Marzo comienza con pie izquierdo, es decir, con muy buen pie. Hoy arranca el Clásico Mundial de Beisbol y en una semana, la Feria de Libro de Venezuela, a lo que se suma el desarrollo desde febrero del Festival de Teatro de Caracas. Deporte y cultura, par indivisible el que conforman estas dos dimensiones de la vida desde las que se educa el cuerpo y la mente, el carácter y la actitud, semillas fértiles de nuevas y buenas cosas.
Como buen comienzo, ambos traen renovados aires de esperanza, partiendo además de dos pasiones muy propias de nuestro Pueblo. Por un lado, el beisbol, enraizado en nuestra idiosincrasia y parte de nuestra identidad, de nuestros códigos, de nuestros lenguajes, esta vez no encasillado en fanatismos parcelados en uniformes y “rivalidades” sino expandido en nuestro tricolor y sus 8 estrellas, cubriendo con su grandeza un sentimiento nacional. Por el otro, la lectura y la cultura, capacidad que a fuerza de exclusión y limitación de oportunidades fue negada en la práctica, promoviendo ignorancia y lo más perverso, erosión de la autoestima, máxima expresión de la opresión social. Y es que quien no se siente capaz de hacer no puede creerse capaz de ser, mucho menos de cambiarse a sí mismo o a la sociedad, por más injusta que ésta le parezca. Así de sencillo, así de perverso.
Deporte, lectura y, vistas más ampliamente, educación y cultura -con la disciplina que de conjunto fomentan-, son pilares primordiales en la conformación de ese nuevo ciudadano y ciudadana, no sólo caracterizado por fundamentarse en nuevos valores sino en ser sujetos activos de cambio, situación simplemente impensable con un pueblo como el de hace sólo década y media, sometido como estaba a la postergación, al conformismo y a la pasividad.
Para construir ello, la premisa constitucional del protagonismo popular no debe ser vista sólo como consigna para evocarla sino como verbo para sentirlo, cargado de un poder transformador y germen de los cambios sociales estructurales que se han venido construyendo y que deben seguirse profundizando en pos de alcanzar muchos más éxitos que los buenos deseos que elevamos a nuestra selección nacional de beisbol, que auguramos desde ya a la FILVEN y que hemos visto desarrollarse durante el Festival de Teatro.
Este Pueblo merece estos éxitos y seguro, escríbanlo, seguirá obteniendo muchos más.
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