“El talento sin probidad es un azote”
Simón Bolívar
Comienzo por aclarar que durante 40 años adversé a la pseudo democracia de partidos i acepté mi condición de marginado intelectual dentro de esa dictadura. Prueba imborrable i comprobable: mis escritos de toda la vida. Solamente pude desempeñarme modestamente como profesional de la medicina i profesor universitario, con destinos no obtenidos gracias a los dedos que señalaban en la política a hombres sin méritos, mientras se los desconocían a otros, para desempeñar puestos con improvisación i sin conocimientos, sino con cargos por concursos de credenciales, algunos de los cuales gané i otros me fueron quitados por ser amañados o irregulares, como el realizado
para entrar en el Hospital Universitario de Maracaibo como Adjunto al Servicio de Ginecología i Obstetricia (todo escrito en detalle) i el de Cronista de la Ciudad de Maracaibo (también denunciado en detalles). Ya antes, había sido sacado de la Universidad i del Hospital Quirúrgico, por mi enfrentamiento al régimen de Pérez Jiménez. Al menos, gracias al Dr. Borjas Romero (el más grande de los Rectores después de J.E. Lossada), recuperé mis puestos de asistencia i de lucha. Jamás pertenecí a ningún partido político del status i mi posición de hombre de ideas de izquierda con fundamento filosófico, ha sido solamente una en la existencia. Mis dos héroes o paradigmas han sido, uno ficticio, Don Quijote, i otro real i grandioso: Simón Bolívar. A medida que amplié mi experiencia en la vida, me he hecho anticlerical (viendo lo irracional i medieval de la iglesia), no tengo religión, pero no niego la existencia de dios, sino que soi agnóstico. Pienso, como José Ingenieros, que “el respeto de las ideas ajenas, es virtud suprema de los que piensan”. Mi personalidad es de una sola roca o pieza de mármol más duro i firme que el de Carrara. Por eso, por bolivariano i con una pasión ética en la existencia, desde que se vislumbró la revolución, he estado con el proceso i tuve la oportunidad bien ganada, de ser Constituyente i luego Presidente de la Comisión Legislativa del Zulia, la única que cumplió a cabalidad en toda Venezuela, demostró que la ALEZ era un nido de corrupción i hasta ahorré casi un millardo en seis meses, sin tocar ni un bolívar, de mis gastos de representación que, un contrato escandaloso, asignaba para eso 30 millones, concebido por un hombre que ahora aspira a la AN.
Realizada esta sucinta relación respecto a mi vida ciudadana i ética, quiero aclarar a las pocas personas amigas que se me han acercado para sugerirme mi candidatura como Diputado a la Asamblea Nacional que no lo fui después de la Asamblea Constituyente porque creía haber cumplido, aportando mi contribución a la Comisión de Administración de Justicia i a la
del Poder Moral (hice el documento original sobre el cual se trabajó i además el primer informe en el Ateneo de Caracas sobre el Poder Ciudadano), por no ser mi intención el dedicarme a la política para obtener cargos públicos, como era el objetivo de muchos que estuvieron en la Constituyente, estableciendo conexiones o compromisos para ello; empero, viendo que algunas de mis previsiones se cumplieron, haciéndose patentes las traiciones de muchos que, al no obtener los cargos deseados, se convirtieron en traidores i adversarios del proceso, como lo hicieron Luis Miquilena, Jorge Olavarría, Herman Escarrá, Pablo Medina, William Ojeda, Froilán Barrios, Carlos Tablante, David de Lima, i muchos otros que estuvieron con el proceso, naturalmente no tomando en cuenta a los que fueron a la Constituyente como adversarios. Sin embargo, muchos de los que quedaron como revolucionarios, no han dado la talla ni como diputados a la AN ni en los cargos a los que han sido destinados i por ello observamos tantos cambios, no de militares porque ellos van superando etapas en el escalafón de la Fuerza Armada i salen de un cargo para colaborar en otro, sino los cargos civiles, como embajadores, cónsules, diputados, gobernadores, alcaldes, etc., donde vemos con tanta frecuencia casos alarmantes como el Hiram Gaviria embajador en Francia (que realmente sus ideas de izquierda se las llevó el éxito económico) o de algunos que ya en la Constituyente me parecieron inestables i realizaron desempeños equivocados. Sin embargo, existen otros, que han tomado el proceso revolucionario como una propiedad particular i han hecho un círculo invisible alrededor del presidente, impidiendo el acercamiento de gente valiosa que pueda opacarlos o restarles privilegios o posiciones, demostrando sus capacidades i su fervor revolucionario. Impiden la menor posibilidad de llegar hasta el presidente Chávez, quien por mui sagaz que sea, no puede estar al tanto de minucias que son barreras i perjudican el proceso.
