El análisis de las elecciones de Concejos Legislativos y Juntas Parroquiales realizada ayer domingo 7 de agosto, cuyo resultado aún preliminar por lo reciente de los acontecimientos, sin duda alguna debe ser abordado atendiendo el contexto en que se produce: el proceso de cambios, que se adelanta en Venezuela, en el cual el Poder Municipal adquiere una nueva dimensión, como dejan constancia de ello la Constitución Nacional en su Artículo 168 y la Ley Orgánica del Poder Público Municipal promulgada el 8 de junio de este año 2005, que en su Artículo 1º señala: "La presente Ley tiene por objeto desarrollar los principios constitucionales, relativos al Poder Público Municipal, su autonomía, organización y funcionamiento, gobierno, administración y control, para el efectivo ejercicio de la participación protagónica del pueblo en los asuntos propios de la vida local, conforme a los valores de la democracia participativa, la corresponsabilidad social, la planificación, la descentralización y la transferencia a las comunidades y grupos vecinales organizados."
Posicionar en los electores esta nueva dimensión del Poder Municipal, claramente expresada en la Ley, debería haber sido el compromiso de todos los medios de difusión del país. El cabal conocimiento de esa nueva dimensión habría permitido derrotar la visión anterior, de candidatos interesados en ocupar los cargos por los beneficios que podían obtener y la escasa importancia asignada a los comicios municipales en la pirámide del poder público, una de las causas de la tradicional abstención en estos procesos electorales.
Por el contrario, en lugar de colaborar, los medios comerciales de difusión masiva lanzaron una agresiva y feroz campaña "abstencionista" que favorecía la resistencia al cambio y reforzaba la visión tradicional. El esfuerzo desplegado por los sectores que apoyan el proceso de cambios, logró en parte contrarrestar esa campaña, al menos así se evidencia por las cifras preliminares ofrecidas por el ente electoral que en palabras de su Presidente Jorge Rodríguez, la abstención se ubicó en 69,18 %, cifra relativamente inferior al 76,2 % de los comicios de 2000, lo que constituye una diferencia a favor del voto de 7,1 %.(Consulte los resultados en: http://www.cne.gov.ve/noticiaDetallada.php?id=3504 )
¿Cómo reseñan algunos medios de difusión privados o Partido Mediático esta elección?
Siendo coherente con su posición abstencionista, las empresas mediáticas relegan esta diferencia en los resultados a un plano inferior ofreciendo un tratamiento superficial, omitiendo el histórico record de eventos anteriores, obviando el crecimiento demográfico y la proporción que implica dicho crecimiento con relación a la población electoral, sin lograr aún explicar cómo pese a su feroz campaña y deliberado ocultamiento de la importancia de los poderes locales y de la participación que se derivan del nuevo marco legal, hubo sin duda un avance en la comprensión del nuevo papel Poder Popular Local.
La abstención ampliamente promovida antes y durante las elecciones municipales que recién se realizaron, sirvió para dejar en evidencia que la abstención, "candidata" del "Partido Mediático" recibió una leve, pero muy significativa derrota, dada la baja que se registró ayer 7 de agosto.
Sin embargo, para los voceros del Partido Mediático, la abstención -que fuera abiertamente promovida por éste novel "partido" a través de sus espacios de opinión- habría ¡ganado! Según esos voceros el "chavismo está dividido" y los resultados son en efecto una derrota para un "régimen dizque participativo". Esa supuesta derrota era toda una "profecía anticipada".
¿Cuál es el objetivo del Partido Mediático?
El obsesivo objetivo de los voceros del "Partido Mediático", es su empeño desestabilizador, para el cual desarrollan una estrategia con el disfraz de "información" sobre el tema electoral, presentando al unísono en todos sus espacios a los "sesudos analistas"; a las "serias encuestadoras"; a sus "anclas" y "moderadores", en fin a los sempiternos "opinadores de oficio", a través de quienes amplifican los presuntos "argumentos" según los cuales una alta abstención deslegitima al "régimen". Una tesis que por cierto coincide plenamente con la expuesta por sus voceros financistas de Washington, cuando éstos últimos afirmaron que las "elecciones no garantizan la democracia", aduciendo que el Gobierno de Chávez se mantiene gracias a "técnicas legales".
El objetivo desestabilizador incluye el socavar las instituciones democráticas, por esa razón sistemáticamente se ataca al Poder Electoral cuando:
§ Se señala sin elementos de convicción o prueba en contrario la no transparencia del árbitro electoral.
§ Se hacen llamados a desconocer el dictamen del Poder Electoral.
§ Se acusa a este poder público de promover el "fraude electoral".
Afortunadamente este ataque mediático no tiene mayor incidencia a lo interno, el carácter refractario en los sectores populares ha sido constantemente demostrado. Su estridencia queda reducida reduce fundamentalmente a los sectores afectados por la "disociación psicotica", una enfermedad inoculada por el "Partido Mediático" a ciertos sectores de la clase media, que cada vez menos sigue los dictamines de este singular "Partido". Esencialmente el contenido del mensaje con el cual atacan, busca ganar adeptos allende la frontera, y es una suerte de rendición mediática de cuentas ante la National Endowment for Democracy (NED), organismo que financia su actividad conspirativa.
¿Qué representatividad tiene el partido mediáticos y sus voceros?
Ninguna es la respuesta más cercana a la realidad de estos "personajes" que deambulaban con su lenguaje abstencionista entre las páginas y los programas de los medios privados de difusión.
Ninguna, pues la mayoría de ellos no cuentan con curul alguno en los órganos legislativos, concejos municipales o parlamento. Algunos de ellos, los más recalcitrantes están en entredicho y sospechosos de actividades al margen de la Ley, al llamar abiertamente al desconocimiento del Poder Electoral y de azuzar a los electores a cometer delitos electorales.
El reto a futuro: la construcción del poder popular desde la base
El proceso de Independencia tuvo su origen en el poder más cercano a la gente, es decir, el Cabildo de Caracas, así lo recordaba recientemente el Abogado Carlos Escarrá Malavé, de allí que el poder local expresado en los Concejos Municipales y Juntas Parroquiales.
La retoma de estas unidades político-territoriales -las más pequeñas del Poder Nacional- ofrece una oportunidad a los ciudadanos organizados para afianzar el proceso de cambios, desarrollando conceptos como los Consejos Locales de Planificación Pública, el Presupuesto Participativo y la Contraloría Social contenidos en el artículo 62º y 182º de la Constitución Bolivariana, especialmente, y en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, en sus artículos 110º, 253º y siguientes.
Los Gabinetes Móviles Parroquiales (GMP) lucen desde ya como la primera prueba para las nuevas autoridades electas. El propio Presidente Hugo Chávez hizo el anuncio durante su ejercicio al voto, cuando invitó a las autoridades electas a presentar Proyectos conjuntamente con las comunidades, los que deberán contar con la participación de estas, en todas sus fases: formulación, ejecución y sobre todo el control en la gestión de los mismos.
Aprendizaje del Proceso de cambios
El Proceso Bolivariano que arranca aún antes de la aprobación de la Constitución de 1999, que se afirma con su entrada en vigencia y se consolida con los nueve procesos electorales en los cuales ha triunfado la formula del cambio que apoya al Presidente Chávez, dejan para la reflexión cuál ha de ser el nuevo reto revolucionario: la construcción del Poder Municipal, el que debe partir por entender y dar a conocer la importancia de la elección del poder local, y asumir que desde estos espacios del poder local ganados se da inicio a los procesos de organización, participación y lucha que pueden sostener y fortalecer el Proceso de Cambios.