Lo de la gorra es lo de menos, no pienso dedicar este valioso espacio a tan trillado tema. El problema real es el discurso “nacionalistoide”, adobado por un pretendido misticismo que se cree capaz de transfigurar una prenda de vestir en un sentimiento patrio. Ser patriota por tener una cosa: curiosa “lógica” la de algunos.
Retomando lo realmente importante y antes que algún lector pueda catalogarme de exagerado, conviene sumar a esta reflexión un lúgubre ejemplo: las recientes confesiones del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, donde sin que le temblara una ceja manifestó sus pretensiones de invasión guerrerista contra Venezuela. Enseguida el comentario fue recibido con un amplio abanico de sentimientos entre esos mismos opositores que confunden el ser patriota con defender una gorra y que en no pocos casos se movieron entre la algarabía y la esperanza. Mientras, los voceros opositores que con orgullo se mostraban reunidos con el frustrado invasor, mienten de nuevo y niegan conocer esas declaraciones, como si éstas no fueron públicas, notorias y comunicacionales.
Como vemos, sigue repitiéndose la tendencia que ha caracterizado a un grueso bloque de esta oposición: una triple superposición del discurso. El primero, uno vacío soportado en lugares comunes y ausente de fuerza, contenido y propuestas concretas; el segundo, uno falso que se dice democrático pero que es capaz de aplaudir los ataques al Gobierno, aunque ellos signifiquen ataques a la Nación; el tercero, uno doble que dice amar a la Patria mientras celebra la posibilidad de su profanación. En ellos, lo de la moral de goma alcanza niveles realmente insospechados.
Este es apenas otro capítulo que muestra la magnitud de lo que se arriesga en las elecciones de octubre. Y es que esta vez como nunca está en juego la cesión de nuestra soberanía nacional, revelado en los dos proyectos de país que están tan claramente diferenciados y que más allá, contienen marcadas contrapropuestas, una nacionalista, otra entreguista.
Sólo una opción conduce a lo mejor para Venezuela. Sé que el Pueblo seguirá siendo sabio y volverá a tomar la mejor decisión.
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