Yo tengo, presidente Chávez, dirigiéndome ahora en directo como en carta personal, con quien tuve mucha cercanía al comienzo de su peregrinar por Venezuela salido de la cárcel del Yare, -lo debe recordar con aquel almuerzo en LA MATERA, cerca del Hotel Delicias-junto con mis grandes amigos Dr. Humberto Bracho Vale i el poeta Manuel Martínez Acuña i cuando solamente lo acompañaba su chofer i Jorge Durán Centeno; llevo más de tres años tratando de acercarme a usted, bien sea por cartas, faxes, citas en Miraflores realizadas con todos los requisitos protocolares; con asistencia una sola vez al aniversario de la Constituyente, i hablando a medias con periodistas i funcionarios que antes eran amigables, de carrerita como si se tratara de un inoportuno pedigüeño, i esto me sucedió hasta con familiares suyos. El pensamiento de los que hacen de la política en modus vivendi i forma de adquirir notoriedad es mui diferente al mío; he pensado que mi participación en el proceso, es una contribución a la patria no privilegios personales, pero para el común de los políticos no es así. Cuando en la clausura de la Constituyente en Ciudad Bolívar, al estrecharle la mano usted se inclinó i me abrazó i cruzamos breves palabras, yo le pedía ayuda para rescatar el patrimonio científico i cultural del científico Humberto Fernández Morán como le consta, mientras los otros difundieron la noticia (i hasta me felicitaron) de estarle solicitando la Embajada de Bélgica u otra parecida en Europa, aunque diciéndole que lo haría mejor que muchos. Por eso era bueno no dejarme acercar a usted. Jamás me han concedido una oportunidad en ALÓ PRESIDENTE i cuando la tuve, casi me sacan la válvula mitral de mi operado corazón, en un tumulto a la entrada de la Universidad Bolivariana, i presente allí, porque me había invitado la Rectora (no nadie de su entorno; rectora que, antes me había invitado a inaugurar actividades, dictando conferencias sobre la vida i obra del Libertador i me había demostrado su aprecio) i cuando en un descanso me fui a acercar a usted, uno de sus ministros me detuvo con un gesto germano de brazo levantado, como si se tratara de un cualquiera o un colado, i no de un amigo personal (creo que lo soi) i además Constituyente (los Constituyentes siempre lo seremos así; no “ex” constituyentes). En su entorno no reciben llamadas i cuando guardan mensajes, jamás los trasmiten ni cumplen. Le he enviado hasta carpetas con artículos, cartas, recortes de prensa, retratos, etc., con personal de protocolo, i tal parece que eso va a un archivo o al pote de la basura. Hasta el presente, creo que nadie ha escrito más a favor el proceso bolivariano, tratando todos los tópicos posibles, enfrentando energúmenos de la oposición, refutando páginas enteras del MAS o del Gobernador del Zulia; haciendo un extenso Manifiesto a la opinión pública cuando el Golpe de Estado del 2002; gastando una alta suma de dinero por DHL, enviándolo por todo el mundo incluyendo la OEA. Amnistía Internacional, Le Monde Diplomatic, etc., sin el menor eco en mis conciudadanos del proceso; tengo cerradas la puertas de PANORAMA, donde he sido el más grande colaborador de toda su historia durante 45 años i nadie ha hecho el mínimo esfuerzo porque mis defensas i artículos lleguen al pueblo, como me leen en muchos países del exterior, gracias a esa estupenda página donde muchos opinan libremente, que se llama APORREA, i ahora ENcontrARTE, o en LA HOJILLA, pero que tal parece los diputados no leen ni hacen llegar a usted mis escritos. Tampoco he sido atendido en VEA, ni en TEMAS, ni la Dirección de Cultura del Estado (se entiende porque ahora es oposición) me ha publicado un libro más; ni tampoco CorpoZulia desde fundada, para la cual tal parece desde hace años que no soi zuliano (creo pueda serlo ahora, con el Gral. Martínez Mendoza, que ya me envió a Santa Marta a un Congreso Mundial de Países Bolivarianos, para participar); tengo más de cinco libros inéditos i uno mui grueso de todo lo que he escrito desde la Constituyente hasta hoi, pues creo que pasan de cien mis escritos sobre la Revolución Bolivariana. En fin, puedo asegurarle que ninguno del personal de comunicación social de VTV, me ha respondido una carta (les