En Trujillo, los propios militantes y simpatizantes del PSUV y del gobierno solicitan la no reelección de Hugo Cabezas, por haberse transformado en un autócrata que desdeña la participación protagónica del pueblo, al decidir absolutamente todo lo importante en el estado Trujillo y decidirlo según su conveniencia y no de los intereses populares. Así, afirman que seleccionó a los diputados “trujillanos” actuales en la Asamblea Nacional, quienes no pertenecen a esa entidad federal; escoge solamente empresas no trujillanas para la realización de los trabajos del gobierno regional, y no reúne desde hace más de un año al equipo político del estado, ejerciendo el gobierno con un cenáculo cerrado de fieles. ¿A quién se parecerá? Los chavecistas trujillanos se inclinan por Edgar Barreto, quien fue postulado por el grupo Tupamaro, o al ex diputado Julio Moreno, pero éste no se inscribió.
En Mérida, los partidos y grupos de la alianza del llamado “Gran Polo Patriótico”: PCV, Tupamaro, MEP y Redes, decidieron no apoyar al candidato escogido por el Presidente y lanzaron la candidatura de Florencio Porras, militar retirado y anterior gobernador del estado por el sector gubernamental, quien aparentemente se ganó el apoyo merideño por su buena gestión gubernamental, lo cual en Venezuela es mucho decir. Porras, además, fue parte de los militares alzados el 4 de febrero, lo que hace más significativo que se haya ganado el apoyo de la gente del centro de Mérida, pues se trata de una población muy conservadora. Se le critica que vaya a incorporar en su equipo a algunos miembros del equipo anterior.
El candidato del PSUV es Alexis Ramírez, joven del grupo político de Tarek El Aissami, con buenas credenciales humanas y estudiantiles, diputado de la Asamblea Nacional, además de haber realizado un buen trabajo como concejal; es sin embargo, por su juventud, mucho menos conocido que Porras y le han construido la matriz de opinión de que apoyó invasiones de terrenos de la ULA durante su gestión como concejal, cosa según gente seria no necesariamente cierta. Se le ve, sin embargo, como una imposición del cogollo del PSUV. En lo personal, creo que no lo ayuda nada el apoyo vehemente, por decir lo menos, que le ha dado un viejo cuestionador resentido muy agresivo y grosero del sector docente de la universidad.
El actual gobernador, que algunos pensaron se trataba de un hombre serio y centrado en las actividades prioritarias para todos los merideños, se dedicó a construir mangas de coleo en lugar de atender los problemas de la ciudad. En la práctica hizo equipo con el Alcalde Léster Rodríguez de Copei, a quien la MUD tiene como candidato a gobernador, en la tarea nada patriótica ni cristiana de deteriorar la ciudad. Estuve hace poco en Mérida y luché para no ser sepultado por la basura y poder caminar y manejar entre los miles de buhoneros, que tienen secuestradas las calles y plazas de la ciudad. Se me dijo que forman parte de una gigantesca mafia, que tiene su sede en la Alcaldía del municipio Libertador merideño. Si las decisiones electorales hubieran tomado en cuenta la opinión de los aliados del Polo Patriótico, no se estaría en esta situación tan lamentable para la ciudad.
En Bolívar, la situación de enfrentamientos no podía ser distinta. Es quizás el estado donde se avizoraban más problemas, dadas las pugnas existentes entre las bases trabajadoras, así como militantes y simpatizantes chavecistas, con el gobernador actual Francisco Rangel Gómez, quien fue designado como candidato por el presidente Chávez para la reelección. Los enfrentamientos han ocasionado muertos, heridos y detenidos, algunos de estos últimos mediante la manipulación de tribunales y fiscales regionales; la aparición de sicarios al servicio de la gobernación, la paralización de las industrias básicas y un grave deterioro de las mismas, y el desarrollo de una corrupción gigantesca, a la sombra del gobernador.
El PCV no pudo resistir la presión de sus militantes sindicalistas, quienes claramente amenazaron con separarse de la organización si se apoyaba al candidato del Presidente: Rangel Gómez. Postuló entonces como candidato a Manuel Arciniega, hombre del estado Bolívar, ingeniero agrónomo, luchador social y con experiencia en la directiva de la CVG, quien está siendo apoyado además por Patria Pata Todos y el partido Tupamaro y puede recibir el respaldo de una parte de los militantes del PSUV descontentos con la imposición de un candidato indeseado. Otro revolucionario probo que se lanza como candidato es el abogado laboralista y luchador social consecuente Edwin Zambrano, quien venía manteniendo desde hace tiempo una actitud crítica de las políticas gubernamentales en la región, pero sin abandonar su militancia en el PSUV.
El presidente Chávez conocía muy bien la situación que se presentaría, pues en sus visitas a Guayana pudo palpar el grito de “Chávez sí, Rangel no” de los asistentes a sus presentaciones. Sin embargo, a pesar de hablar siempre de democracia participativa y protagónica, recurre a su autoridad dentro del PSUV y del proceso todo para designar a Rangel Gómez. A veces pareciera que el primer interesado en que se pierdan varias de estas elecciones es el propio Presidente, quizás para efectuar una limpieza general dentro de sus colaboradores o porque tiene otros planes con las gobernaciones y alcaldías: desaparecerlas para dar paso a la nueva institucionalidad descrita en su programa de gobierno (Poder Comunal), dependiente directamente de él y elegido sin los sobresaltos de las elecciones directas existentes en el país.
En otros estados, la situación está muy distante de estar controlada por parte del gobierno. Protestas e inscripciones de candidatos distintos a los decididos por el Presidente existen en Apure, Amazonas, Anzoátegui, Portuguesa, Sucre, Falcón y Táchira. En Monagas, el Gobierno tiene a su favor que la oposición no logró acuerdo con Briceño y, por lo tanto, va dividida. Seguiremos de cerca los acontecimientos y quizás podamos concretar otra entrega periodística sobre los mismos.
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