Durante dos años, desde mi abrupta, desconsiderada, injusta y calculada exclusión de Radio Nacional, del programa “Actores Económicos”, que se transmitía de 8:oo a 9:oo de la mañana, ha recorrido por mi cabeza un mundo de fantasías y bambalinas propias de las carnestolendas fulgurantes de colores, caramelos y disfraces. Me he preguntado desde entonces, dónde están los payasos del circo y los que cobran las entradas por el espectáculo. Quiénes se robaron mis entradas para presenciar la mediocridad desde la dirección de un medio radioeléctrico y televisivo. Hasta cierta prensa en la hora de las utilidades quien las cobra. Quién me puede decir, haber oído en la radio del Estado, solo, tan solo, una crítica a su programación, que bien nos puede guiar para comprender el concepto de burocracia en los medios del Estado.
Desde el 98 hasta un poco después del sabotaje petrolero, digamos marzo-abril 2003, me dediqué a fuerza de voluntad, sin apoyo institucional el cual solicité, a utilizar el programa para radiar elementos, realizar entrevistas, tratar de hacer de la economía un hecho sencillo a través de la didáctica como parte fundamental de la enseñanza y sobre todo a elevar el nivel de conciencia de los compatriotas con hechos concretos.
Los dos sucesos relevantes de la historia reciente como lo fueron el golpe de estado de 2002 y el sabotaje petrolero de 2002 y 2003, lo enfrentamos con la participación masiva de la gente a través de las llamadas telefónicas que rompieron record para una hora de programa. Históricos si se quiere fueron los programas realizados en conjunto con Ricardo Durán y Azize Azan, que lograron devolverle el animo y la alegría a los venezolanos en esas horas de infortunio. Programas que al estilo de La Hojilla daban al traste con cuanta información malintencionada se producía en los medios y el mundo político de la oposición. Lo bautizamos como Sistema de Respuesta Inmediata.
Sabemos que todo proceso y en particular el revolucionario tiene momentos altos y bajos, es decir, de acuerdo a ese momento muy particular se imponen determinadas actuaciones y acciones. No solo lo electoral es necesario difundirlo. En esta hora de respuestas. En esta hora en la cual los compatriotas requieren, necesitan y exigen información más información, esta no se le está dando tal cual las circunstancias la está asomando, la banalidad y la repetitividad, el protagonismo y la figuración personales ha tomado los programas en radio y televisión en los medios del Estado.
Razón tiene Rafael Cabrices, al descubrir y plantearse muchas interrogantes cuando examina, más no critica la poca participación de la gente en los programas, no estamos hablando solo de la participación para exponer situaciones particulares de tal o cual comunidad , el asunto va mucho más allá, la elevación del nivel de conciencia no se logra diciendo a cada rato, yo defiendo este proceso, no señores, la elevación del nivel de conciencia revolucionaria es a partir de la practica de los verdaderos revolucionarios.
No existe una verdadera política comunicacional dirigida a elevar el sentimiento de lucha y la conciencia revolucionaria, no solo basta decir que vamos hacia el socialismo, sino que es necesario generar las variables necesarias a través de la creación de matriz de opinión que le de a los compatriotas una guía y un espejo, una carta y su respuesta, un libro y su prólogo, la enseñanza para pescar, el alimento para nutrirse y el agua para sanar.
Si los actuales directivos de los medios del Estado, no están a la altura de los acontecimientos, en el nivel revolucionario necesario, en la condición profesional porque la costumbre hace monotonía, que le den paso a otros que tienen la visión clara acerca del momento histórico y presenten con honestidad la renuncia a los cargos que ostentan, no se trata de nada personal, es solo que los procesos en un momento determinado y este es uno, requieren de innovaciones, de acercamiento, de apertura, de consolidación. Darle paso a la caballería, montada sobre la historia, es una acción patriótica y todos lo agradeceremos. Tuvieron su oportunidad y cumplieron. Ahora le toca al poder popular que está más cerca del socialismo que mil banderas y discursos.
rafaelfebles@yahoo.com
