Este país, el mio, el tuyo y el de todos

Nuestro país, este país que ha soportado de todo en el campo político y económico, que tuvo durante casi un siglo ingresos suficientes para haber erradicado o mejor dicho evitado los niveles de pobreza que alcanzó, un país suplidor de materias primas desde el petróleo y hierro hasta el cacao, que nos devolvieron convertidos en máquinas y cajitas con bombones. Un país que bajo los preceptos administrativos de la corrupción, creó una clase política sumisa y entreguista, que contribuyó a la perdida casi total de la nacionalidad y el patriotismo. Este país que comenzó a dibujar una salida a partir de 1989 que contuviera el avance neoliberal, de venta de todo lo inimaginable. Dijo en 1998, bueno hasta aquí llegaron estos señores y tomó el rumbo definitivo de la liberación y la soberanía.

Y que hoy podemos decir que la economía está al servicio de los que nunca fueron tomados en cuenta, de los excluídos de siempre, de los que necesitaban una mano solidaria y amiga que los enrumbara hacia mejores derroteros de paz y bienestar. Ese país que soñaron y aun sueñan muchos venezolanos y venezolanas, se está construyendo a partir de una política económica exitosa con dos años consecutivos de crecimiento, que si no hubiera sido por el golpe de 2002 y el sabotaje petrolero, estuvieramos hablando de una economía realmente fortalecida en el ámbito nacional e internacional. Ese es el momento que está viviendo nuestro país y como tal, todos y cada uno de los venezolanos debemos defender independientemente de la posición política, porque se trata del futuro de nuestros hijos, nietos, de la familia venezolana.

Si en algún momento de nuestra historia republicana, deberíamos realmente sentirnos orgullosos, es este el momento, es historia y la estamos haciendo, no la historia que siempre nos contaron, es real no es virtual, la escribiremos porque la estamos haciendo todos. Deberíamos sentirnos orgullosos de tener el presidente que tenemos, que está dando todo por el país, por su gente, por el futuro, libres de ataduras con el exterior.

A veces sentimos rabia porque creemos que las cosas deben ir mas aceleradamente y nos montamos en el carro de la desesperación y se comienza a decir y escribir cosas como si el proceso fuera un decreto, se debe sobrevaluar, meter presos a un poco de gente, no se han depurado los organismos policiales, el ministerio público no está funcionando como debe ser, las misiones tienen fallas, en pedevesa todavía hay saboteadores, hay alcaldes que no están a la altura del proceso, entre otras muchas fallas y debilidades que tiene el proceso.

Todas estas cosas no son enteramente inventos o comentarios y entonces habrá que preguntarse, es que acaso el 70% de la población que apoya el proceso vienen de otro planeta. Que arrastramos, que somos, de donde venimos. Qué pasó con nuestra cultura ciudadana, con el sentir de patria, con la querencia de la naturaleza.

Es por muchas cosas, que este tipo de problemas persisten, lo que nos obliga a pensar en el nuevo rostro, en la nueva mentalidad adaptada a los cambios profundos, porque, ilusos aquellos que todavía piensan en la marcha atrás o en el reformismo como acicate para retroceder.

El componente ideológico es muy importante, pero más allá de ello, está la creación y buenaventura del nuevo ser humano, no es nacional es mundial, se trata de inducir desde pequeños a los nuevos ciudadanos y ciudadanas, extirpar en buena medida el individualismo usurpador de la ciudadanía ejemplar, ejercer el derecho tuyo en consonancia con el mío, con el de todos, de ello se trata y por eso que este proceso revolucionario toca el alma, el corazón y hace vibrar la esencia del ser humano. Cambiemos para siempre y tendremos un mundo para todos.

Esto ha de ser así y nuestro país, lo hará ineluctablemente, el país será lo que todos nosotros queramos que sea, no hay otra manera. Sabemos quien es el enemigo externo y el interno, acaso todos conocemos el enemigo que tenemos dentro, hay que invitarlo sencillamente a que sea nuestro amigo, lo demás por añadidura.


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Rafael Febles Fajardo

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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