Si un aspecto de la herencia de la cultura de la IV República es pesada para el proceso de la Revolución Bolivariana, es la referente a los cuerpos de seguridad. Dentro de ellos se anida una concepción Gomera del Poder, están por encima de todo y son la justicia y la ley de acuerdo a sus intereses, a esta altura del proceso revolucionario, cuesta mucho explicar porque siguen apareciendo miembros de los cuerpos de seguridad involucrados en diferentes delitos y procedimientos, se dice que existen en fiscalía más de 17.000 casos que involucran a cuerpos de seguridad.
Es preocupante y la Misión Toda Vida Venezuela debería tener estos números a la mano. Soy optimista la vía que hemos tomado de elevar el nivel educacional de los integrantes de los cuerpos de seguridad pudiera ser la solución, pero se siguen dando casos, desde el vigilante nuevo del Transito graduado 2 años atrás y hoy maneja orgulloso una explorer 2010, el ingreso de armas a las cárceles y pare usted de contar.
Para compartir con Ustedes mi preocupación voy a escribir textualmente la parte de una entrevista que le realizaron al actual Gobernador del Estado Anzoátegui Tarek William Saab en el Libro Chávez Nuestro de Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez, Tarek en dicho libro dice lo siguiente;
“Desesperado por salir de allí le dije a los carceleros, Ustedes me trajeron y Ustedes me llevan. No me voy a arriesgar a que me maten en la Calle. Consultaron y finalmente salimos en un carro. Iba con un tipo delante y otro atrás, a mi lado. Por el camino me dijeron que tenían hambre y que los invitara a comer arepas y también que les comprara algunas para los que se habían quedado en la Disip. Compré como 12 arepas. ¡Coño! Increíble, estos tipos te meten preso y te piden que les des comida.”
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