Vendrá una reforma grande en esta nación por medio de los militares, yo usaré lo que nadie pensó que podría usar. Traeré sanidad a las aguas de Venezuela, sanidad en los mares, haré dictar leyes que guarden las riquezas en los mares y ordenaré a los peces que vengan a las aguas de Venezuela. Yo sacudiré toda esta nación, la sacudiré, la limpiaré. Traeré a la luz todo lo escondido, haré que una gran corrupción que ha estado oculta salga a la luz. Será un tiempo de sacudón donde muchos se preguntarán ¿Qué está pasando?. Y después que ocurra este sacudón, conmoveré los cimientos de esta nación, y luego vendrá un avivamiento y abundancia, y todos conocerán que Yo estoy en Venezuela”. Profeta. Cindy Jacobs (Estados Unidos-1997)
Este fragmento pertenece al libro “Posición Política o de Reino” que la Organización “Centro Cristiano para las Naciones” publicó en el año 2006, un libro que planteaba para ese entonces porque las cosas cambiaron años después cuando esta organización trataba de comprender los tiempos que Venezuela estaba viviendo, los cambios que se avizoraban para el país, el conflicto de clase y político, una voz pastoral que trataba de levantarse y dar orientación, y sobre todo fijar una posición para ellos “profética” aunque para mí “Política” a favor del proceso revolucionario, cosa que es raro en una organización confesional no católica en el país donde la voz cantante, aunque adversa, la ha tenido la dirigencia política de la Iglesia Católica como es ya parte de su tradición desde los tiempos de Simón Bolívar.
Pero déjenme compartir ese momento que después me llevó a escribir “Chávez en la Profecía” que con humildad expreso, ser uno de los artículos más leídos desde que comencé a escribir para esta página Aporrea. Para ese entonces muy consustanciado con el mover espiritual de esta Iglesia Carismática de expresión Protestante, que bajo la dirección profética de entonces estaba muy atenta a lo que Dios comenzó hacer en Venezuela.
Recuerdo, o recordemos, porque hay amistades de mi página Facebook que leerán esto, y saben de la posición político-profética que asumía esta iglesia para ese momento, y en uno de los tantos Congresos Internacionales que realizaban y que tenía como fin traer de otras naciones a líderes, pastores, apóstoles y profetas con un pensamiento no tradicionalista que compartieran con los miles de asistentes en el Poliedro de Caracas los cambios que se avecinaban para América Latina, cambios que estaba supeditada a la Iglesia Cristiana no Católica en sus oraciones, profecías, trabajo de impacto social.
Fue esa noche cuando una de las internacionalista, Cindy Jacobs, con voz profética a nivel mundial, una mujer con una sensibilidad en conocer la voluntad de Dios en las naciones. Estamos hablando de una mujer no política en el estricto sentido de la palabra, sino una Ministro que no venía a fijar alguna posición política ni mucho menos partidista a favor o en contra de Hugo Chávez Frías porque para ese entonces nadie sabía lo que vendría años después con este líder y los que le adversan.
Esta mujer dejo perplejo a miles, en eso a mí, porque revolucionario como siempre, o por lo menos en esa identificación política con la Izquierda venezolana y lo que acontecía en la nación. Yo no estuve la noche que ella tuvo su participación, me lo contaron al día siguiente, quede pasmado, fue un congreso muy revelador porque muchos de los conferencistas insistían de que Dios iba hacer algo distinto en América Latina y que Venezuela sería epicentro de eso. Cuando leí después lo que esta profeta expresó esa noche la emoción fue enorme porque no solo interpretaba la profecía desde un punto de vista espiritualista, sino político y eso para mi fue una gran ventaja por la sencilla razón de que Dios, a mi parecer, haría las cosas a la inversa.
Es decir, para el mundo evangélico, por decir algo, siempre han esperado que el cambio de una nación a una vida moral, responsable, ética y de justicia fuera más efectivo y rápido si los que gobiernan y dirigen la nación sea Cristianos de verdad, consagrados a Dios, temerosos, y que gran parte de la población se volviera a Dios. A eso el mundo cristiano no católico, le llama “Avivamiento” y yo lo creo porque hay experiencias históricas bien registradas que es posible donde la nación es impactada y hay una disminución de actos delictivos, hogares destruidos, infidelidad, cambios profundos.
“Pero” yo tenía mi antena parabólica direccionada hacia otro ángulo y me atreví a decir que Dios comenzaría un cambio en otra dirección el cual sería una transformación de liberación social, un ímpetu de conciencia socio-político del pueblo venezolano que ya se corría por nuestras calles. Para ese momento creo que Chávez había ya salido de la cárcel y se estaba gestando un movimiento bolivariano en todos los barrios de Caracas.
