Alarma mediática

Ayer lunes 13 de junio, mientras revisaba canales en busca de algunas noticias, tropecé con un programa que no veo por su contenido reaccionario, fascista i deformador de la verdad, i me sorprendió una información alarmante que, el conductor del programa, exponía con una sonrisa de satisfacción contenida, advirtiendo que era expuesta a manera de “inventario” porque no comprendo que significa para él ese término; si lo que define el diccionario (DRAE), o si particularmente confunde con “inventar”, o por no confirmada. Sin embargo, al mismo tiempo expresaba que era de fuente segura “del interior” del palacio de Miraflores.



La noticia era que al presidente Chávez le habían hecho un atentado. Un oficial le disparó tres veces, pegándole dos tiros en el pecho, pero salvándose por el chaleco antibala, aunque desmayándolo los fuertes impactos; el tercer disparo pegó al escritorio. Asombrado llamé a un amigo i le pedí que localizara el canal i la novedad alarmante. Al rato, mientras yo buscaba confirmación en otros canales, me llamó para decirme que, el comunicador también decía haber recibido una llamada telefónica, en la cual le informaban que otro disparo había matado a la esposa de un alto oficial. Sin embargo, en todos los otros canales había normalidad i otras noticias. Luego, en otro programa se complementaba o aumentaba la alarma de la primera noticia, asegurando de fuente más segura que la palabra del Ministro de la Defensa i del General en Jefe de la Guardia Nacional, el estado caótico en el cual se encontraba en ese momento, la Fuerza Armada Nacional que había agredido i vejado a la Guardia Nacional i estábamos a punto de una guerra interna (más militar que civil) que se extendería o ya había comenzado a extenderse por todo el país. Por un lado, el intento de magnicidio; por otro, sencillamente la guerra fraticida, eran hechos como para alarmar a muchas personas que creen en los medios de Comunicación Social, especialmente la televisión. Si no tuviésemos la experiencia de lo sucedido en el golpe de estado i en todos los intentos de agredir al país, a su economía, a su Fuerza Armada, al Presidente de la República i en fin, al pueblo venezolano que le respalda en mayoría indiscutible, hubiésemos corrido a prepararnos para la tragedia. Estos hechos, constituyen sin lugar a dudas un delito grave que, las autoridades están en el deber de conocer, verificar, denunciar a los tribunales competentes, para comenzar a fortalecer el estado de derecho i la ética, la información verídica i el respeto a los derechos humanos de la sociedad. Por estos ejemplos de alarma barata i mal concebida, se demuestra que a veces la mediocridad de la oposición, de los comunicadores, escritores i políticos, exige algo insignificante para complementarse. A ciertas personas les cuesta hasta llegar a ser mediocres a cabalidad; o en palabras de Hebbel “Nada tan peligroso como la mediocridad que no es mediocridad por completo”.





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Roberto Jimenez Maggiolo


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