“Los españoles para nosotros, ya no son peligrosos,
en tanto que los anglosajones lo son mucho, porque
son omnipotentes, y por lo mismo, terribles”.
Simón Bolívar
Un artículo de Franz J.T Lee, referido al próximo golpe o invasión que los Estados Unidos de Norteamérica, el nefasto, abominable i criminal imperio del norte, prepara de nuevo contra Venezuela, es algo que, como lo dice el autor, debe llamarnos a reflexionar. El que crea que el gobierno de la Casa Blanca i el Pentágono, se siente apaciguado por ver el apoyo internacional que el Presidente Hugo Chávez ha logrado i sigue logrando, i que casi todos los renglones económico sociales se han ido superando; que tenemos victorias trascendentales como estar llegando a ser un país libre de analfabetismo, con una atención efectiva a la salud como nunca i una economía en recuperación, con más democracia (mil veces más democracia que en aquel imperio perverso) i con más libertad de expresión i más comicios limpios (pese a que todo esto no existe para una oposición que no tiene patria) donde la meta es justicia social, incorporación de todos los venezolanos a la calidad de vida i ser abanderado nuestro gobierno de una integración latinoamericana tal como el sueño de Bolívar, eso los enerva más, porque la manera de resolver su gravísimos problemas internos, el déficit fiscal, la caída del poder i las reservas energéticas, la depravación moral de su comercio i de sus ambiciones territoriales i los recursos i riquezas de otros países i, aunque cada día se muestran más la lacras de ese imperio, la maldad i la paranoica agresividad de sus gobernantes, es superior a la de Hitler, Mussolini, Stalín o cuando bárbaro hubo en la antigüedad como Atila, Gengis Kan, Nerón, Calígula i paremos de señalar monstruos humanos. Ese señor, alcohólico i tramposo toda la vida, igual que su padre el rei de las órdenes de ejecución en su país, i los que lo rodean, electo dos veces fraudulentamente sin que el Sr. Vivanco se percatara en absoluto, no son políticos comunes o de oficio; son hampones mundiales i dictadores i opresores hasta para su propio pueblo, con más de 40 millones de pobres i con el resto en gran mayoría –lo dijo en sus libros Carl Sagan- analfabetos científicos i culturales que, como los romanos de los tiempos imperiales, se contentan con pan i circo, o sea, con cine, putería i deportes, hasta extravagantes. La mayoría no sabe ni como es el mapa-mundi; lo que saben es que en el exterior hai riquezas, sobre todo petróleo, que debe ser para ellos así destruyan el planeta como lo están destruyendo sin lugar a dudas. Esto lo están viendo ya muchos países del mundo i la naturaleza misma que, ya les ha estado enviando sus mensajes huracanados i serán por lo menos unos 16 más, no se sabe de que magnitud.Lo han pronosticados sus científicos.
Sin embargo, lo que más deplorable, para todo el que piense racionalmente, es la actitud de la oligarquía venezolana, a la cual esta revolución pacífica le ha perdonado multitud de traiciones a la patria i multitud de verdaderos crímenes, i siempre sigue soñando, deseando rezando, ahora con un deplorable Cardenal que no llega ni a zamuro, para lograr que Dios (ese dios tan pervertido, maligno e incomprensible que tienen, según lo pintan) permita una invasión de los Estados Unidos, a la patria que nos legó la MAS BELLA EPOPEYA LIBERTADORA DE LA HISTORIA UNIVERSAL. ¿Dónde hai otra igual? Pues bien; esa oligarquía, tan rebajada intelectualmente, con tanta carencia de hombres que puedas discutir de política, con tanto vividor i oportunistas disfrazados de señores, con tantos falsos “cristianos”, estaría felices con la invasión, con la humillación de su patria, con la muerte o la masacre de millones de compatriotas, con la destrucción de muchas ciudades, con gran destrucción de nuestros campos petroleros, con tanta muerte de ancianos mujeres i niños como ha sucedido en Irak, con tal que a ellos, el imperio les devuelva el poder i los escandalosos privilegios que tenían cuando durante más de 40 años saquearon , humillaron, robaron, depravaron, al país, con la caterva de corruptos e incapaces como jamás se ha visto en estado alguno. A esos los financia el imperio i ellos creen que después, solamente ellos i sus “dignas” familias, tendrán exclusivo derecho a poseer la patria. Son tan brutos que piensan que eso sucederá; lo que pudiera suceder es que les ofrecieran migajas i paulatinamente los irían convirtiendo en siervos o esclavos también, sólo que con una conciencia podrida que no los dejaría vivir en paz, el resto de sus días, porque si muchos estamos dispuestos a morir con dignidad en una invasión los traidores morirán después con la conciencia podrida. La muerte no perdona a nadie, ni siquiera a los depravados invasores i en el más allá (si es que existe) no les sirven las tarjetas de créditos ni el fetiche infernal del dinero.
Por esto yo he pensado que, como buenos cobardes i excelentes traidores, aunque ya muchos tienen sus sitios maravillosos en el exterior (i viven más allá que aquí, la mayoría con dinero robado), el día que notemos que empiezan a irse, es porque ya le dieron el ultimátum de la invasión. El gobierno i el pueblo les debería cerrar los aeropuertos, puertos i caminos, i rodearles todas las urbanizaciones para que, como buenos “patriotas” nos quedemos todos soportar los bombardeos, los tanques, las bombas inteligentes i cuanta perversidad bélica se le ocurra a los “mongoles” modernos probar con nosotros. Veremos, entonces, como irá a reaccionar el mundo, pero yo espero ver antes, cómo va a reaccionar la naturaleza. Quizá las bombas que nos caigan, muevan algunas fallas geológicas; estimulen ciertos volcanes, se desprendan ciertas costas i desaparezcan ciudades enteras; recalienten más las aguas oceánicas, posiblemente veamos tsunamis atlánticos “navegando” hacia el oeste, i sean las bombas inteligentes de la naturaleza física del planeta, las que tal vez habrá de desmembrar al imperio. No es que lo desee, puesto que una mayoría del pueblo norteamericano no tiene la culpa, porque hasta son indiferentes a la política i menos la política exterior de su gobierno. Si el Cardenal Zamuro Castillo Lara, reza porque el imperio acabe con los venezolanos que son pobres, chusma i no hijos de Dios ¿Qué “pecado” habrá, no en que recemos para “protegernos” (la más extendida mentira-engaño de las religiones), por ver un mayúsculo superciclón que “iguales de escombros” los suelos malditos de un imperio? Estimo que, la indiferencia ante su gobierno terrorista i corrupto, convierte en el más irresponsable de los pueblos del mundo, al norteamericano, porque son ellos los primeros llamados a detener la barbarie de un esquizofrénico presidente i su gabinete de malhechores que, están avergonzado a su patria i poniendo en peligro la vida del planeta Tierra. No les deseo el castigo de la naturaleza, pero ellos deben ser los primeros guardianes de la paz i en evitar que el gobierno del Sr. George W. Bush, cometa contra Venezuela, el mismo genocidio planificado que ha hecho contra Afganistán e Irak.