Como resultado del aprendizaje del hombre primitivo, que lo llevó a perfeccionar sus herramientas de trabajo, se incrementó la producción de bienes materiales por las comunidades, en cantidades superiores a lo necesario para mantener a todos sus miembros, incluidos niños y ancianos. Apareció de esta manera, la base material que permitió a la humanidad que no todos sus miembros tuvieran que trabajar para subsistir, con lo que pudo desarrollarse la creación intelectual y artística. Esto potenció la posibilidad de observar e interpretar cuidadosamente el mundo exterior, así como la elaboración de las explicaciones de su funcionamiento.
Liberadas las manos y el cerebro de algunos de la necesidad de trabajar, se dispuso de tiempo para otras actividades: dibujar, pintar, tallar, esculpir o simplemente pensar, mientras la mayoría producía para la manutención de todos, incluidos artistas y pensadores. Este incremento de productividad creo también la base material para que unos hombres trabajaran para otros sin morir en el intento. Termina la comunidad primitiva y nace la sociedad esclavista y aparecen la propiedad privada de los medios de producción, el Estado, la familia monogámica y el patriarcado.
Los pensadores, antecesores de literatos, filósofos y científicos, fueron una consecuencia directa de las divisiones sociales del trabajo ocurridas en la sociedad primitiva, que a su vez fueron efecto y causa del desarrollo de las fuerzas productivas y la división posterior entre el trabajo manual y el intelectual. Los científicos actuales son intelectuales dedicados a una producción muy particular: La de conocimientos, actividad que ha demostrado ser de vital importancia, en el desarrollo y bienestar de todas las sociedades, sin importar su modo de producción.
Los científicos constituyen un gremio o grupo humano con actividades laborales comunes, que utilizan un mismo tipo de técnicas particulares del trabajo creativo, requieren un entrenamiento específico y obtienen como productos los conocimientos. Su técnica y sus instrumentos de trabajo se asemejan a los utilizados por los profesionales. El trabajo de los científicos es mucho más intelectual que manual, pero esto no contradice su clasificación como trabajadores, incluso sujetos de explotación.
En Venezuela, las comunidades científica y académica no son idénticas como en otros países. Mientras toda comunidad científica es académica, no todos los académicos en el país son científicos, pues no todos realizan investigación científica consuetudinariamente. Esto explica las diferencias en la conducta de ambas comunidades, ante las circunstancias que las afectan, así como las diferentes expresiones de conflictividad de sus integrantes. La comunidad científica es un subconjunto del conjunto comunidad académica.
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