La política de Estados Unidos hacia América Latina depende de sus intereses generales y está de acuerdo a la competencia con otras potencias existentes y emergentes.
Es claro que Estados Unidos es la fuerza imperialista dominante en la región por encima de Japón, Alemania, Francia y China. Esta situación es producto de su rápido desarrollo industrial y financiero y a su papel como acreedor mundial luego de la Segunda Guerra Mundial. Este hecho lo convirtieron en el hegemón imperialista de la mayoría de los países de Centro, Sur América y la región del Mar Caribe.
La doctrina que justifica esta hegemonía es la Doctrina Monroe mediante la cual Washington se cree con el derecho de dominar los países latinoamericanos como paso previo para ser el explotador exclusivo. Esto ha implicado que muchos de nuestros países fueron colonias o semicolonias explotadas por imperialismo yanqui y sometidos al uso de la fuerza, mediante gobiernos títeres de Wall Street, secundados por las embajas norteamericanas y la intervención militar directa del gobierno de los Estados Unidos.
El imperialismo yanqui, con este propósito apoyó en los países latinoamericanos las más crueles dictaduras que garantizaron una ininterrumpida extracción de riquezas hacia el Norte. Aun hoy en día el imperialismo en Puerto Rico combate el movimiento nacionalista e independentista.
La debilidad de las burguesías nacionales les ha llevado a ser servidores del amo imperialista y la burguesía venezolana destaca por su papel servil e improductiva. La burguesía venezolana nunca ha lanzado una lucha seria contra toda dominación imperialista y por una independencia nacional ya que teme a la lucha de la clase trabajadora y las masas oprimidas en el país. La burguesía venezolana apoyó las más salvajes dictaduras sobre las masas populares y sirvió de títere de los gringos para falsear la democracia durante la Cuarta República, hasta que irrumpió el querido el Lider Supremo Chávez a la cabeza del pueblo bolivariano.
El imperialismo ha intentado re instalar la nefasta Doctrina Monroe, ha planificado complots y apoyado el fascismo en Venezuela; y no ha descuidado el patrullaje del océano Pacífico y el Atlántico, como una forma de mostrar fuerza en defensa de su poder en contrapartida a la creciente unidad latinoamericana y al espíritu bolivariano.
El imperialismo ha intentado y establecido tratados de comercio favorables a ellos mismos con los países latinoamericanos, en la esperanza de desalojar la competencia del mercado a sus rivales emergentes como China. Pero la política anti imperialista de la revolucion bolivariana impulsa un mundo pluripolar y multipolar sin hegemones mediante relaciones de cooperación y solidaridad, enfrentando la política comercial imperial de eliminar a los competidores del mercado, mediante el subsidio a la producción, trampas y finalmente el uso de la fuerza militar.
La política del imperialismo yanqui aumentará la lucha revolucionaria de los pueblos latinoamericanos que han visto los resultados positivos de las propuestas bolivarianas de integración como el Alba, Unasur, Celac y Mercosur. Solo la unidad latinoamericada detendrá la tendencia de los Estados Unidos de fortalecerse como el amo predominante y agresivo de América Latina. Ya la semilla de la independencia nacional definitiva ha sido sembrada por el deseo del pueblo bolivariano y por el empeño del Arañero de Sabaneta.
Independencia y Patria Socialista...Viviremos y Venceremos
Pdte. Comisión contraloría Sindical FBST-Miranda
Msc en Ciencias Geológicas