Ya conocemos el panorama general de estos partidos, las fuerzas se fueron polarizando, los “absolutistas PePeros” encontraron notables coincidencias con los “moderados PSOE”; ambos encajan dentro de un conservadurismo a ultranza y de una predilección por la “mano dura”. El PSOE, no es sino una solución oportunista para evitar el desgaste de la extrema derecha en el Poder y salvar así a la Corona, como muchos años antes había acontecido con los Puritanos.
La Democracia Participativa y Protagónica: Es Gobierno del Pueblo para el Pueblo y no para unas Élites minoritarias:
De hecho, estos partidos son opuestos a cualquier género de toda transformación social o política y representan a las viejas clases poseedoras. El partido “progresista POSE”, cada vez más heterogéneo, tiene sin embargo un matiz burgués que le hace ser partido de “reformas”. La intransigencia de la Corona, los PePeros, y el PSOE que estos se denominan “socialistas” van desplazando hacia la pobreza y la miseria a gran parte de la población española.
“El Partido socialista Obrero Español declaró que su aspiración es: la abolición de clases, o sea emancipación completa de los trabajadores, transformación de la propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera, posesión del poder político por la clase trabajadora.”
“La clase trabajadora debe organizarse en partido político distinto e independiente de los demás partidos burgueses para conquistar el Poder de manos de la burguesía”, “aconsejando a los obreros que ingresasen en el Partido Democrático Socialista Obrero Español”.
El vocero político del PSOE señor Felipe González, post-morten de Franco, publicó un manifiesto-programa en la que se ratificaba la profesión de fe estrictamente socialista. Decía él: “No olvidemos que el Gobierno de Franco es como el caballo de Atila que hacía estéril el suelo que pisaba”. El manifiesto era una declaración muy completa de derechos civiles, pero su importancia no radicaba en eso, sino en la proclamación de la “República” democrática como forma de gobierno, en la defensa del sufragio universal, de la enseñanza primaria, secundaria y Pre-grado obligatorios gratuitos, la salud y los medicamentos gratis, de la protección a los más débiles, empleo y salario para satisfacer las necesidades del pueblo, en el proyecto de abolir los impuestos indirectos, de consumos de todas las trabas al comercio interior, la prosecución de la desamortización completada con la entrega a los campesinos de los terrenos baldíos de los bienes de la Iglesia y del patrimonio de los poderosos. En suma, era un programa verdaderamente democrático que, pese a ciertas incoherencias, representaba la tendencia de modernizar a España en una sociedad socialista e incorporarla al ritmo de las naciones más desarrolladas.
El Ideal de Humanidad para la vida del PSOE. Más que sentar doctrina, pretendían ofrecer método e incitación:
“Lo que presentaron era el método y ley de indagar la verdad filosófica, más la indagación y mejor, su resultado, toca a cada uno…”
De su racionalismo tampoco podía haber duda:
“La facultad soberana es la razón, que conoce los principios, las relaciones y los fines, y presta su carácter a las restantes potencias, que nos traen delante lo pasado”.
“…el saber o conocer, es un estado natural, ingénito, de nuestro espíritu”.
Pero en la órbita del pensamiento político de Felipe González corresponde a la tendencia del liberalismo del Estado monárquico. Y de su actitud ante la política práctica no cabe tampoco duda al leer estos párrafos de su discurso político.
“Es preciso comenzar por quitar los innumerables obstáculos no sólo legislativos, sino aún políticos y sociales, que en la vida pública de nuestro país, tal como es hoy, se oponen a que la Monarquía se constituya entre nosotros como un elemento libre, independiente, de vida pública”.
Sin duda, la aristocracia latifundista española comienza a participar minoritariamente en las inversiones de capital, si bien a base de valores de renta fija preferentemente estimulada por la mayor acumulación que produce el aumento de precios de consumo diario. Pero que el grueso de las capitalizaciones están en manos extranjeras lo demuestra el estado de cotizaciones del gremio oficialista de “comerciantes capitalistas” de España.
La base económica de España sigue siendo el régimen agrario latifundista con numerosas reminiscencias feudales y la inmensa mayoría de su población activa continua consagrada a la prestación de servicios, restaurantes y hotelería. La ideología medieval de los grandes propietarios orientan sus beneficios hacia los gastos de lujo, depósitos bancarios, o a lo sumo a la adquisición de títulos de la Deuda pública, pero no a intervenir en empresas manufactureras de maquinarias industriales, etcétera.
En cuanto a la clase obrera sigue desarrollándose solamente en Cataluña y en las regiones mineras y siderúrgicas del Norte. El examen somero de la sociedad española, nos enseña que la principal contradicción que existe en su seno sigue siendo la de los grandes propietarios (nobleza, Iglesia, financieros ligados al capital extranjero, comerciantes) y el conjunto del país, cuya principal masa humana y factor superlativo de la población son los empleados de la pequeña y mediana industria. El examen del desarrollo de las fuerzas de producción nos induce a pensar que sólo entran éstas en contradicción con las relaciones de producción en Cataluña, el País Vasco y algunos puntos aislados del territorio español. En los años que nos ocupan, la crisis obedece también, y en gran manera, a la fuga de capitales, a la oposición creciente entre las importaciones, el pueblo, y sectores importantes de las clases conservadoras que chocan con el régimen de camarillas.
Existe hoy en España, sobre todo en las clases pudientes, una tendencia que consideramos nociva, la tendencia de los espíritus superiores o que se creen superiores (que no es lo mismo) a “despreciar al mundo”. Parece como que hay en esta tendencia a vivir como “diletante”, dejando que los arduos asuntos los resuelva el pueblo. Probablemente no tan “extrasocial”, en estos medios que expresan la rebeldía pequeño burguesa, florece el anti-socialismo, que indujo a grandes capas de la opinión a confundir un fenómeno adjetivo de la esencia del régimen social, lo que históricamente favorece a la burguesía, ya que el pueblo piensa que sus males es el socialismo, y no el capitalismo, la burguesía, el bipartidismo, los curas y clérigos de la Iglesia Católica.
Cito a Don Miguel de Unamuno: “Cuantas cosas no se hubieran resuelto si Simón Bolívar nos libertara a nosotros los españoles”.
¡Gringos Go Home! Libertad para los cinco cubanos héroes de la Humanidad.
¡Viva la III República Socialista!
¡Pa’ Fuera los Borbones, los fascistas PePeros y los bakuninistas del PSOE!
¡ChávezViveViviráYVencerá!
¡Bolívar Vive!
manueltaibo1936@gmail.com