1. ¿Cuántos cientos de millones de pesos entran a las arcas de los propietarios de Televisa y TV Azteca por venta de publicidad al difundir durante semanas, por todo el día, los daños del huracán en Chiapas, Oaxaca, Veracruz y otros lugares? ¿Queda claro que –como puede demostrarse en la historia- los empresarios no dan paso alguno si no ganan dinero y poder? ¿Se están entregando las miles de toneladas de mercancías que el pueblo dona con sacrificios o, por el contrario, se están robando las mercancías como otras veces, se quedan en las bodegas y se están descomponiendo? ¿Por qué las familias dañadas por el huracán están haciendo manifestaciones masivas de protesta contra el gobierno de Fox al no recibir las ayudas? ¿A cambio de qué las televisoras silencian la obligación o la irresponsabilidad del gobierno y los empresarios con estas campañas de ayuda misericordiosa?
2. La televisión se dedica a pasar notas trágicas, amarillas, grandilocuentes, fantásticas, espectaculares, para conmover a las personas más humildes y religiosas. En vez de dar informaciones objetivas que permitan a la población algunas reflexiones, se aprovecha del lado bondadoso y pasional de la población para cambiarle su razonamiento. ¿Por qué siempre los fenómenos naturales dañan a los más humildes, es decir, a quienes no están preparados para resistir? ¿Por qué la gente pobre, explotada, marginal, construye sus viviendas en terrenos peligrosos y con los materiales más perecederos? ¿Por qué los gobiernos no hacen nada para ubicarlos en lugares no sísmicos, no expuestos a inundaciones y huracanes? ¿Por qué los ricos no sufren frente a los fenómenos naturales y sólo viven escondiendo su dinero del robo, los asaltos y los secuestros?
3. Entre unos días, después de obtener fabulosas ganancias con sus noticias espectaculares, la TV se retirará de la zona devastada por el huracán para pasar a otro negocio, además de esperar premios y recompensas por su “titánica labor periodística”. En tanto los entenados de Fox podrán seguir comprando y revendiendo miles viviendas, junto con los negocios de Montiel y sus familiares. Pero al mismo tiempo los campesinos de Chiapas, Veracruz, Hidalgo, Oaxaca y Puebla, tendrán que buscar, además de un hogar para guarecerse, un ingreso para vivir. Sus siembras, sus milpas, sus bosques y selvas quedaron erosionadas y casi inútiles. ¿Por qué en lugar de manipular los sentimientos de la población no se exige que gobiernos y empresarios –con todo lo que le han saqueado en el país- reconstruyan la zona y aseguren los ingresos de las miles de familias que sufren miseria y hambre?
4. Solamente en Chiapas hay más de 30 muertos, decenas de desaparecidos, 600 comunidades afectadas, 13 mil viviendas dañadas y más de 150 mil personas permanecen en los albergues. Se necesitan reparar seis mil escuelas y rehabilitar 53 unidades médicas. Mientras tanto Fox y su esposa, así como funcionarios de su gabinete, se fueron de paseo a Valencia, España a una reunión que de antemano se anunciaba que no traería ningún beneficio. El gobierno tiene enormes cantidades de dinero para reconstruir la región y garantizar la vida de los más humildes; pero esto sólo sucederá si se incrementan las manifestaciones de presión en Chiapas y otros lugares para exigir que el gobierno cumpla. No se trata de enviar más caridad a la región. Es necesario luchar para evitar que los fondos de protección vayan a parar en manos de quienes siempre se aprovechan de los desastres.
5. Los amos de las televisoras, Azcárraga Jean y Salinas Pliego, los dueños de las empresas Televisa y TV Azteca, piensan como ricos y lo han declarado: “al pueblo no hay que darle cultura, sino diversión y entretenimiento... las empresas sirven para ganar dinero”. México, es bien sabido, es el país de la injusticia, donde el 70 por ciento de la población vive en la pobreza, en tanto que la riqueza se encuentra en manos de algunos miles de grandes empresarios y políticos; es una nación donde las cárceles están llenas de desempleados, pobres y miserables porque las leyes, los jueces y los tribunales invariablemente sirven a los más ricos; es un país en donde no se tiene confianza en los órganos que deben aplicar la justicia porque personajes que han saqueado las arcas como el caso Fobaproa, los Amigos de Fox, el Pemexgate, Vamos México o la Lotería Nacional, andan libres.
6. En México esas dos empresas televisivas, Televisa y TV Azteca, controlan más del 90 por ciento del rating y de las ventas de publicidad; son verdaderos monopolios que imponen su poder en el Estado. Los dueños de estas televisoras han declarado con todo cinismo que la misión de la TV no es educar, porque para eso sirve la SEP, las escuelas y las universidades Mientras la TV impone entre la gran mayoría de la población imágenes espectaculares –huracanes, incendios, disturbios, violencia, catástrofes, guerras, asesinatos, golpes, maltratos, robos, asaltos, secuestros, violaciones sexuales- siempre exageradas para provocar morbosidad entre la gente más humilde y fácil de manipular, el gobierno de la República se hace a la “vista gorda” porque los magnates televisivos son sus más fervientes aliados en los asuntos económicos y políticos.
7. Es necesario una TV que analice cada uno de los hechos con el objetivo de educar, de elevar el nivel de pensamiento y comprensión de los televidentes acerca de cada suceso. Se debería impedir o castigar con altas penas la tergiversación o exageración de las noticias, así como evitar que locutores o lectores de noticias carentes de ética periodística, tales como López Dóriga, Alatorre, Trujillo o Zarza -que sólo se dedican a repetir lo que la empresa les pone al frente- que se auto erijan en jueces calificadores o sancionadores, que se sienten con el derecho de exigir la fuerza pública, la represión y el encarcelamiento. ¿Por qué se consideran asimismo, “dechados de virtudes” si las mismas empresas en que trabajan son monopolios del saqueo y han sido acusadas varias veces de defraudadoras? ¿Están tapando con los huracanes los fraudes de los hijos de Marta y del priísta Montiel?
