¡Ea! ¡Les presto nuestro Plebeyo a sus “realezas”!

Difícil la situación de toda la Europa, con la excepción de no muchos países. Situación que lamentablemente, el pueblo, sufre sus peores consecuencias.

¿El problema? Un coctel, recetado y ordenado, con un toque de arrogancia; vanidad; prepotencia; inhumanidad…y sobre todo, necedad, que ha tomado un grupo de sabihondos y que ha causado una grave enfermedad, con la que están contagiando y deteriorando la vida de la gente indefensa. “Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad”. Lao Tsé, filósofo chino.

Es tal la necedad, que está provocando acciones inexplicables. Voy a tomar el ejemplo de dos países con corona, vanidad que mantienen para alardear ante el mundo entero su prepotencia de lo que fueron y que son muestra de la decadencia de ambos: España e Inglaterra.

En España, el famoso coctelito ha causado que “Cada día intentan suicidarse, más de 200 personas, ingiriendo fármacos de los más diversos”, según informes citados en el Congreso Nacional de Laboratorio Clínico que se realiza en Barcelona, sin contar los que lo hacen con otras formas y los que no ingresan a las estadísticas. El Consejo General del Poder Judicial ha precisado en un informe “que desde el inicio de la crisis económica, en 2008, se han efectuado 370.000 ejecuciones hipotecarias, 34% de las muertes son provocadas por desahucios”.

En Inglaterra sociólogos y expertos en salud de las Universidades Cambridge y Liverpool hicieron un estudio para el British Medical Jornal, donde aseguran que la “crisis económica en Inglaterra 2008-2010, ha provocado un millar de suicidios. Un 20% está relacionado con el desempleo”. ¡Ey! En Inglaterra, ya están comiendo carne de burro y de caballo mezclada con carne vacuna. La masa no está pa´ bollos.

En cambio en la República Bolivariana de Venezuela, pasa todo lo contrario: nuestra economía crece cada vez más, a pesar de la guerra permanente del oposicionismo para quebrarla; el pueblo tiene cada vez mayor calidad de vida; mejor educación; mejor salud; el desempleo sigue bajando; se construyen más viviendas dignas; se logran metas del milenio; cobran los pensionados y el pueblo come bien, los equinos no forman parte del menú… ¡Ah! Y somos uno de los países más felices del mundo.

Esto lo ha logrado nuestro Plebeyo de gorra y alpargatas de sangre roja rojita con la frente en alto, en solo 14 años de genuina democracia participativa y protagónica. Las realezas de coronas y zapatillas de sangre azul, llevan años en franca decadencia y detrimento, por el afán de seguir manteniendo ese modelo fabricante de súbditos pobres. “El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca”. Kant.

¡Ea! Les presto nuestro Plebeyo a sus realezas, para que les enseñe cómo se maneja un país y cómo funciona la verdadera democracia que trabaja a favor de las mayorías y no de un grupito de holgazanes rufianes siguiendo recetas venenosas.


Eso sí. Cumplida la Misión. Devuélvannos a Nuestro Amado Plebeyo de gorra y alpargatas de sangre roja rojita, Alma Corazón y Vida del Pueblo Venezolano y la Revolución Bolivariana.

elmersanto7@hotmail.com


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Elmer Montero

Licenciado en Comunicación Social,locutor,productor radial,escritor,compositor,músico,poeta.

 elmersanto@hotmail.com      @elmersanto

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