En los artículos siguientes, el compañero Heinz Dieterich realiza dos críticas al proceso revolucionario venezolano que lidera el presidente Chávez, y que lo considera como fundamental para el avance y la consolidación de la revolución. A una de ellas nos vemos obligados a refutarla. El compañero Dieterich escribe lo siguiente.
En el artículo titulado: Venezuela. ¿Puede triunfar el Socialismo del Siglo XXI? y publicado por: www.rebelion.org del día 03/08/2005, El mismo autor plantea:
“Si la Revolución soviética se destacaba por una dualidad de procesos, la revolución burguesa y la socialista, la venezolana consta de una dimensión más: es trifacética. Coexisten, en ella, al mismo tiempo, una revolución anticolonial (contra la Doctrina Monroe), una revolución democrática burguesa y los gérmenes de una revolución socialista. El peso de la política de Chávez descansa sobre las primeras dos columnas, la tercera es apenas incipiente. Esta ponderación se debe a una razón fundamental: es imposible construir el socialismo, sin haber avanzado en las primeras dos dimensiones”.
En la misma forma repite Dieterich en una entrevista realizada por el periódico: El Tiempo, y aparecida en aporrea el día 05/08/2005, dice lo siguiente.
“No hay en el mundo un Estado con el socialismo del siglo XXI. Yo diría que la revolución venezolana intenta trascender la superestructura, la filosofía y la economía del sistema burgués.”
“Obviamente, la prioridad es la construcción de una economía de estado burgués, una tarea que no se había cumplido”. (Gran contradicción)
Con respecto a la conclusión que ha llegado el compañero Dieterich, me pregunto ¿Está todavía, en pleno siglo XXI de la globalización del capital, en vigencia para Dieterich las mismas tesis programáticas emanada de la III Internacional Comunista dirigida por Estalin, como línea política, y sin distinción alguna para todos los partidos comunistas de la época, una interpretación rigurosa del marxismo que echa a un lado las particularidades de cada país, y obligaba a desarrollar en primer lugar al capitalismo y la burguesía nacional, debido a que según ellos, Marx explica: “Solo a cierta etapa del desarrollo de las fuerzas productivas impulsadas por el capitalismo, sobrevenía el socialismo”? ¿El marxismo es una ciencia deslindada de la dialéctica?
Al parecer el compañero Dieterich olvida la dialéctica del marxismo. Creer que la gravedad rige igual para la tierra que para el espacio lo condena a orbitar de la irrealidad. El compañero indirectamente manda a unirnos y trabajar mancomunado con el capital, desarrollar una “burguesía nacional”, lo que significaría en otras palabras, seguir el Estado financiando con los recursos del pueblo, al verdugo del mismo.
El compañero Dieterich desconoce la realidad de Venezuela, desconoce su historia, creo nunca se ha molestado en conocerla, de lo contrario compartiría con muchos, que al igual que nosotros, el PCV, la EP, creemos que el contexto para construir una burguesía nacional quedó muy en el pasado, incluso nunca debió de existir tiempo para ello, razón fundamental de la derrota de las fuerzas progresistas en el mundo, y de Venezuela en el año 1958.
Venezuela posee una particularidad que escapa a la vista de nuestro compañero Dieterich, el Estado es la dueña de una de las más grandes riquezas que se esconde en el subsuelo, los hidrocarburos: el Oro Negro (Petróleo) y el aliento del diablo (Gas), de la industria encargada en producirlo y comercializarlo (PDVSA), además, también lo es dueña de los grandes complejos industriales para la generación de energía propia (CADAFE, ELECENTRO, ENELBAR), de la industria pesada (CVG), en fin, poseemos un Estado poderoso, pero estructuralmente debilitado, aislado del pueblo y la revolución, razón cuyas causa manejamos muy bien. Por otra parte, nuestra “burguesía nacional” ha sido históricamente parasitaria del Estado, su relativo desarrollo que en un pasado experimentara llegó a su fin y sin resistencia, al mismo tiempo que la globalización entrase en su era, nuestra burguesía incluyendo la banca privada pasan a ser sucursales del gran capital trasnacional, y es que, como diría Gramsci: “La burguesía no posee patria solo bolsillos”.
Pensar en la construcción de un estado burgués, no es distinto a pensar en la necesidad de cederles espacios de poder en el estado a la “burguesía nacional”, pero sabemos bien que nuestra burguesía no es mas que un instrumento del capital trasnacional, en resumen, la conclusión del compañero Dieterich, busca ceder espacios del Estado a “nuestra burguesía” parasitaria y trasnacional. Un aliado indirecto y sin querer serlo, de nuestro enemigo de clase.
Por que hoy, en plena crisis estructural del capital, definición que da Istvan Metszaros en su tremendo libro "Más allá del capital”, a la crisis económica contemporánea, el compañero Dieterich se esfuerza en dar vigencia y revivir, cual Mesías, al difunto capital. Nuestro compañero parece contradecir la predica del Presidente Chávez de comenzar ha construir el socialismo del siglo XXI al dejar como cuestión terciaria la construcción del mismo ¿Por qué no suma esfuerzos e intelecto en ayudarnos a construir las nuevas estructura del Estado que corresponda a la revolución, necesario para este contexto histórico? ¿Por qué no suma esfuerzo en construir el poder popular y la organización obrera? Espero se tomen estas criticas de manera constructiva.
Creo más bien, que nuestro compañero peca por idealista y dogmático y no por traidor al marxismo. En el y como en muchos, veo la razón por la que éticamente Marx se deslindó del marxismo.
En cuanto a su segunda crítica la compartimos a plenitud, nuestro compañero Dieterich, a diferencia de la compañera Martha Harnecker, observa e impulsa como necesidad imperiosa para asegurar la continuidad y profundización del proceso revolucionario, la creación de un partido de vanguardia y una dirección unísona, que vele por las instituciones y los cuadros, que sea vinculo y vehículo de las líneas políticas de la revolución, y evite las desviaciones ideológicas a la que personalidades como hace mención Diputado Rodrigo Cabezas, Calixto Ortega, entre otros, nos han pretendido llevar. En esto, estamos completamente en alianza.