En esta sociedad burguesa, el pueblo está dividido en dos clases: los poseedores de riqueza y los no poseedores. Los poseedores pagan al Estado impuestos; (la mayoría los evaden) los no poseedores le dan sus hijos, que son empleados para proteger a los ricos y que deben derramar su sangre en su defensa para aumentar aún más la fuerza y la propiedad de las clases poseedoras. El propósito del Proceso Bolivariano no es, pues, de destruir, de vengarse y de liberarse por medios drásticos, sino que a través de la transición, debemos todos laborar para que se funde una sociedad dentro de la cual todos podamos vivir como hombres y mujeres libres. El pueblo de la sociedad actual somos todos los que no tenemos bienes de capital y vivimos de nuestro trabajo; a nadie que sepa razonar puede ocultársele que el entretenerse en remendar y repintar un sistema social totalmente podrido es perder lastimosamente el tiempo. Es necesario, que nos aferremos a la palabra socialismo y la inscribamos en nuestras banderas de lucha.
Es bien visible que, en razón de la fuerte competencia que le opone al gran capital, el socialismo camina a pasos agigantados hacia la condición que nos hará completamente libres. No somos vendedores de revoluciones; sabemos por experiencia cómo es insensato discutir las distribuciones que hay que hacer en las generaciones futuras, no debemos rompernos la cabeza sobre ello y tampoco descuidar los medios para alcanzar nuestro propósito... No somos socialistas que predican la paz perpetua, mientras por todas partes nuestros adversarios se preparan para la guerra..., pero no somos tampoco dulces corderos que llevan su cruz sin murmurar.
Cuando se habla de ideas que revolucionan toda una sociedad, se expresa solamente el hecho de que en el seno de la vieja sociedad se han formado los elementos de una nueva, y la desaparición de las viejas ideas marchan a la par con la desaparición de las antiguas relaciones sociales. La repartición de la riqueza que arranca de una serie no interrumpida de esclavitud, robos, saqueos y expoliaciones, además de ir ahondando las diferencias mediante la desigual educación que reciben ricos y pobres. Con una educación racional y verdaderamente social, igualitaria y provechosa recibida por todos, las diferencias irían haciéndose menores y serían de poca importancia. Los jóvenes deben derribar la sociedad existente. Crear una nueva sociedad. Ese es el objetivo. Eso no significa que desecharemos un programa transicional. El pueblo se valdrá de su mayoría para ir arrancando gradualmente a la oligarquía todos los medios de producción social, para centralizar todos esos instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, del Pueblo organizado como clase mayoritaria, y para aumentar con la mayor rapidez posible las fuerzas productivas.
Debemos darles a los futuros revolucionarios, e incluso al partido revolucionario, una explicación muy clara en el sentido de que la democracia es muy buena sin el capitalismo, sin el fascismo y sin el imperialismo. Tenemos que estar listos y dispuestos a librar la gran batalla contra la reacción. Tenemos que prepararnos para la Revolución. Jurídicamente tenemos que prepararla como una lucha contra la oligarquía que no nos permite lograr nuestra liberación.
En nuestro Proceso, sólo los jóvenes revolucionarios pueden permitirse una honesta democracia, de modo que cualquier joven trabajador o estudiante puede expresar abiertamente su opinión sin que inmediatamente se lo persiga. Debemos darles a todos los estudiantes la tarea y la obligación de integrarse en el movimiento popular. Se transformarán en los miembros modelo de la organización y a través de ellos se podrá educar y concienciar a los demás componentes de las capas populares.
Nuestra juventud socialista necesita urgentemente ser educada, ideologizada y concienciada. Y, ésa es una de las razones más importantes del programa de Acción revolucionaria. Las etapas de la revolución y la contrarrevolución se suceden a un ritmo acelerado, las contradicciones entre los protagonistas de un determinado programa y la cambiante situación política adquirirán un carácter inesperado, eso nos da la posibilidad de enumerar los errores, las omisiones, la ineptitud. No hay que engañar a la juventud con las promesas ilusorias de otro mundo, sino decirle la pura verdad sobre las causas de su situación, enseñarle las grandes verdades que tanto tiempo han ignorado. La cuestión que se nos presenta de una manera más imperiosa es la desigualdad económica y social de las clases y de los individuos. La cuestión es dar trabajo y abaratar el costo de la vida, y el que sostenga lo contrario es porque no ha meditado tan profunda y desinteresadamente los problemas económicos por los que está atravesando el pueblo venezolano, fuera de esta igualdad, es decir, fuera de la justicia social, la libertad y la paz no son realizables.
El problema de la juventud burguesa de manitos blancas es diferente, en el sentido de que, por un lado, no soporta el peso de esas pesadas tradiciones que los agobian, pero en el otro su situación es más complicada, más aguda. Me refiero a que viven una situación terrible. Como lo demuestra la manipulación que de ellos hace la Iglesia Católica, la Burguesía y el Imperialismo, esta crítica situación de la joven generación burguesa, unida a la falta de tradición, de educación política, a la no adhesión a ningún partido de sentido social, la convierte en carne de cañón del fascismo. Creo que es un hecho muy importante que los jóvenes a los que socialmente se transforma en marionetas, que no pueden sentir ninguna adhesión social o política, que son muy audaces por la sola razón de su odio a nuestro Proceso, que no tienen tradiciones sociales, ni nacionalistas, exijan soluciones radicales, fascistas e imperialistas, de venta de la Patria al mejor postor. A todos esos jóvenes se les inculca un odio feroz a la Revolución Bolivariana y a todo sistema político social que haya sido propuesto por el Comandante Chávez.
¡Tú ausencia Comandante! Después de Tú dolorosa partida, la Nave está acéfala, sin rumbo, a la deriva y hace agua por todas partes. Los incapaces Gurús de la economía no dan pie con bola; corrupción, malversación, especulación, acaparamiento, escasez. Tú amado pueblo está esperando impaciente que vuelvas pronto de la misa. ¡Comandante!!!
¡Salud Camaradas!
¡Sigamos siempre juntos con Chávez!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Venceremos!