Algunos dirigentes políticos de la derecha venezolana, han cuestionado el planteamiento de ir creando otra cultura del consumo, afirmando que se debe mantener el actual sistema estructurado para generar compras compulsivas y adquisición de bienes innecesarios. Esa actitud, es abiertamente una apología a permanecer dentro del caduco y dañino modelo de vida que ha roto el equilibrio y la armonía entre los seres humanos y la naturaleza.
En principio, se han universalizado los peligros ocasionados por la explotación desmesurada e irracional de áreas geográficas inmensas, la emisión de gases y desechos industriales contaminantes, desaparición de fuentes acuíferas de agua dulce. Se sigue profundizando de manera sostenida la mercantilización de la naturaleza, muy relacionada esta idea con la exacerbación hacia hábitos de consumo masivo, ajenos a las exigencias de los ciclos vitales.El modo de producción capitalista, desató y profundiza la destrucción de la biodiversidad y de la propia especie humana, tal como lo advierten personalidades de larga y reconocida trayectoria en el campo de las luchas por los derechos sociales, la libertad y la construcción de un mundo mejor.
La generación de necesidades artificiales, producidas por la publicidad y mensajes subliminales de competencia en una estructura social de clases bien diferenciadas y con evidente desigualdad, el consumo compulsivo está acompañado por la inmisericorde explotación de la naturaleza, en el afán de extraer la materia prima contenida. Los espacios naturales son convertidos en una simple mercancía. De allí la acción desmedida y destructiva, relacionada con el enriquecimiento y surgimiento de grupos económicos poderosos de gran influencia en diferentes campos del acontecer mundial y sobre todo de la producción y el comercio.
La realidad de la guerra desatada en el Medio Oriente y el norte de África, producto de las invasiones protagonizadas por la OTAN, organismo internacional de las grandes potencias mundiales capitalistas, está totalmente en correspondencia con la estrategia de recuperación del sistema capitalista, que en la actualidad atraviesa una crisis considerada de carácter terminal. Las invasiones realizadas por las fuerzas militares de las potencias mundiales baluartes del capitalismo, tienen objetivos muy claros y dentro de ellos se pueden mencionar los siguientes: Controlar territorios y convertirlos en colonias proveedoras de petróleo y otros recursos. Evitar la influencia de esos países invadidos a otras naciones en sus luchas por la independencia y la soberanía.
Actualmente, en Venezuela se desarrolla una transformación social, la Revolución Bolivariana liderizada por el Presidente Hugo Chávez Frías, avanza en el proceso de igualdad y ha logrado una ruptura con el imperialismo norteamericano. Los medios de comunicación demonizan el proceso de cambios en nuestro país, banalizan el papel del Estado como promotor del poder popular y de la productividad. El ingreso al MERCOSUR, es cuestionado por su significado integracionista. Pero fundamentalmente porque se está erigiendo un nuevo paradigma económico, dirigido a evitar la destrucción del planeta, dentro de un modelo social distinto al capitalismo. La vida es lo primero.
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