y dirigir al resto de la humanidad según sus “tolerantes” criterios “democráticos” e “institucionales”. Nos referimos pues, a ese adefesio político-ideológico que arremete a la Venezuela bolivariana, haciendo que nuestra defensa ante la agresión norteamericana, se convierta necesariamente en parte de la lucha de la humanidad ante un neo-fascismo que dividió al mundo en: estados sumisos dirigidos por lacayos y pueblos dignos enfrentados al Imperio.
Así que estamos en confrontación con el Imperio Yanqui; con el orden social más discriminatorio, injusto y amoral concebido por la especie humana; con la potencia mundial que mas destrucción y muertos ha producido en las últimas décadas; con esa maquinaria de guerra que casi extirpa todo rastro referido al origen de nuestra civilización en el marco de su criminal agresión a Irak. Pareciera que el cruce sionismo, fascismo, mafia siciliana y gusanos cubanos está dando sus frutos: Un régimen monstruoso e inhumano que por naturaleza es terrorista y ampara terrorista, estimula actos de terrorismo y trafica con armas y drogas, tal como se constato en propio suelo colombiano al detener a oficiales norteamericanos negociando con los paramilitares y muchos años atrás, lo hizo en cantidades industriales (de drogas y armas) en el proceso de fortalecimiento de los paramilitares nicaragüenses.
Por último, casi se nos olvida, la sociedad política de quien hemos venido hablando; esa que hemos caracterizado como enemiga de la convivencia pacífica entre los pueblos, es la misma que acoge en su seno al señor Luis Posada Carriles, que entre otros gestos “heróicos por la libertad” hizo explotar un avión cubano con 73 personas a bordo, la mayoría jóvenes deportistas. De eso es que hablamos, de la cuna de la “Libertad y Democracia Occidental”; de la acogida de Luis Posada Carriles y de la imposibilidad de su extradición; de la mordaza y del lúgubre silencio de las empresas privadas de comunicación; de la ausencia de análisis y observaciones sesudas de expertos precisando si se cumplió o no con el tratado de extradición; si el hombre es un terrorista, asesino, mercenario, criminal o demócrata defensor de la Libertad del sometido pueblo cubano; si Estados Unidos es un régimen democrático o no. En fin, es la sorpresa ante la ausencia de comunicaciones y llamados de la O.E.A., Naciones Unidas o el Vaticano denunciando la arbitrariedad Norteamericana, violación de convenios, la invocación de la Carta Democrática o la clara definición del régimen norteamericano como el de un estado forajido, al margen de la ley y de la convivencia internacional. Sin embargo, como se ve que el solo hablar de un hecho obvio como lo es la criminalidad del régimen norteamericano, deja al descubierto trozos de silencio, voltear de miradas o cero comentario de pocos sectores de la población en nuestro país. Cómo se percibe que de quienes hablábamos, el gobierno norteamericano y su aberrante conducta, es la misma gente que son dueños, jefes o mecenas de quienes acá hacen de oposición “democrática” y de medios imparciales de “comunicación” de masas.
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