escribí a todos los que tienen programas de opinión i uno se quedó en promesas), ni siquiera comentado algún artículo donde los nombro o me refiero a ellos; o hasta cuando fui personalmente con un colega, el Dr. Humberto Bracho Vale, mi Secretario i gran colaborador en la Comisión Legislativa, a los Estudios en Caracas, no pude ser recibido ni por mi compañero constituyente Vladimir Villegas ni por su secretaria, quien dijo que si tenía algo que entregar lo hiciera con un bedel. Solamente dos de sus mejores colaboradores, el Ministro Tobías Nóbregas i el Cap.José Vielma Mora, dos caballeros i supereficientes en sus cargos. Lo mismo que el Fiscal General Isaías Rodríguez, me han ha recibido i puesto atención, i tratado con absoluta cordialidad, respeto i cortesía. De todos los demás, nadie responde a un teléfono ni a un mensaje. Es un cerco hermético que ahora se ha blindado más, cuando los he llamado para que me orienten o ayuden en mi intención de ser candidato a diputado de la Asamblea Nacional. Mi intención no la motiva ni el dinero ni privilegios, pues aunque viviendo mui modestamente con mis reducidos sueldos de jubilado, pienso como Platón que pobre no es el que tiene poco sino el que ambiciona mucho, e ir a un compromiso así, me causará incomodidades, traslados i hasta posiblemente problemas de salud o quitarme tiempo para lo científico, literario o artístico; me preocupa sí ver cuanta mediocridad hai en la AN i cómo muchos no tienen preparación ni capacidades para defender con altura el proceso i especialmente a la patria. Hubo o hai mucho improvisado oportunista i lo mismo está sucediendo con
los nuevos candidatos, mientras aquí el Zulia, donde han dejado tomar al Sr. Manuel Rosales un liderazgo que no merece, parece que puedan repetir hombres como Julio Montoya (cuando el golpe dijo en pose de artista: ¡Chávez, eres un asesino! ¡Tienes las manos sucias de sangre!) o Elías Mata quien en mes i 14 días, en el Asamblea Legislativa del Zulia, por ejemplo, despilfarró o desapareció casi 80 millones i no dio razón de ello, desatendiendo citaciones escritas, orales o por prensa; pero en la AN llama ladrón a cualquiera. En cambio deberían repetir aquellos que como Rodrigo Cabeza, Calixto Ortega, que han cumplido discretamente por el Zulia i demostrado lealtad al proceso, les vimos actuar como algunos escasos diputados chavistas de otros Estados; pero son muchos los que no deben repetir porque no aportan nada, excepto levantar el brazo para votar i tener la mayoría. Sin embargo éstos i otros alejados de la AN como Mario Isea o María de Queipo, han debido darle oportunidad a otras figuras jóvenes o de méritos por una vida íntegra, i no postularse de dos maneras i hacer listas sin tomar en cuenta la calidad de los candidatos, para que suceda lo que en la actual AN. Llegado este período de postulaciones, se encerraron en un hermético círculo de silencio i de no escuchar a nadie; quien escribe esto, uno de los más desatendidos, pese a cuanto he colaborado siempre con ellos. ¿Qué intelectuales tiene el proceso que podrían opinar sobre la Carta de las Américas, la Ley Orgánica de Cultura i la Ley de Despenalización del Aborto? ¿La Ley Orgánica de Fuerza Armada, la Ley de Policía Nacional, Ley de Salud, etc.? ¿Se asesoran ellos con personas que conocen los temas, o con amigos que escogen para darles una ayuda? ¿Han enfrentado acaso ese comercio neoliberal con la salud que se llama Medicina Sistémica? ¿Han investigado a fondo algún escándalo financiero de los que se dan a cada paso? ¿Sacan las leyes a su debido tiempo? ¿Cuánto no he escrito sobre el aborto i los derechos de la mujer, sin que lo tomen en cuenta? Creo que no; llevo años i ahora decenas de artículos sobre el aborto, incluyendo programas de televisión, foros, mesas redondas, programas de radio, i nadie me pide opinión científica i filosófica i posiblemente de la AN salga una lei ridícula i chucuta. En la Constituyente luché solo i escribí mis ponencias i la defensa de los Derechos de la Mujer. Presidente amigo, yo creo que el proceso a veces lo deterioran más los pseudo-revolucionarios que la oposición. Fíjese que entre los candidatos de ahora, para las elecciones en diciembre, se está repitiendo