El título de este escrito está copiado del diálogo de una telenovela criolla cuyo nombre no recuerdo bien. La mamá, una señora muy “sabia”, trataba de disuadir a su hija, que ya estaba a punto de dar el paso con su galán: “Chica, espera, todavía no. Sigue como vas, vuélvelo loquito, pero no cedas. ¡Vacílatelo!…¡Tu como que no conoces el valor de una promesa, Chica!”
Para mí fue toda una revelación de la psicología femenina. ¿Qué ingenuo, no? El valor de una promesa. ¿Funciona? ¡Que si funciona! ¡Claro, que funciona! Todo el que ha estado ahí, lo sabe, ¿o no?
Y es que no nos percatamos del aplique. Mordemos el anzuelo facilito, nos quedamos prendados en la esperanza de la cintura de la damisela. De ahí en adelante, andamos como foco fijo. Nos digan lo que nos digan, vamos a estar ahí, anhelantes, cual Gualberto. Así el viejo, y sobre todo la vieja, se muerdan de la rabia, así te insulten todos: “Ah, Muchacho pa’ Bobo”, la promesa la vas a tener ahí clavada en el alma, y la esperanza te va a tener parado el pensamiento. Dígalo ahí, Camarada.
La MUD es femenina, la Coordinadora Democrática era femenina. Si me lo permites, toda la dirigencia de la oposición y su mentoría extranjera han sido femeninas, y han estado manejando desde hace mas de una década esa sutil, pero efectiva estrategia de volver loquitos a sus seguidores con la eterna la promesa de llevarse a Chavez por los cachos esta vez. Y la repiten y la repiten, y les funciona y les vuelve a funcionar. Sus seguidores van de decepción en decepción, pero ahí mismo, antes que se pierda totalmente el entusiasmo, les vuelven a clavar la promesa y los bichos ahí, por estas calles, abobaítos, lelos, babiecos, como zombis: “¡Esta vez si, Carajo! ¡Ahora si cae! ¡Lo tenemos arrinconado!”
Digan lo que digan las encuestas, el informe del Grupo Bilderberg o el de Merrill Lynch, o cuanto pronóstico serio exista; así vengan y se lo digan sus papás y hasta sus mamás, nada, pana, boca abierta y mirada fija. Claro, la Globovisión ya les dio tremendo picón, y la MUD vino y les enseñó una pero no la otra. Y los tipos ahí, con el pensamiento tieso, invirtiendo todo su capital emocional. Y la dirigencia, sus mentores y la mama de la damisela relamiéndose los labios, contando anticipadamente todos esos billetes verdes que van a entrar tan facilito, con solo explotar la promesa y la esperanza de sacar de Miraflores al escogido, al Chamo Corazón del Pueblo.
Como desde hace mas de una década, y seguro por otra mas, se van a quedar con las ganas los unos, y con el billete los otros. Y El Negro ahí.
alvenmiguel@hotmail.com