Cumpliendo la palabra empeñada, el Presidente Chávez ha comenzado a tomar acciones concretas dirigidas a la consolidación de ese nuevo gobierno. Los cambios implementados recientemente en el Tren Ejecutivo pudieran interpretarse como el inicio de este viaje que ha de llevar a un destino mejor para todas y todos.
De entre estos cambios quiero destacar 2 que tienen incidencia directa en igual número de frentes donde a pesar de los grandes avances de la Revolución Bolivariana, aún se observan debilidades: la gestión pública y la comunicación. Sin menoscabo de los esfuerzos invertidos en tales áreas, es indudable que las políticas pueden mejorarse -y más allá, deben hacerlo-, en cuanto ello redunda en una mejoría integral de la calidad de vida. Por rigurosas razones de espacio, me referiré esta semana sólo al primero de estos frentes.
El recién creado Despacho Presidencial y Seguimiento de la Gestión de Gobierno asume un gran reto: garantizar no sólo el cumplimiento de los compromisos asumidos por el Gobierno sino el buen uso de los recursos dedicados tanto a éstos como en general, al funcionamiento de las instituciones públicas. Para que ello se haga realidad es fundamental facilitar y fortalecer el ejercicio contralor de la ciudadanía, siendo obligatorio trabajar estrechamente junto al Poder Popular y velar por el cumplimiento sin cortapisa de lo establecido en la Ley Orgánica de Contraloría Social. Condición esencial es que se facilite el acceso fidedigno, veraz y pertinente a la información y datos propios de los presupuestos, planes, proyectos y gestiones, acompañado oportunamente de sus respectivos avances y resultados. Comenzar a transitar en esta dirección sería tan sencillo como publicar dichos datos en plataformas electrónicas ya existentes tales como los propios portales web de las distintas instituciones. Un esfuerzo pequeño en complejidad que sería grande en ejemplo de transparencia y en facilitar el cumplimiento de la Ley y el ejercicio contralor popular (Artículo 1).
Otro buen uso de esas herramientas tecnológicas está en la habilitación de canales más efectivos de comunicación e interacción con la ciudadanía a través de las redes sociales, profundizando con ello la gestión contralora. Así debería asumirse como política la creación de canales institucionales para el despliegue de esta expresión de gobierno electrónico.
Un frente de trabajo, dos ideas. Para la siguiente columna quedan pendientes algunas reflexiones sobre la comunicación.