QUIEN SE QUIERA SUICIDAR FUERA DE SU PAÍS, QUE
SE VENGA A SER PARTE DE CUALQUIER PARTIDA
DE LOCOS QUE QUIERA INVADIR A VENEZUELA.
La lucha por la defensa de la soberanía nacional es el combate por afirmar y defender los supremos valores del ser humano, no perder el apego a esto es fundamental para la salud de los pueblos. La Venezuela bolivariana es una apuesta de sueños y esperanzas que representa un obstáculo para las fuerzas del mal en el mundo. Fuerzas que construyen planes y escenarios de confrontación e invasión a nuestras tierras.
La meta del agresores clara, sembrar el odio y la división en lo mas hondo de nuestro existir; es hacernos muerte por habernos atrevido a señalar una senda en el camino de la paz y reivindicación de los pueblos. Ese enemigo, que solo interpreta el buen vivir en la secuela del mal vivir de millones de seres humanos, nos convoca día a día a la confrontación desde su posición de fuerza. Él nos quiere tan miserable como su propio reino, pero no nos vencerá; esta inscrito que tarde o temprano iremos al combate por nuestros sueños, por nuestros padres, por nuestros pueblos hermanos y, no nos vencerán porque el nuestro es hacer caminos de justicia y libertad. De allí, que el pueblo de Bolívar se vaya disponiendo a no conocer sacrificios, a exigir y aceptar todas las practicas y ejercicios colectivos habidos y por haber; a participar, en caseríos, pueblos y ciudades de simulacros por la defensa de la patria; a despertar contagiado de esperanza en el ejercicio barrial, comunal, municipal, estadal y nacional, además de la satisfacción de sabernos en preparación constante por la defensa del país.
No ganaremos la batalla contra lo inhumano, el imperio, la agresión neocapitalista, hasta tanto no convirtamos la cotidianidad en un solo frente de lucha por la esperanza, la alegría y el respeto al digno convivir del ser humano. Que nadie nos acuse de mentalidad guerrerista, en todo caso que nos definan como pueblo precavido. Quienes gobiernan el mundo, quienes se oponen a nuestro proceso coinciden en la capacidad que tienen para sembrar el odio, la muerte, la explotación en las entrañas de los débiles, eso ha sido siempre, mucho tiempo antes de nosotros haber nacido. Es la lógica y razón de ser de su modo de vida. La lucha es por no permitir que nos contagien, con una cultura de muerte, de allí que la confrontación por la sobrevivencia no tiene limite, la lucha del pueblo bolivariano hoy, es contra siglos de egoísmo sembrado por el capitalismo.
Una reflexión que comentar
Hace poco aparecieron unos soldados japoneses que estuvieron mas de sesenta años ocultos del ejercito norteamericano en unas islas del pacífico. Eso se llama determinación a vencer. Un amigo, ante el hecho señalado y frente a la mirada de varios vecinos dijo: eso es lo que tenemos que aprender, no dejarnos vencer, y de inmediato agregó; he estado sacando unas cuentitas que ahora les voy a demostrar. En una confrontación militar determinada, un francotirador pueda tener una cosecha de 20 bajas en un mes. Si ese promedio mensual lo llevamos a años, serian unas 240 bajas; si en vez de un francotirador habláramos de 300, serian 360.000 bajas aproximadamente, que en 5 años. Recordemos, sugirió el vecino, que el francotirador tendrá como objetivo prioritario a quienes hoy hacen parte del proceso y ante la invasión y ocupación extranjera se pasen al enemigo, luego todo connacional que se preste a la ocupación y después todo extranjero sea civil, militar o asesor...y continuaba este amigo: Pero si en vez de 300 francotiradores, habláramos de 300 hombres o mujeres identificados con el proceso bolivariano, dispuestos a dar la vida por el mismo, a desarrollar iniciativas, en fin de un hombre o mujer integral sabiéndose protagonista de la Historia en defensa de la patria (parecidos a los japonesitos del cuento), su dignidad y el Socialismo, bueno, allí ya estaríamos ante la eventualidad de duplicar o triplicar la cifra: 720.000 o 1080.000 invasores dados de bajas, de marines norteamericanos o de cualquier otra nacionalidad que por asomao” perdió en tierras bolivarianas la vida
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A todo lo expuesto por el primer amigo, un segundo amigo agrego: Todo lo antes expuesto es factible, siempre y cuando la defensa de la soberanía nacional se asuma como la Guerra de todo el Pueblo, siempre que se conviertan a esos 10.000.000 a 12.000.000 aproximadamente de ciudadanos identificados con este proceso y en capacidad de ser factor activo en la defensa de la patria, en 11.000.000 de milicianos, de donde el compromiso, la conciencia revolucionaria y la técnica podría escoger no digamos a 600 francotiradores a 1.000 que sembrados en la gran cadena de montañas, quebradas, bosques, edificios y barrios que caracterizan a muchas de nuestras ciudades y poblados, serían indetenibles. Y un tercero se sumo al pequeño Pentágono Alternativo y Popular para agregar: imaginemos también la cantidad de explosivistas, envenenadores, especialistas en el uso de dardos venenosos, trampas caza-bobos, arco y flechas y otras técnicas para la defensa nacional, que sumados a estos francotiradores podrían darles de bajas al enemigo, desmoralizándolos y aliviando la labor de nuestras fuerzas armadas.
En realidad, ante tal cantidad de sugerencias y especulaciones, todas creíbles o realizables según parece, solo me basta agregar:
-Que desde las instancias institucionales, bajo convenios de las fuerzas armadas, el vice-ministerio de deporte y las comunidades organizadas, se democratice el conocimiento y uso de recursos para la práctica del tiro al blanco, lanzamiento de jabalina, arco y flecha y defensa personal.
-Estimular la realización de concursos y encuentros sobre la defensa integral de la patria, innovación popular en la carrera armamentista, innovación tecnológica en la carrera armamentista, etc.
-Utilización de los comics, caricaturas, murales, como herramientas instruccionales y pedagógicas sobre la defensa integral, primeros auxilios, sistemas y situaciones de contingencias..
-Simulacros de comunicaciones en emergencia combinando los medios comunitarios, radio bemba, medios de comunicación institucionales y militares.
-Simulacros de movilización, evacuación y toma de objetivos con la participación de importantes segmentos de la población.
-Distribución de trípticos, dícticos y desplegables sobre características de los aviones de guerra del enemigo, sus barcos y principales armas, así como de sus grados e insignias, el pueblo debe saber cuando a dado de baja a un “chivo” o a un “chivato”.
-Mayor referencia al rol de los mercenarios, paramilitares y empresas privadas de la guerra. El pueblo venezolano, pero sobretodo el ejercito invasor tiene que entender que esta absolutamente negado cualquier escenario o posibilidad de paz alguna, de seguridad alguna mientras se encuentren en tierras bolivarianas.
Todo eso se puede hacer sin convertirnos en un pueblo esquizofrénico y amargado, todo lo contrario, siendo un pueblo alegre, entusiasta y trabajador porque esta forjando la muralla indetenible para la garantía de su futuro: LA DEFENSA INTEGRAL DE LA PATRIA.
Por último, es parte de la confrontación al agresor que conozca de estos planes, preocupaciones y ocupaciones del pueblo todo de Bolívar por la defensa integral de la Nación, pueda que ello les permita al enemigo y cuerpo de asesores, dejar la arrogancia y perversión, sopesando con una buena dosis de sentido común el costo de su agresión y la magnitud de nuestra defensa.
negrohereje@hotmail.com