Hace nueve años su victoria superó el 59% en la Batalla de Santa Inés

Un revocatorio que confirmó mandato de Chávez

La madrugada del 16 de agosto de 2004, Florentino gritó: “¡Ganamos!”

Aquel personaje recreado por el poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba –que se enfrentó a las fuerzas del mal, simbolizadas en el Diablo– quedó caracterizado en cinco millones 800 mil 629 venezolanos, quienes depositaron su confianza en favor de la continuidad del mandato de Hugo Chávez Frías: El inédito referendo revocatorio, horas más tarde, se cubrió con un manto de aceptación.

Tras una extensa jornada que se prolongó por más de 20 horas, el Consejo Nacional Electoral (CNE), en la alborada de ese mismo día, con más de 94% de los votos escrutados, que indicaban una tendencia irreversible, emitió el primer boletín.

“¡Qué gran victoria este día!”, exclamó un invicto Chávez, frente a miles de personas congregadas a las afueras del Palacio de Miraflores, luego de conocerse los resultados oficiales. El “¡Uh, ah…!” retumbó en cada rincón de la geografía venezolana.

Mientras el tic, tac avanzaba y las agujas giraban en correcto sentido, el líder revolucionario ratificaba su compromiso con el poder popular y con el proyecto político-económico que conduce.

Ataviado con una camisa roja y la bandera venezolana en su mano izquierda, Chávez invitó a todos los sectores de la sociedad a redoblar la marcha por la construcción del socialismo. “Ha triunfado el modelo de desarrollo bolivariano contenido en nuestra Constitución (…) Con esta victoria de hoy comienza el tercer ciclo histórico de la Revolución Bolivariana, del 2009 al 2019”, dijo en transmisión conjunta de radio y televisión, desde el Balcón del Pueblo, lugar de múltiples celebraciones populares.

Entre “fraudes” y amarguras coordinadas

Del otro lado de la acera, muy al extremo derecho, voceros  de los partidos conservadores–agrupados en la extinta Coordinadora Democrática (CD), hoy autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD)– calificaron de “fraudulenta” la coyuntura electoral, que recién culminaba.

El escrutinio final arrojó que tres millones 989 mil personas (un poco más de 40%) optaron por la opción del “Sí”, ante la pregunta: “¿Está usted de acuerdo con dejar sin efecto el mandato popular, otorgado mediante elecciones democráticas legítimas al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el actual periodo presidencial?

Minutos más tarde, el portavoz oficial de la coalición opositora, Henry Ramos Allup, en conferencia de prensa, alegó que rechazaban “de manera rotunda y categórica” los resultados entregados por los “rectores oficialistas”.

Con fonética alborotada, el dirigente adeco espetó:  “Resulta insólito, casi desvergonzado, que los números sumados por la oposición, según el CNE, sean inferiores a la cantidad de firmas que se recogieron para convocar el referendo”, manifestó.

Producto de la frenética alocución, Ramos Allup quizás olvidó que la cifras oficiales reflejaron que la alianza de derecha sólo alcanzó presentar dos millones 387 mil rúbricas válidas para solicitar el referéndum, toda vez que el resto ostentaron anomalías como “caligrafía similar” o las coloquialmente conocidas “firmas planas”, que debieron ir a reparos.

Según el delegado derechista, los casi seis millones de votos obtenidos por Chávez, les pertenecían a la oposición, pues “esa había sido la estimación durante la campaña electoral”.

“Firmazo” irregular

El artículo 72 de la Carta Magna establece que todos los cargos de elección popular son revocables, siempre que trascurra la mitad del periodo para el cual fue elegido el funcionario. El 20% de los electores inscritos en el registro electoral, luego de recolectar las signaturas requeridas, podrán activar la consulta popular. Sin embargo, para considerar anulado el mandato de una autoridad pública deberá votar un número igual o superior al 25%.

Para cumplir con el requisito, la oposición desarrolló  una jornada de recolección de firmas en todo el país, denominada “El Firmazo”,  a partir del viernes 28 de noviembre de 2003.

En casi un año de trabajo, la derecha obtuvo poco más de tres millones de rúbricas, de las cuales un millón 900 mil validó el CNE. De acuerdo con el poder estatal, más de un millón de ellas “eran dudosas”, mientras que cerca de 500 mil se anularon por incluir fallecidos, extranjeros y menores de edad.

Ya para el tres de junio de 2004, después de recolectar legalmente las firmas, la oposición activó el referendo revocatorio. Los cabecillas de la CD, ese día, celebraron el objetivo alcanzado.

“A pesar de todos los tropiezos que nos pusieron, lo logramos”, manifestó el entonces gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, durante una rueda de prensa.

Las calles se abarrotaron de simpatizantes de la asociación derechista. Según ellos, Chávez había caído. “El régimen tiene los días contados”, vislumbraba un cartel que trasladaba un marchista que vestía una franela negra con la estampa de la bandera estadounidense.

Santa Inés en Venezuela 

La oposición, durante meses, había anunciado recolectar ocho millones de firmas para disolver el gobierno de Chávez. Posteriormente, la cantidad prometida descendió a cinco millones, pero los resultados finales evidenciaron que solamente consiguieron acumular poco menos del 21%.

“Siguen ustedes diciendo que son la mayoría; han demostrado que son la minoría, caballeros de la oposición. Tienen un año en esta campaña, sobre todo en los últimos seis meses, ¡y vaya con qué ventaja!” dijo Chávez en cadena de radio y televisión la noche del 3 de junio de 2004.

El mandatario criticó que la derecha, con todo el apoyo mediático y financiero con el que contaba durante casi un año y, sobre todo, en los últimos seis meses, sólo alcanzó  20,6% de las rúbricas. “¿Con eso me van a ganar? ¿Con eso me van a sacar de aquí?”, interrogó Chávez quien, además, replicó que en el año 2000, durante la reafirmación de los poderes, obtuvo la victoria con casi 60%.  

“Por mí votaron tres millones 750 mil  personas en un día, no en 7 días, y no con una campaña de un año, ni tampoco con el ventajismo de los medios privados; sólo recuerden eso”, advirtió.

Inspirado en el célebre poema de Florentino y El Diablo, Chávez, con el busto de Ezequiel Zamora a su lado, anunció, desde el palacio de gobierno, el inicio de la Campaña de Santa Inés.

“Hoy arranca la Misión Florentino, ¡rumbo al referéndum ratificatorio! Yo estoy absolutamente seguro que, haciendo nosotros lo que tenemos que hacer, todos juntos, ciertamente el pueblo venezolano va a ratificar mi mandato; se trata de la revolución, se trata del futuro, se trata de los sueños”, precisó Chávez, toda vez que sostuvo que la mayoría del pueblo apoyaba su proyecto político.

“Debemos sentirnos orgullosos de haber logrado imponer el rumbo y el camino a nuestra patria”, concluyó.

 



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Oswaldo López Martinez

Periodista de @CiudadVLC/ Moderador del programa #EnLaCumbre, por @RNVcentral 90.5 FM

 Siguels@gmail.com      @OswaldoJLopez

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