Pasaron los años y para después el 2002 creo yo CCN había publicado el libro antes mencionado donde sistemáticamente recogió muchas de las profecías que hablaban de un cambio profundo en Venezuela como en Latinoamérica. En ese folleto se plasmó muchas cosas interesantes, el cual me inspiro en el 2006 escribir Chávez en la Profecía porque era tan evidente los cambios y lo que acontecía con Hugo Chávez en el poder que me volví a esas profecías y de cómo en tiempo en tiempo iban teniendo fiel cumplimiento cuando.
Ese folleto “Posición Política o de Reino” fue escrito por el Apóstol Raúl Ávila, inspirado en los acontecimientos del país, en su simpatía por el Presidente Chávez, en fijar una posición profética donde no se confundiera lo profético con lo político, es decir, que nadie cayera en el cuento de que esta Iglesia, muy influyente en América Latina como en otros movimientos evangélicos positivamente hablando, estaba afiliándose a un partido político, cosa que no debe suceder, y que diera una orientación a los miembros, amigos y enemigos porque recuerdo que antes de que Chávez ganará la propaganda mediática del miedo estuvo a punto de abortar el papel espiritual que esta Iglesia jugo para ese entonces.
Pero no solo fue esa razón sino que para ese momento una miembro fiel de la Iglesia, temerosa por la campaña mediática de la Derecha de una posible dictadura si Chávez ganaba, en oración le preguntó a Dios ¿Quién ganaría las elecciones Presidenciales?, según ella dice que Dios le respondió: Que no ganaría Irene Sáez porque ella representaba el espíritu Jezabelico, haciéndose alusión a una mala mujer en la Biblia que hizo mucho daño en un reinado en Israel, que no ganaría Salas Romer porque representaba el mundo oscuro, que no ganaría Alfaro Ucero porque el representaba el pasado, pero que Ganaría “Chávez” porque él continuaría lo que hace 200 años inicio su hijo…(Simón Bolívar), si todo esto es cierto estaríamos presentando a Dios muy consiente en la política venezolana y aquí se rompe muchos esquemas dentro de las Iglesias Evangélica como de católicos donde siempre se ha manejado la tesis de que la política es mala, pagana y Dios ni la toca, aunque muchos recitan a gritos ese famoso texto bíblico Paulino: “Dios pone y quita Reyes” interpretándolo más negativamente que positivamente.
Eso me sacudió más, me lleno de luz y desde entonces me alineé con el Señor porque me convencía más que El se interesa por todos los asuntos humanos en pleno siglo XX. Así fui haciendo seguimiento a lo que Chávez hacía, de todas las adversidades que se levantaban contra él y lo que representaba como también lo que acontecía a la oposición venezolana.
Raúl Ávila, a quien para ese entonces señalaba como el Chávez espiritual de la nación, porque este líder también con su estilo, visión y comprensión de las cosas trajo al mundo cristiano venezolano cambios y sacudió la conciencia evangélica a salir de la mediocridad y ser una voz para la nación, yo hoy digo de la dependencia estructural Estadounidense tal como Chávez viene haciendo en lo político, en lo económico, en lo social y cultural, allí hacía la comparación. Bueno hoy ya no estoy con Raúl Ávila y a ciencia cierta no sé si continuará con esa forma de ver las cosas como las miro yo, aunque si estoy con Chávez porque ha sido consecuente, coherente, realista logrando enormes frutos y millones le siguen.
Decía en el artículo “Chávez en la Profecía” que la profecía de Cindy Jacobs se venía cumpliendo y hoy que tengo más claridad que hace años me convenzo que detrás de todo esto que sucede en Venezuela con Chávez y la Revolución Bolivariana viene de Dios y lo diré al final, pero antes veamos algunas cosas de la estrofa que inicié esta reflexión: Veamos algunas cosas, escribo especialmente a los Protestantes, evangélicos y Católicos consientes y esperanzados en este proceso revolucionario.
“Vendrá una reforma grande en esta nación por medio de los militares,…” Cuando Cindy Jacobs dijo esto, afirmó que Dios le habló para esta profecía completa. Aunque haya militares corruptos e impíos, sin duda alguna que hoy el pueblo está más integrado con el mundo militar, de hecho Chávez no salió de un partido político de izquierda o derecha sino del seno militar, y esto marca una gran diferencia porque hemos visto que muchos de sus ministros, viceministros, directores, presidentes y hasta Gobernadores como Diputados vienen del mundo castrense y gran parte de ellos y ellas han hecho buena y sana gestión.
El mismo Chávez al quien el Pueblo llama: “Mi Comandante” evolucionó de una forma barbará como estratega y estadista en beneficio del mundo civil. Aquí ya uno puede ver el actuar de Dios y volver la mirada a la relación que Dios mismo tuvo con grandes líderes salidos del mundo militar.
