Uno escucha
Sus palabras donde habla de su enfermedad
Del cáncer que nuevamente
Comienza a crecer en su cuerpo
Y es la tristeza que invade nuestros ojos
Y aunque no soy el Poeta de la Revolución
Ni pretendo serlo
Le escribo, amado Presidente
Para decirle que en su piel
En sus huesos y en la textura de sus dedos
Tiembla y se estira el paisaje de Venezuela
Que en su sangre un tropel inmenso del pueblo que le ama
Estremece su poderío de galaxia alborozada
Que usted es nosotros
Y nosotros somos usted
Así que cuídese Presidente
Que esta Revolución Bolivariana
Apenas inicia su paso fulgurante del sol inmenso
Instalado dulcemente en el corazón humano
Y usted es el que conduce la manada de caballos salvajes
Al otro lugar del horizonte
Haciendo posible el paraíso
A nosotros que somos los humildes
Los que nada tenemos
Y somos sal de la tierra
canachelarosa@yahoo.com