lo mismo o peor. No me creo un sabio, pero sí un hombre de ciencia i filosofía que puedo aportar i mucho. Por mui revolucionario que sea alguien, capaz de dar la vida por usted o por la patria, no quiere decir que tenga talento o conocimientos para opinar en donde se gestan las leyes. Nadie sirve para todo; yo no serviría para muchas cosas. Recordemos en principio de Peter, ya olvidado. Las candidaturas no son prebendas que se otorgan a partidarios o amigos; se buscan hombres dignos, capaces i honestos, pero sobre todo con formación intelectual i científica o genuinos representantes del pueblos. La base más firme del proceso, la constituye ese pueblos que está en la calles, en los barrios, en las comunidades organizada i los partidos que realmente los representan. En la AN basta con los incapaces, dogmáticos i “cureros” que lleva la oposición. Recordemos también lo del talento sin probidad o la habilidad de muchos para fingir. Sin embargo, si la oposición como hemos visto es mui pobre en talento, no podemos decir que en los suyos sea lo contrario; el tiempo i los hechos han demostrado que son pocos los que saben defender el proceso, luchar por leyes justas, enfrentar los problemas, etc., i por eso la política establecida de cerrar acceso a los partidos minoritarios afectos al gobierno, de manera que puedan repetir los del gobierno i evitar que vengan otros más lúcidos i competentes a suplantarlos, es un error estilo IV República. Ese es un sentir mui fuerte en la clase popular i media intelectual que quiere ver progresar el proceso; pero no los dejan ni acercarse, i como testimonio de esto es lo que me ha sucedido a mí.
En consecuencia, para no alargarme más (ya le enviaré otras cartas que usted nunca recibió) tenga conciencia de ese círculo que lo aísla i le hace llegar posiblemente noticias disfrazadas. Este es un proceso revolucionario que no debe tener retroceso alguno; estamos ante un imperio que ha mostrado sus debilidades, pero de todos modos es peligroso i fuerte que no respeta derechos internacionales ni éticos. Usted necesita de fuerzas creativas i de conocimientos sólidos. Necesitamos principalmente de los jóvenes, mas no olvidemos los aportes de la experiencia i el talento de la tercera edad. Existen grupos de antiguos partidos firmes como el Partido Comunista, el MEP; gente joven i dinámica como Tupamaros, Fuerza Emergente, Siglo XXI, Democracia Directa Nacional, grupos de clase media i universitaria como FRUZ i otros, que se sienten excluidos, porque los partidos de gobierno (antes decíamos del “Status”) parecen adoptar las mismas tácticas del bipartidismo. Por eso me siento honrado de que ellos, realmente pueblo, hayan realizado lo que mis amigos constituyentes evitaron i me era imposible por iniciativa propia. La misma religión engaña, cuando se parcializa con los sectores más retrógrados. Respeto profundamente sus creencias, i respetemos las religiones, mientras ellas no hagan política parcializada i feroz como ha hecho la Conferencia Episcopal
Venezolana, centro al descubierto de conspiración; pero sopéselas debidamente, pues el Estado es laico, i debe ser laico por siempre. Un verdadero socialismo nuevo, no es una simple toma de posiciones en la vida de este planeta tan complejo en sus estructuras sociales e intereses económicos; las grandes revoluciones humanas primero se nutren de pensamiento filosófico i científico. Me consta que lee i estudia mucho, pero el aprendizaje no siempre rinde con lecturas solamente; aunque sé que usted tiene estudios de filosofía política pendiente solamente de una tesis de grado, como lo comprobé en un Foro en la Facultad de Humanidades de L.U.Z cuando andaba en campaña electoral; en ese foro, lo llamamos al estrado i le dijimos si quería opinar sobre el tema que era Filosofía i Política Latinoamericana, i usted intervino tan bien como los ponentes; luego, viendo un espectáculo cultural, hablamos largo de lo mismo ¿Lo recuerda? Cuando ya de médico,-le pongo como ejemplo- leí por insinuación de un profesor culto (era el Decano de Medicina Ordóñez Marín), la CRÍTICA DE LA RAZON PURA de Kant, creí que la había entendido. Cuando estudié Filosofía, i me la explicaron i comentaron, me convencí de lo contrario.
