A Juan Pírela (Papito), un icono de la Cultura Negra Vargüense

En Vargas no se puede hablar si no tomamos en cuenta la trayectoria de ciertos imaginarios que se han convertido en icono de la cultura…, quienes durante toda su a vida se dedicaron a darlo todo por esas costas llenas de salitres que se perfuman cada vez que en sus orillas se abraza las marinas con el esplendor de sus paisajes y brota de su espesuras su gente que briba con un gran amor, cuando hace vivo en su formas decir las cosas, cuando hace referencia a esos a esos iconos que jugaron un papel importante y que hoy se presente en la forma de pensar del imaginario varguenses.

En este sentido, la historia de Vargas no se puede hacer sino tomamos en cuenta la Obra dramatúrgica que dejo el Director de Teatro Juan Pírela (papito), Imaginario que hizo sus estudio en la Escuela de Arte Escénico Juana Sujo (En Caracas - Distrito Capital) se dio el lujo de compartir escenarios y montajes con los grandes de las artes escénicas en Venezuela, además que Pírela era poeta de muy buena pluma, pintor, caricaturista y letrista, experiencia que siempre estuvo presente en los diferentes trabajos cuando teníamos que hacer un panfleto, cualquiera pancarta, comunicado u otro medios que permitiera difundir cualquier mensaje en contra de los representantes de la Cuarta República. Ese era Pírela, siempre estuvo disposición y tiempo para estar al lado de cualquiera lucha reivindicativa o política, porque era gente de izquierda (al Igual que Clemente Terán, Yulima Franco, Jazmín Franco, Ángel Orama, Alexi Rojas, Los hermanos Freddy y Henry Mendoza, Richard Olivo, Hernán Garbosa y otros que por el poco espacio no podemos nombra, pero a ellos este reconocimiento) que no se amilanaba cuando el CIFA o La DISIP, no andaban buscando y nuestras fotos aparecían en la cartelera de cualquier órgano represivo en el estado Vargas y parte de la Dto. Capital de Caracas.

Porque Pírela era gente del pueblo, que vivía en la subida del Guamayo (Parte alta de la Parroquia LA Guaira), en la Casa materna, con sus hermanos y hermanas, quienes en una primer momento no supieron entenderlo, pero después con el tiempo logró ganarse su simpatía, apoyo y orgullo, porque ese era el Juan, el hombre de Teatro que siempre andaba con el sobrero de cogollo en la cabeza o debajo de uno de sus brazos para que no se le arrugara, que vestía de manera irregular, quien no le paraba a las formalidades y se convirtió en todo un personaje que se podía visualizar desde una determinada distancia, puesto que su estereotipo lo hizo caracterizarse como un forjador de talentos que se había dedicado fundamentalmente al Teatro Político, crítico y de Vanguardia, conocer de su arte, comprometido con las luchas obreras y con el imaginario que se encuentra ubicado en los cerros, puesto que una de sus grande preocupaciones eran que ellos comprendieran el porqué del socialismo, porque era la única manera de alcanzar una mejor calidad de vida y por ello era necesario que nos uniéramos, ese era su propósito principal y en ello gastó gran parte de su vida, escribiendo para los obreros, las comunidades, el pobre, el vulnerado, el negro, la negra, el moreno, la morena, el bachaco, la bachaca, el indigente, etc., porque nunca olvidó quien era y de dónde provenía, por eso se hizo político y jamás se pudo separar de su dramaturgia y manera de dirigir una obra de teatro (Véase Portuarito, la cual termino su libreto cuando convertimos al Sindicato Unión Obrera del puerto de la Guaira, en Sede de la Federación Vargas de la Cultura Popular –FEVACUP- y después paso a ser el Centro de Animación Cultural Vargas, dirigido por Elvia Pacheco, Jesús Chucho García , Pedro Corales, Antonio José y Juan Pírela, puesto que tal proyecto se pudo lograr en el estado cuando el Dr. José Antonio Abreu. quien fungía como presidente del CONAC., logró consolidar la Sede Principal del instituto Nacional de Puertos INP., creándose el Complejo Cultural José Marías Vargas, donde en gran parte de sus espacios iba a funcionar l Sinfónica Juvenil del Estado Vargas y para ello nombró a Judith Villamediana para que se encargada de llevar a cabo tal proyecto, pero como Éste no estaba habilitado, nos tuvimos que trasladar a la antigua sede del Sindicato Unión Obrera del Puerto de la Guaira y de allí desarrollar todas las actividades en función de estimular el desarrollo cultural en el Imaginario Varguenses), puesto que era un soñador con una gran pluma y alto de nivel de compromiso con Venezuela y fundamentado con Vargas que nunca perdió la calma, ni el porqué de su propósito, porque siempre que estuvo vivo, lo alimento, permanecía vivo en cada átomo que integraba su piel negra, porque él sabía que no era necesario contribuir solamente con su desarrollo intelectual y espiritual, sino que tal aprendizaje debe de estar alineados en función del nuevo ciudadano que queremos, en el que su estadía…, debía convertirse en una apuesta para la independencia en lo personal, político, cultural, ideológico y tecnológico se diera, enmarcados en un proyecto de estado que debió definir sus propios objetivos en base a su propia historia, problemáticas, necesidades, exigencias y sueños, con la intención de cambiar la lógica de la depredación y del pos colonialismo que se ha instaurado en el estado Vargas que le deja rescatar su soberanía política, y es por ello que se hacía necesario `poner un grano de arena para que nuestras utopías y que estas se conviertan en una experiencia enriquecedora que acabe con los pensamientos fosilizados que no han permitido el fortalecimiento de nuestro patrimonio conceptual y de esta manera avanzar en contra de la exclusión y asimetrías que lo que hacen es robustecer el derroche de indiferencia que se congrega en este tipo de conductas.

Ese era Juan Pírela (Papito), un hombre de pueblo, honesto, innovador, creador, critico de lo que no le gustaba, quien siempre aparecía con su bojote de periódicos debajo del brazo, un bolso lleno de pinceles, dispuesto siempre al trabajo solidario y su sobrero de cogollo en la cabeza que lo protegía del sol que caracteriza a Vargas, al cual se podía conseguir en cualquiera de la parroquia de Vargas haciendo teatro comunitario o político,, preparado talentos y abriendo caminos para la consolidación del Socialismo a la venezolana ¿Qué lástima que se nos fue de manera fácil?, puesto que su legado no lo olvidamos y hoy reclama el ,derecho a que en las escuelas conozcan su presencia, porque Pírela se convirtió en un icono de muy alta monta de la Cultura negra varguense.


legisnegro@gmail.com


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