Visto que el la burguesía y sus partidos de ayer y hoy, trafican con la comida de la gente (puestos de trabajo) para comprar votos y obediencias, es común que tanto empleados públicos como trabajadores y obreros sean víctimas de la opresión sistemática de la élite gubernamental, pues la norma cuarto republicana era que para tener empleo había que portar el carnet del partido y obviamente opositores e independientes eran desechados.
A fin de no morir en la burocracia, el funcionario debía mostrar un currículo político que diera fe de su labor al servicio del partido gobernante, y de allí que miles de venezolanos tuvieron que acercarse forzosamente a AD y Copei para conservar su empleo, devengar un salario y alimentar a sus familias. No obstante en sus conciencias creció la indignación por el chantaje y su apoyo a Chávez fue muestra del rechazo al viejo y decadente régimen.
Comunistas y socialistas fuimos totalmente marginados del mundo del trabajo, menos los que renegaron de sus ideas a cambio de limosnas. Es por estos antecedentes que causa risa cuando el actual candidato de la burguesía promete que respetará a los empleados públicos.
jesussilva2001@gmail.comConstitucionalista. Profesor de estudios políticos e internacionales.