Comunas Agrícolas y algo más…

¡Qué tal, camarada! Con el corazón arrugado viendo los Aló Presidente y con la esperanza cifrada en uno de sus mejores pupilos, al extremo de confiarle su Revolución y su adorado pueblo, y su amada Venezuela.

Presidente, Vice, directores del PSUV, ¿dónde están los planes y acciones en el partido? ¿Cómo están ordenando y controlando a los gobiernos estatales, municipales y al funcionariado ministerial e institucional para que sean eficientes?

Bien. Qué interesante observar cómo nuestra gente popular ha sido capaz de sacar a relucir todas sus potencialidades para su propio desarrollo. Y pudo hacerlo gracias a la incorporación que les hiciera Chávez en su -nuestra cuando se complete- concepto de gobierno de participación y protagonismo en sus comunidades.

No se ha avanzado más en esa verdadera manifestación de la Revolución por la mediocridad de muchos gobernadores y alcaldes, con sus respectivos femeninos; y por su mezquindad con suma de intereses personales y grupales aún vigente en los cultos a sus personalidades.

Lo entendí, y así lo he manifestado en muchos de mis artículos, que lo más revolucionario que podemos hacer dentro de este capitalismo latente es darle Poder al Pueblo.

He percibido que el presidente Maduro ha direccionado mucho su accionar hacia ese concepto. Son las comunas que exigió el Líder eterno, es el Barrio Tricolor, etc.

Viendo la conjunción de Comunas Agrícolas en reciente acto, recordé, y extraigo de los archivos mi propuesta de las Comunidades Agrícolas.

Me disculpan que lo repita, pero está muy vinculado a las Comunas.


Esta propuesta es del mismo lote de las que elaboré en 1992 y he estado publicando a favor de cada ministro en su área. En este caso de agricultura, estimo que tiene un alcance un poco mayor que los Fundos Zamoranos.

No basta con desarrollar la agricultura como actividad económica, es necesario establecer un programa para el desarrollo integral del campo venezolano comenzando hasta por quitarle el carácter peyorativo a la palabra campesino, tal vez sustituyéndolo por la de granjero. O enalteciendo el existente que el tiempo asentará.

Debemos establecer una tradición de trabajo al campo, de la vida al campo. Una hermosa razón productiva para vivir con decencia y bien asistidos en todas las áreas.

La propuesta consiste en crear parroquias agrícolas (empresas privadas populares) dirigidas por ingenieros y/o técnicos agrónomos y en su totalidad conformada por 10 familias (estimación base) del propio campo y con familias seleccionadas de las zonas marginales (inicio progresivo de desmarginalización)

Desarrollarán sus actividades agrícolas con todo el apoyo que le imprime la Revolución… controlada. Y lo más importante, vimos cómo los nuevos agricultores admiran a los viejos, a quienes llaman “sabios” y que consideran deben complementar toda la información técnica que les suministran.

Una simbiosis entre la cultura heredada y la tecnología aprendida.

Se requiere llevar al campo una política habitacional (o crear una parecida) para que todos tengan buenas casas, pagándolas con su trabajo.

Para cubrir el consumo diario contarán, además, con minigranjas avícolas y de cultivos básicos, hidropónicos o protegidos, controladas por las mujeres y sus hijos.

Los jóvenes que allí se formen tienen derecho a una educación orientada al campo (INCES Agrícola: conocimientos de cultivo, de mecánica de tractores y otros equipos, elaboración de piezas, formación en construcción, en riego, etc.)

Los jóvenes que tengan coeficientes intelectuales muy elevados y deseos de profesionalizarse en otras áreas podrán acceder a las universidades y tecnológicos, y que, en principio, preferentemente prestarán sus servicios profesionales en sus zonas de origen.

Los miembros de las parroquias agrícolas también conformarán empresas de construcción y mantenimiento para vialidad, obras de riego, drenajes, electrificación, etc., (con la adquisición de equipos por el porcentaje comunitario, o Foncrei, Bandes, etc.) y contratarán los trabajos con el Gobierno a mejores precios que las contrataciones tradicionales de los ministerios e institutos con “empresas”, la mayoría de Caracas.

Los beneficios económicos que obtengan servirán para compensar las ganancias agrícolas y tener mayores recursos para cancelar viviendas y mejoras, y ahorrar.

El estado garantizará la colocación de los productos en el mercado evitando explotación de cualquier tipo (transporte y silaje)

Partiendo de que la vida de cualquiera de nosotros normalmente transcurre en trabajar toda la semana, y viernes en la noche y fines de semana compartir con unos amigos o parientes, bastaría con que cada conjunto de un número determinado de parroquias agrícolas cuente con un club con todas las comodidades estableciendo una máxima relación de intercambio entre parroquias en áreas culturales, deportivas, etc.

Tratar de copiar el esquema petrolero y que además de las diversiones campestres y actividades deortivas y cuturales propias
Es casi poco frecuente ver a nuestros trabajadores del campo, y en general a casi todos los trabajadores populares (pescadores, etc.) que disfruten de vacaciones familiares.

Por ello se establecerán planes vacacionales inter estatales, entre parroquias, pudiendo utilizarse, en intercambios, las viviendas de cada familia parroquial en forma controlada y vigilada, lo que abaratará costos de hospedaje y comida.

Los de Mérida para la Mesa de Guanipa en Anzoátegui y viceversa, por ejemplo y programadas las visitas a playas de ríos y mar, excursiones culturales, etc.

Deberán contar con un plan de actividades turísticas coordinadas por las cooperativas de transporte y/o turísticas que funcionen en los diferentes Consejos Comunales, o Comunas Socialistas, para traslados y comidas baratas.

En fin, no queriendo extenderme mucho, proponemos que se establezca un marco armónico para la vida en el campo (incluye la ganadería, la piscicultura, la avicultura: codornices, patos, pavos; la cría de conejos, de lapas, chigüires, chivos, corderos, para la preservación de las especies y el consumo, etc.

Que la vida en el “campo” sea tan atractiva, tan buena, en principio, que más nunca nadie emigre a las ciudades y que, por el contrario, se demarginalicen las ciudades y con ello se adecenten muchos sectores, especialmente bajando en maldito mundo de la drogas prohibidas.

Hasta gran cantidad de personas de las ciudades se sentirán atraídas para vivir en contacto con la naturaleza, la Pachamama, y beberán leche al pie de la vaca, prepararán el queso que consumirán en el desayuno con sus buenas arepas y caraotas.

Recogerán sus cosechas y frutos y frutas para su consumo y para la comercialización. Vivirán sin explotación.

Y lo mejor, respirarán aire puro, mirarán hermosos paisajes de verdor y aromas, compartirán con las familias vecinas, músicas, cantos y culturas propias. Recibirán a sus familiares, que gozarán juntos de unas verdaderas vacaciones.

Todo el mundo desestresado. ¿Qué les parece?

¡Patria en el campo productivo, Socialismo en las relaciones comerciales y Muerte si siquiera se atreven a intimidarnos!

Sin dudas ¡VENCEREMOS!


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Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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