La conseja popular no se equivoca, cuando en el efímero derrocamiento del Presidente Chávez, en la portada del periodicucho de este sujeto, en primera página colocó: “CHAO HUGO”. No pensaba que ahora le tocaría el turno a él. Ahora resulta que a quien tenemos que decir chao es a este prepotente, intolerable y agresivo pre-candidato, cipayo y vende-patria.
Para nadie es un secreto que la supuesta pre-candidatura era solo un parapeto y más temprano que tarde se retiraría por no tener (según él) confianza en el Consejo Nacional Electoral. Ni con la alianza tripartita que eligió, tampoco resultó. Ahora aduce que son los cuadernos electrónicos los que le molestan, ya no es Jorge Rodríguez y los antiguos miembros del CNE.
Desde que tengo edad de votar nunca había visto tanta controversia con el Consejo “Supremo” Electoral que existía, donde se rotaban los miembros de los que en algún tiempo no muy remoto, se hacían llamar partidos mayoritarios. No había cuestionamiento, ni por asomo a los que dirigían ese magno Consejo, ya que entre ellos mismos se robaban los votos y hablando en término coloquial: “acta mata voto” y se resolvía la situación, pero siempre quedaban con su buena tajada, pues nada, lo que estos señores hacían era para evitar situaciones que pusieran en peligro la Democracia Representativa.
Cuando Hugo Chávez se lanza como candidato, en las condiciones más precarias, sin medios económicos, sin un partido fuertemente consolidado. Pero con un PUEBLO que ya estaba cansado de promesas electoreras ¿Qué no hicieron o dejaron de hacer los señores del Consejo Supremo Electoral? Violaron incluso, hasta la misma Constitución Nacional de 1961. Dividieron las elecciones de gobernadores y presidenciales para restarle fuerza al candidato anónimo, que venía de dar una asonada militar. Le hicieron el cerco y mandaron a los candidatos de AD y COPEI, para entonces con sendos candidatos, para apoyar la candidatura de Henrique Sala Römer, que este sí que era el “caballo” que podría derrotar a Chávez, ya que ellos sabían por medio de las encuestas que llevaban, que no tenían vida y como querían seguir medrando de los bienes y servicios de la República, y continuar con privatizando todos lo privatizable, se jugaron a Rosalinda, pero ni aún así les resultó la jugarreta.
Con su pre-campaña, este sujeto quiso aplicarnos la Cultura de la Muerte y el Miedo, pero la cosa como que no le funcionó. La mayoría del pueblo venezolano, por no decir un 80%, se ha ido concientizando y por medio de las Misiones, entre ellas la más importante, Misión Robinson, ya no cree en cuentos. 1.500.000 compatriotas venezolanos y venezolanas salieron del oscurantismo y con la Misión Identidad, donde los eternamente excluidos e invisibles no podían votar por falta de su documento que los acreditara como conciudadanos de nuestro país y más aún, sin ningún tipo de facilidades para que ejercieran el derecho al voto, consagrado en ambas constituciones, tanto en la del 61 como en la Constitución de la Republicana Bolivariana de Venezuela. Todo se lo ponían cuesta arriba. Ahora se encuentran asombrados porque el Registro Electoral aumentó en número de votantes. Es que la imbecilidad no le deja ver más allá de sus propios intereses.
Ahora el Teodoro Petkoff retira su candidatura. ¡Claro, al fin se le hizo la luz! y comprendió que su candidatura, así como ninguna otra podrá derrotar a ese coloso que se llama Hugo Chávez, quien ha cumplido no obstante, los paros, el golpe de Estado, los corralitos, las guarimbas y el más atroz y sangriento de todos, el Paro Petrolero, donde las pérdidas aún no han sido cuantificables debido al inmenso daño que esta gentuza cipaya y vende-patria le hiciera al país de todos los Venezolanos.
Teodoro… Teodoro…, dices que renuncias a tu candidatura por la poca confianza que le tienes al CNE. Mentiras… mentiras.... Sabes que tú no tienes nada que buscar. En otras oportunidades ya te habías lanzado para la Alcaldía de Caracas, y perdiste, menos ahora que te enfrentarás al mejor Presidente que ha tenido la República Bolivariana de Venezuela.
CHAO TEODORO...