“…yo usaré lo que nadie pensó que podría usar…” No sé que pasaría en la mente de Cindy Jacobs al decir esto y qué interpretaría los oyentes de primera fuente, pero para mí Dios se refería al Pueblo mismo, porque esta revolución tiene una base profunda en los más desposeídos de Venezuela que a través de distintas maneras de organizarse, movilizare como responsabilizarse en la participación directa del autogobierno, no tengo dudas de que sería lo que nadie se imaginaba usar; El Pueblo.
Decía en mí artículo “Chávez en la Profecía”, que las leyes que se estaban aprobando para benefició de la gente venía del mismo impulso de Dios en el corazón de los que legislaban y aportaban a las mismas. De hecho esta revolución es tan legítima que arrancó con una Constituyente verdadera, participativa y no de cogollos encerrados diseñando un país que favoreciera a la clase más rica y facilitará a las multinacionales como sucedió en el pasado. Para muestra un botón, esa parte que dice en la profecía:
“Traeré sanidad a las aguas de Venezuela, sanidad en los mares, haré dictar leyes que guarden las riquezas en los mares y ordenaré a los peces que vengan a las aguas de Venezuela. “ Acaso no se refería en el futuro a leyes habilitantes, en especial al respecto de salvaguardar nuestros mares y pecadores humildes como comerciantes, y que tiempo después hasta los científicos marinos anunciaron que a las costas de Venezuela volvían los peces. ¿Qué más prueba que esa?.
“Yo sacudiré toda esta nación, la sacudiré, la limpiaré.” Y es lo que viene sucediendo en estos trece años, Venezuela ha sido sacudida social y políticamente, no salimos de un susto y brinco, pero también cosas impactantes y positivas se han dado a nivel nacional. La limpieza en muchos estamentos públicos, instituciones, bancos, etc. Eso no quita que aún falte mucho por hacer.
“Y después que ocurra este sacudón, conmoveré los cimientos de esta nación, y luego vendrá un avivamiento y abundancia, y todos conocerán que Yo estoy en Venezuela”.
Aquí es donde quiero terminar. Dios obra a la inversa; primero obra en la gente común, gente no muy afecta a una Iglesia o movimiento religioso y en estos trece años es más que evidente, a mi entender Dios necesita ante que todo porque la Iglesia en sí no ha podido ver el cuadro completo y sé que hay miles de cristiano indiferentes al proceso revolucionario o lo adversan por algunas razones; una por razones ideológicas como ha sucedido con cientos de miles en la nación que crecieron bajo un sistema capitalista sin saberlo y les cuesta notar la diferencia entre una gestión municipal a una política nacional, me extendería en esto pero lo dejaré para otro momento.
Otra razón es que cuando muchas personas se afilian a una Iglesia tradicionalista sea evangélica, adventista o Mormona encuentran muchas verdades unas correctas y otras cuestionables, pero hay un común denominador que es el apoliticismo, es decir plantean el bien para una nación pero desde una perspectiva de índole netamente espiritual; muchos hasta se convencen que tener un concejal, diputado o gobernador cristiano en el poder es un bien total para el pueblo, por lo menos en lo ético no lo cuestiono, pero si es un hombre o mujer desconectado de lo ideológico o no precisa esto en su agenda tenderá siempre apoyar “La Derecha” por ese lavado cerebral que le dan de que “La Izquierda”, o el “Socialismo” y mucho más el “Comunismo” es peligroso para la fe porque persigue a los cristiano los encarcela, los mata o les prohíbe sus cultos y creencias, como si la Derecha no hiciese lo peor como es manipularlos, usarlos, hundirlos en la pobreza y la exclusión.
Ahora creo que Dios muy pacientemente ha levantado hombres y mujeres con un espíritu social y de justicia muy arraigados y que no han necesitado de alguna confesión pública, hacen las cosas bien, aunque hay un factor muy importante y es esa conexión que tienen con el Pueblo cosa que carece mucho la Iglesia que muchas veces ven como el capitalismo, a la gente como mercancía, quiero decir que hay una gran barrera entre “Soy Cristiano” y tú “Mundano” y es lo que hace que la voz pastoral sea débil en la nación.
Por todo lo antes escrito y coherente en lo profético, y profundamente político en lo social e ideológico es muy difícil que por trivialidades, excusas y razones sin fundamento serio deje de apoyar este proceso revolucionario y mucho menos a Chávez que no es un semi Dios, o un ángel, pero que ha demostrado con su vida el amor inmenso que tiene por esta nación. Un padre que esta nación necesitaba.
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