Quiero, o mejor, quise ser candidato a la Asamblea Nacional, pero su entorno me ha cerrado puertas i ventanas. Desde hace meses, todos los hombres (i mujeres también) más prominentes de los partidos de gobierno son inaccesibles, no se puede hablar con ellos, son olvidadizos, no tienen teléfonos disponibles i menos pueden recibirte, visitarte o aceptar ideas nuevas. No tengo ningún aparato político para buscar firmas i aunque haya cumplido otros datos de la postulación, todo se cae sin firmas i las listas de los partidos están
“comprometidas” totalmente, recordando los tiempos del bipartidismo adeco copeyano que tanto daño hizo a la patria. Por eso hice, en principio, el esfuerzo solitario, destinado a fracasar al final por lo imposible de recoger firmas en tan poco tiempo. Deseaba ayudar en firme, porque siento mío el proceso por fundarse en ideas del Libertador, de Simón Rodríguez i los aportes de otros grandes pensadores universales, como están asentados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la cual hice mi aporte con devoción i cariño. Sin embargo, tal parece que el pueblo sabe distinguir a quienes luchan con desinterés por el proceso; i fue espontáneo, libre i bello, el respaldo que me han ofrecido. Siempre quedaré hasta al fin de mis días, al lado del ideal bolivariano i de la revolución; pero luchando por una verdadera unidad de ideales, aunque cuestionando gran parte de su entorno. Estoi seguro que triunfará la revolución en las elecciones de diciembre, especialmente en lo numérico, aunque no lo estimo así en calidad intelectual i humana, si repiten ciertas personas que nos defraudaron i excuse mi sinceridad, presidente. Este es un pueblo noble i valiente, ya demostrado i merece retribuirle con justicia.
Atentamente, quien sigue escribiendo.
Esta aclaratoria i esta carta intercalada, forma un artículo que no temo publicar, aunque convencido de su dureza o impacto político, porque los años o décadas de la IV República nos demostró que, este es un país donde muchas veces la verdad ofende i la mentira regocija o complace. Lo que hace a las grandes posiciones políticas en la historia, es no encerrar misterios ni ocultar verdades. He visto a veces, en foros, coloquios o conferencias, personas hablando, por ejemplo, de ética i realmente no escucharles nada concreto sobre el tema, a no ser confusas frases de moralidad o de valores, lo que no es propiamente ética ni saber enseñar a hacer juicios éticos. Fallas o faltas así, observamos a cada rato en las discusiones en la Asamblea Nacional i hasta una baja en los principios de compostura, decencia i justicia. La revolución debe exhibir con brillo o esplendor, su principios políticos, sociales i éticos i la suprema virtud de la justicia.
Proudhon decía que “el único medio de conjurar los peligros de una revolución es hacer justicia” porque las bases o fundamentos i los hombres que la hacen, deben ser sólidos en sus principios i conocimientos, lo que además le infunde valor, como sucedió con ese paradigma de revolucionario que fue Ernesto “Che” Guevara. Acaso conocía el pensamiento de Hebbel: “Cuando fracasa una revolución, fracasa un siglo entero”. Por eso, este escrito pretende buscar justicia haciendo llegar hasta la presidencia i el líder de esta revolución, la voz de pueblo i como tal me considero, i con iguales derechos me siento. Nuestros ideales i compromisos revolucionarios, no son con un proceso electoral, sino con un destino: la soberanía, el progreso i felicidad de la patria.
“La justicia es la reina de las virtudes republicanas”
Simón Bolívar
ESTOI CON EL PROCESO I EL PRESIDENTE, PERO NECESITAMOS ESTAR CLAROS I ÉTICAMENTE FIRMES.