En esta época de preocupación y comentarios altisonantes por parte del clero Venezolana o por lo menos de su cúpula. Hay factores que esa cúpula no considera no recuerda o simplemente no le preocupa.
Por ejemplo:
Los devotos de la fe cristiana en Venezuela han decaído un 30% en la última década. La iglesia evangélica ha mantenido en el mismo periodo un crecimiento del 97%. Los mormones han incrementado sus creyentes en 13% en el mismo periodo.
La asistencia a las iglesias se ha contraído en un 25%. A tal extremo que hay iglesias que han reducido sus misas, he inclusive cerrado sus puertas en la semana y abren los fines de semana.
El crecimiento de nuevas iglesias cristianas ha sido del 8% en la última década, el crecimiento de iglesias evangélicas ha sido en la misma década del 103%.
Estas cifras son las que revelan el estudio de fe de los pueblos. Se ha realizado en función de los datos aportados por las mismas instituciones religiosas.
Claro que estas cifras no afectan a los príncipes de la iglesia, ellos están por encima de esto. Poco importa que sean ellos responsables directa de esta perdida de fe, ellos se escudan o se aferran a una pobre teoría tras una cifra llamada de credibilidad la cual alcanza un 40 o 45 % y hasta esto llama la atención que la llamada fe principal en Venezuela solo sea creída por este porcentaje ¿Será que ya esa fe no es la principal?. Inclusive me ha llamado la atención la encuesta de Datanalisis (O dígame cuanto quiere que le de), donde claramente indica que la credibilidad de la iglesia se recupera o sea que se perdió en algún momento.
Lo cierto es que el círculo de cristianos cada día se reduce más, cada día hay más desconfianza hacia el clero. Y esa fe no ha caído más gracias al trabajo del día a día de aquellos curas que comparten con el pueblo, que están en los barrios que hasta en muchos casos ya comparten con los predicadores evangélicos. Mientras las cúpulas eclesiásticas siguen haciendo reuniones y reuniones con definiciones políticas.
Sabrá el nuevo papa Benedicto de esto, de esta perdida de terreno en la fe. Juan Pablo se sabia de eso, por algo sus ordenes de dejar aparte la política y dedicarse a la fe de la gente. Pero estos altos prelados nuestros, no dejaron que el cuerpo de Juan Pablo se enfriara para desenvainar sus lenguas y seguir envenenando al pueblo contra el gobierno.
En verdad esto si debería preocupar a los altos prelados Venezolanos, cada día están mas lejos del pueblo, cada día están más apartados del pueblo. Cada día están más solos.
Definitivamente estos altos prelados nuestros son los nuevos leones que mataran a los cristianos.
