Excelente análisis que sobre el artículo de Martín Guédez hace Roberto Jiménez Maggiolo. Artículo que por cierto ha levantado algunas polémicas pero ninguna como esta. Una reflexión talentosa y didáctica. Compartiendo en su totalidad lo que Martín Guédez expone, asumo también lo que el sr. Jiménez Maggiolo nos señala, algo extremadamente importante para nuestra Venezuela:
Sujetos en cargos directivos sin el menor conocimiento para su desempeño, sólo animados, no por el mero sueldo sino por la "gran oportunidad" de hacerse groseramente de los dineros del Estado, donde impera la desidia y mediocridad al mejor estilo cuartorepublicano, siempre amparados por el carnet partidista. Estamos rodeados de Thiers, donde metamos el ojo, nos encontraremos con un traidor de esa calaña.
Pareciéramos haber olvidado el "miquilenismo", el primero en salir declarando en el nefasto golpe de Estado, y como acota el Sr. Jiménez, la cantidad de atrocidades cometidas en tan sólo "47 horas", ¿qué tal una permanencia mayor?. Me pregunto ¿dónde estaban los altos dirigentes? Quien abortó este bochornoso acto fue el GLORIOSO Y BRAVÍO PUEBLO, expondiéndose al vil asesinato o desaparición física.
Soy de la opinión que ya BASTA de tanta impunidad amparado en mandatos constitucionales. NO, esta bueno YA.
Pedimos justicia para aquellos sátrapas que propiciaron el golpe de Estado y cuyas muertes no han sido vengadas. Pedimos justicia por los asesinatos de los líderes campesinos. Pedimos justicia por el asesinato del Fiscal Dánilo Anderson. Aquellos que no tengan la suficiente voluntad y agallas que se larguen y vayan a hacer carrera con los cipayos vendepatria, puede que les sea más provechoso.
Necesitamos HOMBRES PROBOS Y HONESTOS, INCORRUPTIBLES para conducir la Justicia, la Reina de todas las Virtudes (SB). Tanta iniquidad es insostenible y está rebozando la paciencia de los hombres y mujeres del común. Necesitamos hombres y mujeres que no se dejen embelesar por los cantos de sirenas (hemos visto algunos Revolucionarios codo-a-codo) compartiendo con las "elites", manipulados por los dueños del guiñol como también cita Martín Guédez en su fabuloso artículo, LOS AMOS DEL CIRCO.
Si continuamos con esta apatía no nos extrañe que en lugar de consolidar una Revolución Bonita que nos ha costado: "Sangre, sudor y lágrimas" (Churchill), se vuelva en nuestra contra y por nuestra culpa.
Pudiera extenderme citando pilones de ejemplos, lo dejo para los que sabiendo tienen mucha más responsabilidad, pero me sentiría muy mal si no nos llamamos a hacer una reflexión profunda y verdadera.
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